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Mostrando las entradas etiquetadas como Sapo

AVIONCITO Santiago profundo

Sapo Pequeños detalles de la historia política de la provincia, podrían ayudar al descubrimiento del gran sapo negro que duerme en lo más hondo de sus pueblos Cuando se habla del “Santiago profundo” como si fuera un misterio insondable y con una filosofía más elevada que la del resto de la gente, quienes han andado un poquito nomás por los caminos de la provincia, se ríen. Saben que lejanía no es misterio y que en las honduras de los 27 departamentos duerme un gran sapo negro y viscoso que, sólo para mostrarse, sale a la superficie con disfraces de todos los colores. Y vuelve a seguir roncando. Los lectores santiagueños, si son viejos, recordarán la legendaria pelea que, durante cuatro largos años, se desarrolló en Santiago entre Carlos Arturo Juárez, el último gran caudillo comarcano y César Eusebio Iturre, que pretendía destronarlo entregando reparticiones públicas como coto de caza para que se sirvieran los hasta ayer enemigos, comprados con una bicoca, para mejor, ajena. Sirva este

EMIGRACIÓN Idas y venidas por el mundo

Pasaporte nacional Lo que somos hoy es fruto de lo que hicieron esos argentinos, nuestros padres, nuestros abuelos y de lo que venimos haciendo nosotros A fines del siglo XIX Europa estaba diezmada por las guerras, estragada por la pobreza, sumida en la desesperación. Cientos de miles de hombres en edad de trabajar cruzaron el Atlántico en barco para venir a la Argentina. Muchos querían levantar una cosecha, hacer unos pesitos y volverse, pero se fueron quedando porque la vida era fácil en comparación con su país de origen, aquí comían bien y si trabajaban duro, estaban seguros de que saldrían adelante. Para ese entonces los europeos ya tenían más de 400 años en América, mal que mal habían hecho la Guerra de la Independencia, sorteado las guerras civiles y en esos momentos se estaban terminando de organizar bajo los parámetros del constitucionalismo. La sangre nueva, de otras culturas, duplicó la cantidad de habitantes y enriqueció el acervo inmaterial local con sus costumbres, sus co

CUENTOS De pago chico

Parecido era La historia de Cassius Clay Si venía la policía de Santiago se pasaban a Tucumán, lo mismo si era al revés. Un fenómeno ese Cassius Clay, al negro los rivales no le duraban hasta el primer baño. A lo sumo antes de la media hora ya había liquidado el asunto. La vez que le digo, fue gente del Arenal y de Piedrabuena la que organizó la riña, justo en la raya. Abrieron un portillo en un cerco de ramas que partía al medio las dos provincias. Se pusieron de acuerdo los dos comisarios y los rodearon. No solamente se llevaron los animales, sino que les pusieron multas a los infractores, qué injusticia, amigo. Después, algunos dicen que los vendieron, otros que se los quedaron, pero si le digo le miento. Esa vez que pelearon en el límite, el Zurdo Contreras, que era el dueño, estaba para Tucumán, en la zafra, por eso se salvó Cassius Clay de que se lo llevaran. Capaz que estaba entrenado o sería la mano del Zurdo, porque esquivaba los golpes, se agachaba y hasta llegaba a recular,