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El 4 de diciembre de 656, cerca de Basora, se libró la Batalla del Camello, entre Alí ibn Abi Tálib y Aisha bint Abi Bakr, viuda de Mahoma
El 4 de diciembre de 656, cerca de Basora, actual Irak, se libró la Batalla del Camello, entre las fuerzas del califa Alí ibn Abi Tálib y un grupo opositor liderado por Aisha bint Abi Bakr, viuda del profeta Mahoma. Fue uno de los primeros conflictos internos del islam luego de la muerte de Mahoma, y ocurrió en la Primera Fitna, la guerra civil islámica inicial. La batalla duró varias horas y dejó miles de muertos.El conflicto tuvo origen en las tensiones políticas y religiosas que siguieron al asesinato del tercer califa, Uthman ibn Affan. Tras su muerte, Alí fue proclamado cuarto califa en Medina, decisión que fue rechazada por un sector de la comunidad musulmana, que exigía castigo inmediato a los responsables del magnicidio. Aisha, junto con Talha ibn Ubaydullah y Zubayr ibn al-Awam, encabezó la oposición.Las fuerzas opositoras se concentraron en Basora, ciudad estratégica por su ubicación y su importancia económica. Alí marchó desde Kufa con su ejército para enfrentar a los rebeldes. Ambas fuerzas sumaban decenas de miles de combatientes, integrados por tribus árabes y partidarios de los distintos líderes. La batalla recibió su nombre por el camello sobre el que Aisha presenció el combate.
El enfrentamiento comenzó al amanecer. Hubo intentos iniciales de negociación entre emisarios de ambos bandos, sin éxito. Las tensiones estallaron en combates directos en los alrededores de Basora. Las crónicas islámicas describen enfrentamientos cuerpo a cuerpo, uso de lanzas, espadas y arquería. La violencia se extendió por toda la llanura aledaña a la ciudad.
Aisha tuvo un rol central en la contienda. Participó desde una litera blindada sobre un camello, ubicada en el centro de sus filas. Su presencia buscaba motivar a sus seguidores y dar legitimidad religiosa a la causa opositora. El animal se convirtió en símbolo de la resistencia de su bando, que mantuvo posiciones durante gran parte de la batalla.
Del lado de Alí, la comandancia fue asumida por él mismo. Sus fuerzas tenían principalmente tribus de Kufa y combatientes leales que habían rechazado las acusaciones de complicidad con los asesinos de Uthman. La estrategia consistió en rodear a las fuerzas opositoras y cortar sus líneas de defensa. La batalla se inclinó a su favor hacia el mediodía.
La muerte de Talha y Zubayr, dos de los principales líderes rebeldes, debilitó las posiciones de Aisha. Talha cayó alcanzado por una flecha, mientras que Zubayr abandonó el campo de batalla tras un encuentro con Alí, siendo asesinado más tarde. La caída del camello marcó el fin de la resistencia, ya que la litera de Aisha era el centro táctico de su ejército.
El número de muertos, según fuentes históricas islámicas, osciló entre 10.000 y 13.000 combatientes. Las cifras exactas varían entre relatos, pero se trata de uno de los enfrentamientos más sangrientos de la Primera Fitna. Los cadáveres fueron enterrados en fosas comunes en las cercanías de Basora.
Aisha fue capturada tras la derrota y tratada con respeto por orden de Alí. Fue escoltada de regreso a Medina y retirada de la actividad política. El califa estableció su autoridad en Basora después de la batalla, consolidando temporalmente su posición frente a otros sectores opositores que surgirían más adelante.
La Batalla del Camello marcó el inicio de una serie de conflictos armados que atravesaron el califato de Alí. Participaron combatientes provenientes de varias regiones del califato, incluidas Arabia, Irak y Siria. Los registros históricos más utilizados para documentar los hechos provienen de cronistas islámicos como Al-Tabari y Al-Baladhuri, que describieron con detalle las operaciones militares y el desarrollo de la contienda.
Ramírez de Velasco®



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