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FOLKLORE Versos tradicionales santiagueños

Manuel Taboada

Pequeña, ínfima parte de un libro que alguna vez será publicado, cuando vuelva el interés por estos asuntos


En la década de 1990, Julián Cáceres Freire, antropólogo de origen riojano, le pidió a mi padre, Juan Manuel Aragón, que le pasara en limpio, escritos en hojas de cuaderno que habían redactado chicos escueleros en la década del 40. En ese tiempo vino a Santiago y recogió coplas, cantares sin autor, que los chicos sabían porque los habían aprendido en la casa. Lo hizo en lugares por los que Orestes Di Lullo le dijo que no había andado, como una manera de completar su monumental recopilación de Folklore Santiagueño.
Aquí va una pequeñísima muestra del libro que luego compuso mi padre, inédito todavía. Alguna vez lo llevé a la Universidad Nacional, junto con su diccionario de astronomía “Ad sidera visu”, pero me dijeron que debían someterlos a un referato, así que me abstuve de dejarlos. Si había algo que corregir a alguno de los libros, mi tata ya no estaba para discutir con el referí, así que los volví a casa en la seguridad de que ya vendrá un tiempo mejor para la cultura santiagueña, al menos en la “alta” casa de estudios.

Julián Cáceres Freire, Juan Manuel Aragón
Zamba de Vargas

­A la carga, a la carga!
Dijo Varela.
­A la carga muchachos,
rompan trincheras!

Rompan trincheras, cierto,
dijo Elizondo.
Batallón de Pozo 'e Vargas
de dos en fondo.

De dos en fondo, cierto,
dijo Chumbita.
Las ansias de quererte
no se me quitan.

Formaron una batalla
los alcortistas,
para que se diviertan
los taboadistas.

A los taboadistas, cierto,
los pícaros rusos
los tratan de alabanciosos
y de orgullosos.

La simbolera
Chacarera

Mi simbolera decía
yo siempre te'i de querer;
en brazos de otros andaba,
así me hacía padecer.

Cuando yo le protestaba
me decía con sencillez:
yo tengo tanto cariño
que alcanza pa' otro también.

Bien haiga mi simbolera
por su modo de querer;
yo poco entiendo 'e mujeres
pero digo que así no es.

Ahora que ya se acaba
la primera del Simbol,
la pucha que trae enriedos
este asunto del amor.

II
Andabas con Ramoncito,
con Juancito y con José,
ellos te daban palabra:
yo solito hi de comer.

La pucha con el amor,
ese negro anochecer,
yo pensaba en otros tiempos
que era dulce amanecer.

Deja esos pillos ingrata
que ellos no saben querer,
vete más lejos del pago
y volvete otra mujer.

Pero no te vayas sola,
llevalo a tu negro fiel.
­Mal haiga mi simbolera!
No la puedo aborrecer.

Chacarera
Si la rubia no me quiere
mucho no la'i de rogar;
para eso tengo mi negra;
para mí es igual.

Cuando tomo vino Toro
y la comienzo a empinar,
si me duele la cabeza
tomo Mejoral.

Yo no lo envidio al platudo,
al pobre con más razón;
tanto el rico como el pobre
irán al cajón.

Muerte si me andas buscando
hacete la que no me ves;
llevalo al que menos toma;
dejame después.

Gato
Veinticinco limones
carga una rama,
y amanecen cuarenta
por la mañana.

Pasate al otro lado,
¡ay!, que me fundo
por una que se llama...
ya no me acuerdo.
©Ramírez de Velasco

Comentarios

  1. Interesantes coplas. Hay que publicarlas.

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  2. Todo lo que se vive, se transmite y en esa elipsis de todos los que vivimos damos cuenta que si vivieron aquello que trasciende nuestras vidas. Hay que ver y creer que se vive. Viva la música

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