A pesar de los carteles, los pasaron por encima |
El 28 de marzo de 1939, la ciudad de Madrid se rindió ante Francisco Franco, general del bando rebelde español
El 28 de marzo de 1939, Madrid se rindió a las fuerzas de Francisco Franco. Fue luego de lo que los rojos llamaron la defensa de Madrid y los nacionales la batalla de Madrid y con la esta acción terminó la Guerra Civil Española.Luego del golpe de Estado del 17 y 18 de julio de 1936, se produce con éxito la sublevación militar diseñada por el general Emilio Mola en el protectorado español de Marruecos y parte del norte de España.El fracaso de la rebelión en Madrid los días posteriores al pronunciamiento y la caída del Cuartel de la Montaña y el de Campamento, determinaron que Madrid quedara bajo el dominio gubernamental de la Segunda República Española.Entonces fue que Madrid se convirtió en un objetivo militar para las tropas sublevadas, asediada desde el norte por las tropas de Mola y luego desde el sudoeste por las fuerzas de Franco.
Mientras los carteles propagandísticos del bando republicano usaban el lema "¡No pasarán!" durante la batalla de Madrid, los nacionales hacían propagando diciendo “¡Ya pasamos!”.
Desde el golpe de Estado hasta los primeros combates en noviembre, los sublevados recibieron material militar y soldados de la Alemania nazi y la Italia fascista. El Gobierno republicano recién fue ayudado por la Unión Soviética cuando comenzó la batalla de Madrid.
El combate fue en un relieve de la Meseta Central, con obstáculos geográficos que no eran importantes para las operaciones militares y era más o menos sencilla la maniobra de las fuerzas militares en ambos bandos, salvo las montañas septentrionales del sistema Central.
Mola diseñó un plan de avance centrípeto debido al poco apoyo previsto por la Primera División Orgánica. Quien tuviera la capital decidía la guerra y determinaba quienes tendrían el control del país.
Se debe tener en cuenta que Madrid era un centro político, militar, estratégico y económico de primer orden, además de la capital política y sede del gobierno de la República. Pero en la batalla de Guadarrama las columnas que llegaban de Pamplona, Valladolid y Burgos no consiguieron pasar por los puertos de la Sierra y el frente se estabilizó a principios de agosto de 1936.
Entonces fue cuando las tropas del Ejército de África que avanzaban por el sur, comandadas por el general Franco, tomaron protagonismo.
A pesar de que los principales combates fueron entre el otoño de 1936 y la primavera de 1937, desde el comienzo de la guerra hubo también combates en lugares cerca de Madrid, en el verano y otoño de 1936.
Durante la batalla de Madrid fueron bombardeados objetivos civiles en una ciudad, algo que ya había sucedido durante el Sitio de Barcelona, y que después se hizo en diversas ciudades españolas durante el conflicto y después durante la Segunda Guerra Mundial, como cuando las fuerzas aliadas arrasaron Dresde, a pesar de que el régimen alemán se había rendido.
La Guerra Civil Española demostró que un pueblo levantado en armas tiene todas las posibilidades de triunfar sobre los enemigos internos del país, siempre que sus generales y sus soldados tengan una firme convicción en el triunfo, confianza en sus fuerzas y fe en Dios.
©Juan Manuel Aragón
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