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FIESTA Ojalá que llueva

Niño Dios

Hoy es una muy buena ocasión para recordar el nacimiento de un chico en Belén, el 25 de diciembre del año 1


Que llueva en Navidad, carajo. Ojalá que no pare el agua, desde las 10 de la noche del 24 hasta las 10 de la mañana del 25 y que se hagan agua las fiestas, las jodas, los sánguches de miga, los encuentros, los turrones, los brindis, el muérdago de plástico que ponen en las puertas de las casas, las pizzas y el quipi, las visitas, el baile, la nieve de telgopor de los pesebres, la sidra o el champán, los paseos, los cohetes, los abrazos falsos como tornillo de yeso, el lechón, el cabrito o el pollo.
Alguno aprovechará para putear a los mil dioses que siguen dando vueltas en el aire, porque planeaban quizás toparse con la novia, la amiga, la mina, ir a un boliche de la autopista, salir con los muchachos, visitar a los suegros. Otros, como usted, posiblemente, aprovecharán, ya que estarán sin hacer nada, dispuestos a quedarse despiertos hasta las mil quinientas, para meditar en el misterio de la Navidad.
Todo un Dios, creador del Cielo de la Tierra, de lo visible y lo invisible, se hace pequeñito, tiene un hijo con una Virgen, que luego crece en gracia y sabiduría para, al final, tener la peor de las muertes posibles en aquel tiempo, clavado en una cruz al lado de dos ladrones. Su docena de seguidores, luego llevan sus palabras y enseñanzas por el resto del mundo y lo transforman en algo distinto de lo que era hasta ese momento y sigue vivo y reina desde el Cielo.
Aún si no cree, si es de los que festejan porque todos lo hacen o es lo que le han ordenado que lo haga los comerciantes, reflexione un poquito y verá que se trata de un acontecimiento históricamente asombroso.
¿Quién se acuerda, sin recurrir a un libro, el día del nacimiento de Napoleón Bonaparte, Juan Jacobo Rousseau, Carlos Marx, Adolfo Pedernera o Susana Jiménez?, seguramente muy pocos. Pero si alguien pregunta cuándo nació Nuestro Señor Jesucristo, todos le dirán, sin temor a equivocarse, el 25 de diciembre del año 1, bien a la madrugada (hay algunos que, por odio a la fe católica sostienen que no fue ni ese día ni ese año, pero déjelos de lado, no es fecha para andar recordando su pobre intento de destrucción).
Se cuentan los años desde el día que nació ese niño, en una cueva de Belén, rodeado de pastores, que serían los cartoneros de aquel entonces, y le dieron su calor, porque allá hace frío en diciembre, un burro, una vaca y las ovejas de los niños aquellos.
Todavía hoy nos acordamos y lo recreamos y hacemos obsequios a los chicos, no tanto por los objetos en sí mismos, sino para que aprendan que es una fecha grata a los católicos. Los grandes pretendemos que se les vaya grabando en el corazón que siempre tendrán la compañía del Niño Dios, dondequiera que vayan, sea lo que fuere que piensen, Él siempre estará ahí, dispuesto, para ellos.

Leer más: Lavalle, el pueblo que celebró la Navidad dos veces el mismo año

Ese y no otro es el sentido de hacer una fiesta en la casa para celebrar la Navidad. Fueron los grandes los que luego le fueron agregando cada vez más asuntos raros, tradiciones, un gordo ridículo vestido de colorado y una campanita y renos, seguramente con la intención de que nos olvidemos del verdadero motivo de la fiesta.
El 25 es obligación ir a Misa, como todos los domingos. Pero, se lo digo de corazón, ojalá que para esa hora el tiempo se haya compuesto, salga el sol y las familias se topen con el Niñito del pesebre que, como una recordación misteriosa, los chicos de la parroquia instalaron cerca del altar.
©Juan Manuel Aragón
A 24 de diciembre del 2023, en casa. Escribiendo, como todos los días

 

Comentarios

  1. Un abrazo muy especial y cariñoso Juan Manuel, desde el hemisferio opuesto, el otro, el Norte, "el que ordena" (Mario Benedetti dixit...).
    Coincido completamente con vos, acerca de la pérdida del sentido de la cristiandad en que ha caído La Navidad. Como en muchas cosas, el afán del vil dinero nos va cambiando las cartas y así estamos... FELIZ NAVIDAD JUANCHO !! Desde Guatemala, la Tierra de la Eterna Primavera, 24 de diciembre de 2023.

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