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| Agustín Justo |
El 29 de diciembre de 1933 se levantan en armas sectores del radicalismo yrigoyenista contra el gobierno de Agustín Pedro Justo
El 29 de diciembre de 1933 hubo un levantamiento armado y cívico-militar impulsado por sectores del radicalismo yrigoyenista contra el gobierno de Agustín Pedro Justo, durante la denominada Década Infame. Fue planificado como parte de una serie de intentos por recuperar la institucionalidad democrática luego del golpe de Estado de 1930, y tuvo su epicentro en la región del Litoral, principalmente en Paso de los Libres, provincia de Corrientes.La conspiración fue organizada en la noche del 28 de diciembre de 1933 y estalló al día siguiente con ataques simultáneos en distintos puntos del país. Los sublevados se dividieron en varias columnas con objetivos diversos: grupos intentaron acciones en Santa Fe, Rosario y localidades de la provincia de Buenos Aires, mientras una fuerza más numerosa organizada en Brasil cruzó el río Uruguay bajo el mando del teniente coronel Roberto Bosch con la intención de tomar Paso de los Libres y expandir la rebelión.Al frente de una de las columnas que actuaron en la zona del río Uruguay marchaban unos 150 hombres. Entre sus integrantes se encontraba el joven militante Arturo Jauretche, quien con el tiempo sería una figura destacada en el pensamiento político argentino. La sublevación reflejaba el descontento de sectores radicales e irrumpió en un contexto de abstención electoral decretada por la Unión Cívica Radical y disputas internas de ese partido ante la proscripción de sus principales líderes en los procesos electorales de los años previos.
El levantamiento se vinculó también con planes de acción más amplios que contaban con el apoyo de otros oficiales y civiles en distintas regiones, aunque la mayoría de esos grupos fueron rápidamente neutralizados por las fuerzas gubernamentales. En Paso de los Libres, a pesar de algunos enfrentamientos iniciales, los rebeldes fueron derrotados en pocas horas por las tropas leales al gobierno. El movimiento no logró consolidar una ofensiva eficaz y fue derrotado por la superioridad militar estatal.
Ante la magnitud de la insurrección, el presidente Justo decretó el estado de sitio en todo el país, ordenó la detención de líderes revolucionarios y desplegó un severo procedimiento de represión. Parte de los dirigentes radicales que participaban de convenciones y reuniones políticas fueron arrestados, y varios fueron enviados a lugares de detención como la isla Martín García o al exilio.
La represión estatal superó el fracaso de la insurrección armada al disolver las columnas rebeldes y asegurar el control del territorio. Cientos de radicales fueron detenidos en distintas provincias, entre ellos dirigentes destacados, lo que debilitó aún más la capacidad organizativa del movimiento yrigoyenista en los años siguientes.
El levantamiento se inscribe en una serie de episodios de resistencia contra los gobiernos surgidos tras el golpe de 1930, siendo uno de los más ambiciosos intentos radicales de recuperar espacios políticos con acciones armadas. A pesar de su fracaso, estos hechos marcaron la persistencia de la oposición al régimen conservador y la dificultad de los sectores democráticos para articular respuestas eficaces frente a la represión estatal y al control político ejercido por la llamada Concordancia durante la Década Infame.
El relato de ese 29 de diciembre recuerda la división de fuerzas, la rápida derrota de los insurrectos y las consecuencias represivas que siguieron, aspectos que ilustran la compleja dinámica política argentina de principios del siglo XX.
Ramírez de Velasco®


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