Emoción de la primera cita Cómo se comporta el hombre distinguido con el bello sexo, qué hace y qué no se permite bajo ninguna circunstancia El hombre elegante jamás habla de una dama ni bien ni mal, para que no se crea con su alabanza que la conoce íntimamente ni se sepa con su crítica, que es un despechado. Si alguien le pide opinión sobre Fulanita dirá solamente: “Una chica agradable”. Si es casada lo único que se permitirá expresar es: “Una buena mujer”. Y nadie sacará un sonido más de su boca acerca de esa Fulanita u otras. La elegancia del hombre no se percibe en la manera de vestir, pues puede ser alguien zaparrastroso, que sin embargo sepa las normas del buen gusto para tratar a las mujeres o uno de esos encajados en chupines a la moda con camisa al tono, que no saben ni siquiera nombrarlas sin que suene a insulto. Cuando le presenten a una dama, jamás dirá: “Ya nos conocemos” a menos que sea la hermana o una pariente muy cercana o querida. Siempre esperará que sea ella la que
Cuaderno de notas de Santiago del Estero