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Mostrando las entradas etiquetadas como pollos

RETAZOS “Debajo de un sauce verde…”

Sauce llorón Va un rejunte de empiezos de notas que no vieron la luz porque se acabó la inspiración apenas comenzadas o porque no valían la pena Entre nota y nota van quedando saldos y retazos de ideas que, por alguna razón, no cuajaron. Bueno, ahí van, quizás a otro le aprovechen y les saque el debido jugo. 1 Para conversar en el café con los amigos, ahora hay que saber mucho de ciencia. En una charla cualquiera, viene uno y tira algo sobre "fenómeno de efecto invernadero". Otro menciona el dióxido de carbono, el óxido de nitrógeno. Y uno piensa: "Caramba, yo no paso de la palabra fenómeno, porque me trabo". 2 Si como dicen quienes saben, los nombres de las cosas no tienen nada que ver con su esencia, entonces diga por qué la rosa tiene perfume de rosa, color de rosa, raíces de rosa, hojas de rosa, forma de rosa, espinas de rosa y del trillón y medio de combinaciones posibles de letras, eligió llamarse solamente "rosa". A ver, explique, si puede. 3 El 13

CONVERSACIÓN Problemas para pensar y reírse un rato

Los patos cruzan el río Contamos en exclusiva para los lectores de Ramírez de Velasco, la cantidad de pelos de los gatos recién nacidos y por qué los patos hacen lo que quieren  y algunas otras curiosidades más Chascarrillos y problemas para pensar y reírse un buen rato, ideales para hacer a los chicos y a los grandes, un día de lluvia y obligar a todo el mundo a largar el maldito teléfono celular y mirarse a la cara. Tal vez sea la forma de hacer que los chicos aprendan la valiosa lección de que existe una costumbre antigua que se llama conversación con el que está al lado. Al menos prueben, amigos. 1 ¿Cuántos pelos tiene el gato, cuando acaba de nacer? 2 Una noche muy oscura lloviendo estaba, una vela en el patio y no se apagaba 3 Tengo cinco pollos, metidos en un cajón, cuantos me quedan fuera. 4 Viene un pato caminando, halla un río, un puente y un cartel que dice: “Para cruzar el puente está prohibido nadar, caminar o volar”. ¿Qué hace el pato? 5 Gema, gema, gema, gema, ¿cómo se

VIDA Olvídese de la utopía

Alemanes santiagueños Largarse al campo, con toda la familia, para olvidarse del ruido de la ciudad podría salir muy caro Ninguna utopía salió bien en el mundo, eso que hubo muchas y de todo tipo. En este caso la palabra alude a la peregrina idea de irse al bosque a vivir con la mujer, los hijos y, si es posible acompañado de otras familias, subsistir con lo producido bajo reglas completamente distintas de las del mundo. Lejos del ruido de las ciudades, en un ambiente natural y sano, será mucho más fácil educar a la prole en valores distintos a los que se ven en las contaminadas calles de Santiago o del resto del mundo. Bueno, eso piensan muchos. El problema es cómo se lleva adelante el proyecto. Porque la mayoría de los que quieren largarse de la ciudad, cree que los pollos se fabrican pelados y listos para poner en el horno, el agua sale de las canillas porque sí nomás y construir una casa es cuestión de quemar ladrillos primero y después ponerlos en fila, de abajo para arriba, hasta

ZOOLOGÍA Muerte del carancho

Carancho Una historia casi humana para leer, debatir y compartir Cualquiera dice ´carancho´ y es como si escupiera la palabra, pero tiene un noble linaje, como que así se llamaba el indio chileno Lautaro (Leftraro) , que quiere decir algo así como “Carancho veloz”. De hecho, en Chile al carancho le dicen ´traro´. Es ave que comparte espacio vital con el hombre o se aprovecha de sus actividades. Habita caminos y carreteras y se alimenta de los animales que chocan los autos. También ataca terneros, corderos, cabritos, comiéndoles los ojos o el upiti , para debilitarlos progresivamente. En algunas partes, en el campo, come los pollos de las gallinas, por eso resulta particularmente antipático y es perseguido. Las enormes bandadas de teros que solía haber hasta hace un año en l a nueva Costanera de Santiago, del Natatorio al sur , fueron erradicadas casi del todo por los caranchos. Ave jodida, en su vuelo de baja altura detectaba las nidadas y se abalanzaba sobre los huevos y los pequeños