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1880 AGENDA PROVINCIAL Beneficencia

La sociedad de Beneficencia en 1890

El 27 de septiembre de 1880 se crea la Sociedad de Beneficencia, mediante por un decreto del gobernador Pedro Gallo

El 27 de septiembre de 1880 se creó la Sociedad de Beneficencia en Santiago del Estero, por un decreto firmado por el gobernador Pedro Gallo e impulsado por su ministro general, Pedro Olaechea y Alcorta.
Fue una organización laica dirigida por mujeres de la clase alta de la época, que asumieron la responsabilidad de cuidar a los pobres y enfermos. Se formó siguiendo los principios de la Sociedad de Beneficencia de Buenos Aires, fundada por Bernardino Rivadavia.
Hay investigadores que señalan que las Sociedades de Beneficencia representaban una “vinculación entre la sociedad civil y el ámbito político”, pues permitían la participación activa de mujeres que habían accedido a la educación formal.
La primera comisión estaba presidida por la esposa del gobernador Magdalena García, la vice era Mercedes Alcorta de Beltrán, la tesorera Adela Feijóo, la secretaria Francisca Olaechea y Alcorta y las vocales, Rosa Aliaga de Pinto, Rosario Olivera de Neirot y Delia Latorre de Vieyra.
Una de sus primeras iniciativas fue la creación de un asilo de Mendigos, que se mantenía con donaciones particulares y el apoyo del gobierno provincial. Este proyecto fue concretado durante la presidencia de Emilia Sufloni de Rojas.
En 1886, ante la propagación de la epidemia de cólera, se reorganizó la Sociedad. El gobierno provincial consideró necesario integrar maestras normales en la Comisión Directiva y Francisca Jacques fue nombrada secretaria y trabajó junto a Petrona Marcos y Aurelia Orgaz, también maestras normales.
En 1888, la Sociedad fundó la Escuela de Artes y Oficios, impulsada por Francisca Jacques cuando Mercedes Alcorta de Beltrán ocupaba la presidencia. Esta escuela, la primera de su tipo en la provincia, fue reconocida por su prestigio y por formar a los jóvenes que integraban la Banda de Música provincial, bajo la dirección de Miguel Porfirio y Juan Garzón.
Ese mismo año, se inauguró el Hospital de la Caridad. A pedido del gobernador Absalón Rojas, las mujeres de la Sociedad de Beneficencia asumieron la administración del hospital.
A lo largo de su existencia, la Sociedad se caracterizó por mantener una notable independencia del poder político. Aunque atravesó momentos de dificultades, sus contribuciones fueron fundamentales y dejaron una huella invaluable en la historia de Santiago del Estero, destacándose por los servicios esenciales que brindó a la comunidad.
Juan Manuel Aragón
Ramírez de Velasco®

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