Tango “Quienes lo conocen de antes, cuentan que, de joven, cuando se casó con su señora, la Porota, dejó de andar de farra” Con la popularización de la frecuencia modulada a Huguito Aguirre le dieron un programa de radio los domingos a la mañana para que pasara tangos milongas, pasodobles. La verdad es que Huguito no ha leído mucho de tango y de música sabe menos. Pero tiene una colección de unos diez mil discos compactos y otros tantos casetes que fue juntando durante toda su vida. Y con eso le alcanza y sobra para ganar por poco. Los amigos se le fueron muriendo cuando se fue poniendo viejo. Entonces tomó otra personalidad, la de quien no había sido y ya no podría ser. Se inventó una juventud bohemia, mujeres livianas y bailes de antología a los que jamás había asistido. Los vivos no tenían como discutirle y los finados menos. Le llegaron mentas de los bailes de antes, algunos de armas llevar, con hembras bravas, “minas fieles de gran corazón” como dice, justamente el tango. Y con an...
Cuaderno de notas de Santiago del Estero