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EMPRESARIOS Una inútil persecución

Relación rota

Algunos se empeñan en coartar a sus antiguos empleados, la posibilidad de conseguir un nuevo trabajo, qué podría suceder


Hay una clase de hombres que creen perseguir a la ex mujer o ex novia, hablando mal de ella, contando intimidades, diciendo a todo el mundo que es una esto o una aquello, para, de esa manera, quitarle posibilidades de conseguir un buen partido. Son macanas. ¿Se pelearon?, ya está, dejala que se mande a mudar tranquila, chau, chau, que te vaya bien, olvidate, concéntrate en lo tuyo.
Bueno, algunos empresarios santiagueños actúan como el novio o el marido despechado, sólo que lo hacen con los empleados que se van de sus firmas, sus comercios, sus compañías, sus sucursales, sus negocios. Por equis razones, el empleado presenta su renuncia o manda el telegrama anunciando que a partir de ese día no irá más. El dueño de la empresa no solamente no entregará una buena referencia de su antiguo empleado, sino que lo perseguirá dondequiera que consiga un trabajo, para amenazar a sus dueños: “O lo echan o ya saben”.
Perdone si suena mal, pero eso es de mal bicho, de gente de mala entraña, de reverendos malnacidos. Hay dos o tres en Santiago que actúan de esa manera. Aducen que ellos los formaron, muchas veces sostienen que les enseñaron a trabajar, los instruyeron sobre el oficio, por lo que no debieron haberlos dejado. Y cada vez que les pidan referencias, lanzarán un anatema contra aquel que, según ellos, se portó mal: “El que lo tome me perderá como cliente /proveedor /distribuidor”.
A veces se trata de gente que gana millones de pesos por día, tiene empresas que emplean a cientos de trabajadores, se codea con lo más granado de la política, las finanzas, el arte, la religión, el deporte, pero recuerda, con una fijación digna de otras causas, a aquel que supuestamente fue ingrato porque lo dejó de manera injusta, según calculan.


Oiga, el tipo a quien persigue trabajó, se sacrificó, puso el hombro para la empresa y, por hache o por be, un día decidió buscar otros rumbos. Es cierto que aprendió a trabajar en esa camisería, en esa talabartería, en lo que fuere, pero el otro no le enseñó gratis ni porque es buenito, su tarea lo ayudó a sacar adelante el negocio. Uno y otro se favorecieron mutuamente. Entonces, ¿por qué perseguirlo?, ¿por qué ensañarse?, ¿por qué tener tan mala entraña?, ¿por qué ser tan vil, rastrero, despreciable?
Además, el que se fue, puede ser que si lo persiguen le cueste más conseguir un trabajo, pero igual va a seguir viviendo y de alguna manera se arreglará para salir adelante, aunque el otro crea que le coartó toda posibilidad de hacerse de un nuevo empleo.
Y quedará odiándolo para todo el viaje.
Mire, es poco probable que se vuelvan a cruzar, pero la vida tiene tantas vueltas que, por ahí, quién le dice, el que ahora es un adinerado hombre de negocios, en una particular encrucijada de sus quehaceres necesita del otro como última tabla de salvación. ¿Qué cree que va a pasar?
Lo dejo a su criterio, según dijo una famosa de la tele.
Juan Manuel Aragón
A 8 de septiembre del 2024, en El Mojón. Leyendo al cura Castellani.
Ramírez de Velasco®

Comentarios

  1. Una Gran Realidad. Para tener en cuenta. Juan Manuel ...siempre pone..." El dedo en la Llaga."..

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  2. He conocido ese tipo de gente y los he visto actuar de esa manera. Mala gente.

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  3. La teoría de la plusvalía, o plusvalor, es una mentira ?...Es subversiva? No es simpática...? Si... pero paso de moda che ( científica explicación )...

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