El soldado Carrasco |
El 6 de abril de 1994 aparece muerto el soldado conscripto Omar Carrasco, se dijo que había desertado, pero se comprobó que había estado en el cuartel
El 6 de abril de 1994 apareció muerto el soldado Omar Carrasco. El 3 de marzo se había incorporado como conscripto al Grupo de Artillería 161 en Zapala, Neuquén. Desapareció el 6 de marzo y se lo declaró desertor. El cadáver fue hallado en el campo y se comprobó que había estado veinte días en el cuartel. Su muerte aceleró el proceso de fin del Servicio Militar Obligatorio.
El subteniente Ignacio Canevaro y dos soldados, Víctor Salazar y Cristian Suárez, fueron condenados por el crimen. Canevaro recibió quince años y los soldados, diez. Varios oficiales fueron procesados por encubrimiento, pero la causa prescribió.Hubo luego un proceso judicial para aclarar esta muerte. Según la versión oficial, Carrasco falleció tres días después de su ingreso debido a un hemotórax causado por una golpiza propinada por dos conscriptos durante un "baile", término militar que alude al castigo físico. Supuestamente, la orden provino de un subteniente.Este suceso y los conflictos derivados de él tuvieron un impacto sociopolítico significativo en Argentina y se considera uno de los motivos por los cuales se suspendió la ley que establecía el servicio militar obligatorio en el país. A pesar de los intentos de reinstaurarlo, la mala imagen generada tras este caso continúa generando tensiones en el debate sobre el tema.Omar Octavio Carrasco, nacido en Cutral-Có, provincia de Neuquén, el 5 de enero de 1974, fue llamado para cumplir el servicio militar al cumplir los 18 años. Lo asignaron al Grupo de Artillería 161 en Zapala, incorporándose el 3 de marzo de 1994 y desapareciendo tres días después. Tras la denuncia de sus padres, su cuerpo fue hallado un mes más tarde en las instalaciones del regimiento.
Tras ser sorteado para el servicio militar obligatorio, Carrasco se unió al Grupo de Artillería 161 del Ejército Argentino en Zapala el 3 de marzo de 1994.
Tres días después, se informó que había desaparecido y fue considerado desertor. Cuando sus padres fueron a visitarlo durante su primer permiso interno, se les informó sobre su supuesta desaparición.
La versión oficial fue cuestionada por sus padres, que conocían su personalidad y consideraban improbable que desertara. A pesar de sus esfuerzos, ninguna autoridad militar les proporcionó respuestas. La justicia federal de Zapala demoró en investigar el caso, lo que provocó la movilización y presión de la opinión pública. Un mes después, se encontró su cuerpo en el cuartel.
La entomóloga forense Adriana Oliva, investigadora del Conicet y doctora en Ciencias Biológicas, participó en una segunda autopsia que reveló que el cuerpo había estado oculto en el cuartel durante más de 20 días antes de ser trasladado y reportado como encontrado, lo cual fue crucial para aclarar el caso.
A pesar de las irregularidades en la obtención de pruebas durante el juicio, tres personas fueron condenadas, el subteniente Canevaro a 15 años de prisión y los soldados Suárez y Salazar a 10 años. Sin embargo, siguen las dudas ´debido a la falta de pruebas concluyentes y a evidencias que contradicen las sentencias.
En investigaciones posteriores sobre el encubrimiento del crimen, se descubrieron pruebas que sugerían la participación de médicos militares en la muerte de Carrasco, lo que cuestionó aún más la veracidad de las condenas originales. La falta de claridad en este caso contribuyó a la percepción de injusticia y dejó abierto el debate sobre los verdaderos responsables del crimen.
©Juan Manuel Aragón
Porque se incorpora en 1994 con 20 años? Habría un error en los datos?
ResponderEliminarUna triste historia de un muchacho al que le truncaron la vida un soberbio y dos olfas...Terminaron no solo con l ávida de carrasco sino con el Servicio Militar,que tan buena falta nos hace
ResponderEliminar