Ir al contenido principal

MISIVA El grito sagrado

El Himno Nacional en 
el partido internacional
A continuación, la carta que envié a un camarada de otros tiempos sobre un toletole que se armó en Santiago luego de un partido de futbol

Amigo, como sabes, hace poco hubo una polémica sobre los artistas santiagueños que interpretaron el Himno Nacional en el partido que jugó la Selección Argentina de Fútbol con la de Curazao. Media docena de conocidos, algunos muy queridos, me llamaron y me pasaron mensajes, después del match, para comentarme lo feo que había sonado. A todos les respondí lo mismo, no vi el partido ni la previa ni los demás artistas ni nada, estaba en otra.
Te escribo, como hago muchas veces, no solamente para contarte algo de la polémica, sino para ordenar mis ideas y ver si me aportas algo nuevo. De paso te cuento lo que pienso del Himno Nacional, más allá de la discusión, a ver si tienes una opinión superadora.
Capaz que no sabes: pero se armó tal revuelo en las redes de internet por el asunto del Himno que, solamente por curiosidad lo terminé viendo y oyendo. No sé nada de música así que mal puedo opinar de semejantes artistas como las Mullieris, Néstor Garnica o Los Manseros, encargados de cantarlo. Entiendo que, en arte, algo te gusta o no. A mucha gente que no sabe un soto de pintura no le gusta Pablo Picasso, cree que era mal dibujante solamente porque no lo entiende, son legión los que, apenas empieza a sonar, ponele, la Consagración de la primavera, de Igor Stravinsky, quieren salir corriendo. Algunos repiten como una letanía que Jorge Luis Borges era anti argentino y un autor difícil, sin haber leído jamás una línea suya. Para qué vamos a renegar, es lo que hay.
Muchos de los que se quejaron de la interpretación del Himno no tienen un mínimo de conocimientos musicales u oído para opinar. Lo hacen porque Facebook es gratis, porque si tuvieran que pagar para decir algo o bancar sus dictámenes con algo más que “Me gusta” o “Me disgusta”, estarían fritos. Para dictaminar “desafinaron”, deberían indicar en qué notas no acertaron, cuándo fue que la pifiaron y por qué. Y disculpame, pero no soy capaz de distinguir un sol de un do sostenido así que, ¿juzgar que desafinaron?, no amigo, me queda grande esa tarea.
Entiendo que se cantó una versión distinta, con arreglos musicales quizás inusuales o poco acostumbrados y que muchos, al oírlos, se sintieron descolocados. Bueno, algo así sucede cuando alguien canta algo que siempre le oímos a otro, nos parece que le ha chinguiado en alguna parte. Oyes “Gracias a la vida”, por Violeta Parra, Mercedes Sosa y Jairo, y son tres versiones distintas cantadas por semerendos músicos. ¿Cuál es la que más te gusta?, no sé, es subjetivo el asunto.
Vos y yo nos criamos oyendo el Himno Nacional en cientos de actos escolares, lo oímos por la radio y la televisión, en algunas películas del cine también. En alguna ocasión lloramos al sentirlo, nos emociona, nos alegra, nos une, nos hace sentir más hermanos, más solidarios, más argentinos.
Pero a mí no me gusta, me parece soporífero, meloso, pesaaado. Cuando lo crearon se llamaba “Marcha patriótica” y era, lógicamente, en tiempo de marcha. Si lo tarareas más rápido, vas a ver que cambia un poco, al menos se hace alegre. Pero después, cuando le dieron su versión definitiva, estaba la moda de los himnos y lo convirtieron en un lento, para peor, aburrido. Si llegan a cantar toda la letra, pero toda entera terminan pasado mañana, es más larga que puteada de tartamudo.
Y la letra, discúlpame si no te gusta lo que te voy a decir, pero es mentirosa. ¿El grito sagrado?, ¿de qué libertad habla?, ¿de la calle?, ¿rotas cadenas de qué?, ¿en el trono la noble igualdad?, ¿y nadie se ríe cuando lo dice?, ¿la igualdad de quién?, ¿los libres del mundo responden?, ¿seguro, amigo?, ¿qué contestan?, ¿nos desean salud nomás?, ¿y el dinero y el amor qué? ¿son eternos los laureles o ya los usamos para condimentar el guiso?, ¿vivimos coronados de gloria?, ¿pero oyes lo que dices?, ¿en serio estás dispuesto a cumplir el juramento de morir con gloria, envuelto en la bandera, gritando “viva la patria”? Mirá los soldados de las Malvinas, murieron para que cada 2 de abril alguien trafique con su memoria y se limpie el comués con su valentía. No sé, como están las cosas, pensalo.
Hay otros himnos más bonitos, entre otros la Marsellesa, el de los mexicanos que es una preciosidad y el de italianos también, los tipos allá se esmeraron y los sacaron hermosos. El nuestro, qué quieres que te diga, sí es lindo, ¿no?, lo entonamos con voz emocionada y esas cosas, pero comparado con otros muchos, no tiene para empezar.
Por eso te escribo, hermano, no quiero que te enojes ni que me salgas con comentarios chauvinistas. Para mí el himno debería ser la marcha de San Lorenzo o Mi bandera, más alegres, festivas y un poquitín más realistas. Báh, digo, eso es para mí, no sé qué opinas vos. Si tienes otra idea, a vuelta de correo mandámela así iniciamos una amable discusión por escrito. Te aviso que voy a publicar este escrito, alguno me ha de insultar, pero vos sabes lo mucho que desprecio las injurias y ofensas del resto del mundo.
Dale un abrazo de mi parte a la patrona, dile que siempre rezo para que Dios la mantenga linda, joven y fuerte; muchos besos a tus hermosos hijos y saludala a tu suegra. Mandá alfajores, que los de allá son mejores que los de Las Termas, lejos.
©Juan Manuel Aragón

Comentarios

  1. De Mar del Plata es su amigo Juancho?

    ResponderEliminar
  2. A los q no tenemos oído ni para el Arroz con leche la música nos tiene q llegar y hacernos vibrar y la i terpretacion del Himno el día del encuentro ni me llego ni me hizo vibrar, no hago un juicio de valor sobre los interpretes pues demasiadas muestras nos han dado de su calidad interpretativa en los años q los venimos escuchando.es una cuestión de gustos nada más.

    ResponderEliminar
  3. El himno es un símbolo patrio. Y los símbolos representan ideales y despiertan sentimientos. Expresarse sobre ello no creo que requiera saber de música o ser un experto en arte. Si la forma en que fue interpretado no generó eso en muchas personas, entonces la versión no fue buena. Y es entendible que esa interpretación no haya caido bien en mucha gente porque prácticamente todo lo relacionado con la melodía y la entonación fue sacado de contexto. La versión orquestal utiliza instrumentos formales, afinados, y se ejecuta con partitura. Hacerlo improvisando tonos, con un violín de plástico que suena como rayón de uña en el pizarrón y que puede ser suficiente para acompañar una chacarera después de unos cuantos vinos pero no para una pieza de la complejidad del himno, no es lo más indicado. Tampoco ayuda que al violín le hagan hacer ruiditos simulando los demás instrumentos de la orquesta. Está bueno para el ego del músico, pero no da para el himno.
    La entonación también fue tergiversada, con arreglos sui-generis poco logrados, que suman a la general distorsión del símbolo que percibió la gente. En resumen, pienso que se hizo evidente que la interpretación tuvo más la intención de hacer a músicos y cantantes protagonistas del evento por encima del himno, más que ser ellos un vehículo para transmitir el símbolo. Con ello el himno, como símbolo, quedó en un segundo plano....y sonó horrible.
    En relación al sentido de la letra, o al estilo original de la melodía (marcha o aria solemne), con los símbolos no cuenta mucho el contenido literal de la lírica o el estilo de la melodía. Es como si en algún pais...y hay muchos, alguien reclamara que los colores de la bandera no combinan, o que el dibujito que tenga esté mal hecho. Los símbolos tienen una identidad asociada lo que representan y al sentimiento que generan, así que no creo que ese aspecto amerite ser analizado y/o discutido en este caso.
    Seguramente muchos se emocionaron igual al cantarlo, pero creo que eso se debió más a las externalidades, por tratarse de tener a la selección con el Dios Messi en Santiago, tener fresquita a la selección campeona en casa, y estar a punto de jugar contra un esparring que seguramente se iba a dejar hacer muchos goles, sin que la forma en que se interpretara el himno hiciera mucha diferencia.
    Pienso que en esas circunstancias la gente se hubiera emocionado incluso si le cantaban el Antón Pirulero antes del partido.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me faltó agregar en mi comentario anterior que en partes de la interpretación algunos de los que cantan entran a destiempo, y también se desfasan con la música, lo que sugiere que tampoco hubo una preparación y/o ensayo suficientemente anticipado

      Eliminar
  4. Acotó que la música del himno, ( EL ESPAÑOL, SI SI SI, EL ESPAÑOL BLAS PARERA) la tomo, se podría decir que fue plagiada , DE EL SEGUNDO MOVIMIENTO, DE LA QUINTA SINFONIA DE BETHOVEN. Escuchen que una gran parte suena igual. Hay que agregar que fue, en el coro convenientemente militarizada, para que suene enjundioso y emocionante. Pero insisto con el plagio al SEGUNDO movimiento de la QUINTA SINFONIA de Beethoven. Por lo demás, durante la dictadura militar se lo escuchaba seguido, interpretada por bandas militares y sonaba bien. Todos los días se izaba la bandera, formados los empleados militarmente, en todas las reparticiones, o sea importaba el respeto. Bueno , muchas obras no hicieron, porque se cuidaba el centavo, ...era otra cosa che...Ha si por ahí aparecían muertos en La Banda, e en Dto.., en Jiménez, y ahí nomás lo sepultaban NN, que tanto lío carajo, desaparecían algunos también, pero los diarios no sacaban nada, o sea que muy grave no habrá sido che, en fin había orden y respeto, y mucho himno y bandera, y siempre con bandas militares, tachin tachin tachin; como será según dicen cada vez que se rendían en Las Malvinas, tocaban el himno, no como los ingleses que nada, nada, que poco respeto CARAJO...!

    ResponderEliminar
  5. Salió acotó, yo quise poner a c o t o, sin acento, es el corrector automático, ...soy bruto pero no tanto ( el lector del muy buen cuento del perro )

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

AÑORALGIAS Santiago querido

La Secco Somera lista (a completar), de lo que hay todavía en la ciudad mágica habitada por los santiagueños, sus sueños y saudades Algunas cosas que antes sabía haber en Santiago y no hay más, se perdieron para siempre, consignadas en este sitio para que al menos quede su recuerdo. Esta lista la publiqué hace algunos años en Feibu y los amigos la completaron. 1 Helados “Kay”, más ricos no hay. 2 El auto Unión, (con motor de dos tiempos, como la Zanella). 3 Las heladeras Vol-Suar. 4 Las prohibidas del Renzi (¡Coca!, cuánto amor). 5 La bilz de Secco (la de ahora no es lo mismo, qué va a ser). 6 El Santa Ana, El Águila, empresa Robert, el Manso llegando desde el fondo del saladillo. 7 Cheto´s bar. 8 El peinado batido de las mujeres. 9 El jopo (ha vuelto, pero como mariconada). 10 La nueva ola y los nuevaoleros. 11 El Tuco Bono. 12 El departamento Matará. 13 Panchito Ovejero vendiendo billetes de lotería. 14 La Porota Alonso. 15 La Gorda de Anelli. 16 Tala Pozo. 17 Mi tata. 18 Panadería L

LEYENDA El remís con chofer sin cabeza

Imagen de Facebook de David Bukret Un misterioso auto circula por las calles de Santiago y La Banda: un caso que está dando que hablar en todos lados Un hombre detiene su motocicleta en el parque Aguirre, lleva una mujer atrás, son las 3 de la mañana. Se apean debajo de un eucalipto, justo cuando empiezan a besarse aparece un auto, un remís que los encandila y se queda parado, como esperando algo. Ella pega un grito: “¡Mi marido!”, suben de nuevo a la moto y se van. Antes de irse, el hombre observa que en el remís no hay nadie, parece vacío, pero ya ha acelerado, a toda velocidad y no se va a detener. Ha pasado varias veces, según cuentan los parroquianos en el café con nombre y apellido, en una historia que va pasando de mesa en mesa, repitiéndose todos los días con más detalles. Las mentas hablan de un remís que aparece de manera impensada, no solamente cuando detecta traiciones amorosas, sino que asustó a varios muchachos que andaban trabajando de noche en casas que no eran las suya

EVOCACIÓN El triste final de la Dama de Hierro

Mercedes Marina Aragonés El recuerdo para quien el autor de esta nota llama Dama de Hierro, algunas anécdotas y la apreciación sobre una personalidad controvertida Por Alfredo Peláez No fue el final que posiblemente soñó en sus años de poder y esplendor. Cuando el nombre Nina paralizaba hasta el más taimao. Se fue en silencio, casi en puntas de pie, como vivió sus últimos años. Muy pocos lloraron a Marina Mercedes Aragonés de Juárez, la dama que supo ser de hierro, en tiempos idos. Seguramente coqueteó en esos años con un funeral al estilo Evita, con su féretro en el salón principal de la Casa de Gobierno, o en el Teatro 25 de Mayo, y largas colas de santiagueños para darle el último adiós. Pero solo fueron sueños de diva. Nada de eso ocurrió. Los diarios santiagueños apenas se hicieron eco de su fallecimiento. Al fin y al cabo, más importante eran los 470 años del pago que ella intento domesticar a rienda corta y chicote. Quedarán miles de anécdotas que la tuvieron como protagonista.