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| Traiganlos a casa ahora, dicen los carteles de organizaciones con culpa |
La ciudadanía israelí se indignó cuando oyó al liberado Farhan Al Qadi, contar que vio morir a Aryeh Zalmanovich por no recibir sus remedios
A medida que avanza el desarrollo del conflicto bélico en Oriente Cercano, entre Israel y el Hamás, se va haciendo cada vez mayor la indignación que causa entre la ciudadanía israelí, la actitud de instituciones internacionales como la Cruz Roja y la Organización de las Naciones Unidas, pues cada vez con más evidencia es patente que actúan en favor de los terroristas palestinos, abandonando su deber de, al menos, velar por la salud de los secuestrados y retenidos en la Franja de Gaza.
El último caso que despertó la ira de los israelíes es el del anciano Aryeh Zalmanovich, de 86 años, secuestrado de su casa en el Kibbutz Nir Oz. El liberado Farhan Al Qadi, rescatado del cautiverio por el ejército israelí, dijo que vio a Aryeh morir a su lado, luego de que no recibió los medicamentos y el tratamiento médico que necesitaba. Este testimonio completó para sus amigos, vecinos, conocidos y la sociedad israelí en general, el cuadro doloroso, sobre los momentos de infierno que atravesó desde que lo secuestraron hasta el trágico final.
Aryeh Zalmanovich, según refirió Farhan Al Qadi, murió después de no recibir la medicación y la atención médica que necesitaba.
El 7 de octubre del año pasado, el Hamás penetró en territorio israelí a sangre y fuego. Luego se comprobó que entre los terroristas actuaban armados agentes de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo, que depende directamente de la Organización de las Naciones Unidas. El hecho causó indignación entre la ciudadanía israelí, sobre todo porque la ayuda humanitaria que distribuye esta organización, es provista por países occidentales, pero especialmente por el propio Israel.
Al parecer esta organización de ayuda a los palestinos fue el vehículo que usaron los terroristas para financiarse con dinero proveniente de algunos países, entre ellos Estados Unidos y sus aliados en Europa.
Cada momento que siguen pasando en cautiverio es un peligro real para la vida de los secuestrados. Hace varios meses Qatar, como mediador, se comprometió a supervisar la llegada de remedios a los secuestrados. Pero los israelíes piensan que quizás no tuvieron tiempo para mirar por la salud de los civiles secuestrados por los terroristas, pues estaban ocupados en salvar el pellejo de Yahya Sinwar, cabecilla del grupo terrorista.
Ramírez de Velasco®
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