Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando las entradas etiquetadas como Samarcanda

SAMARCANDA La joya del Asia

Samarcanda Es más hermosa de lo que se cuenta, la ciudad con un nombre ligado a la leyenda de los genios invisbles En el nombre de Dios, el Clemente, el Misericordioso, escribo estas líneas para dejar memoria de la ciudad que brilla como un jardín en medio del desierto. Samarcanda, la noble, la espléndida, la joya del Asia, en el corazón de Transoxiana: ahí se cruzan las rutas de seda y caravanas. Cada piedra sobre piedra, si es queda alguna, guarda la huella de imperios y profetas. Así lo oí de labios de los viejos, y lo dejo escrito para quien venga después de mí. Dicen los ancianos que Alejandro, llamado Iskandar por nosotros, pasó por aquí después de vencer a Darío, y que al contemplar la ciudad exclamó: “Todo lo que he oído sobre Samarcanda es verdad, salvo que es aún más hermosa de lo que se cuenta”. Y así quedó su nombre ligado a la leyenda de sus murallas, que parecían hechas para resistir no a hombres, sino a genios invisibles. Se dice que aún de noche se escuchan sus pasos, c...

DESCRIPCIÓN El circo de Samarcanda

Mezquita Bibi-Khanim, Samarcanda Todos los días a la tardecita, las teclas de la computadora arman los retazos de recuerdos en un solo escrito que dará cuenta de un oficio falaz y mal compuesto Voy donde vuela mi imaginación, Londres, Tokio, la Conchinchina, Puesto de Juanes, Perico del Carmen, Coahuila, la calle España al 100 de La Banda. Vuelvo en el tiempo los años que me da la gana, a la infancia, al tiempo de los indios matreros, a la época de los dinosaurios; vivo fantásticas aventuras, maravillosas peripecias, ando en medio de ocurrencias siempre infrecuentes, siempre distintas, arduamente ilusorias. Soy a la vez un príncipe, un mendigo, un gran visir, un escriba o un súbdito común y corriente que mira los acontecimientos desde la ventana de su casa, arroja piedras a los castillos o los defiende a capa y espada. Seduzco a las mujeres más hermosas de Santiago del Estero, ¡qué digo!, del mundo y de sus alrededores, casi todas me dejan plantado en la mitad de una página de pasión, ...