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Mostrando las entradas etiquetadas como Quince años

EDUCACIÓN Último primer día

En la puerta del colegio San Francisco,hace un rato Da para pensar el hecho de que luego de catorce años de instrucción formal, los chicos salgan a hacer salvajadas para festejar que este año terminarán la escuela Por Simón de Ponferrada Para llegar a quinto año del secundario, un alumno pasa en Santiago del Estero, tres años de jardín de infantes, siete de primaria y cinco de secundaria. Quince años de su vida en los que supuestamente no solamente adquirió conocimientos que luego le servirán en su vida, sino también valores que los harán mejores personas. En los colegios de orientación católica se supone que los maestros se esmerarán un poco más, porque además los tienen que sacar buenos cristianos. La realidad siempre se esfuerza en desmentir los ideales con una fuerza que, a veces, es arrolladora. La moda de los últimos años de los alumnos, es festejar la última vez que tendrán su primer día de clases: lo llaman el último primer día y los periodistas, como para mostrar empatía lo re

LEÍDO PARA USTED Cómo jubilarse en Rusia

Portada del diario Contexto. El problema son los viejos, en la sociedad aumenta la gente mayor y van mermando los jóvenes. El Estado idea un sistema de inversiones a cobrar de aquí a quince años, como un ahorro entre el trabajador, los bancos y el Estado. Usted le entrega su dinero al banco, el Estado hace su aporte y todos salen ganando. Es obvio que, para ver si funciona hay que esperar hasta el 2039. En ese tiempo, cuando haya que felicitar o maldecir a quienes idearon este ahorro, es probable que no estén a mano. En la Argentina nadie confiaría, por supuesto, pero no hay por qué estar tirando ideas. El dato de color es que el simpático Estado ruso sabe cuánto gana cada trabajador. Programa de ahorro a largo plazo: ha entrado en vigor una ley sobre un programa de ahorro a largo plazo, ¿vale la pena unirse? Por Evgeny Belyakov del Komsomolskaya Pravda de Moscú, Rusia (Resumen) Este es otro intento del Estado de obligarnos a ahorrar dinero para nuestra vejez. Preveo su escepticismo: