Ir al contenido principal

1959 CALENDARIO NACIONAL Scalabrini

Scalabrini Ortiz

El 30 de mayo de 1959 muere Raúl Scalabrini, correntino que fuera agrimensor e ingeniero, además de historiador, filósofo, periodista, escritor, ensayista y poeta


El 30 de mayo de 1959 murió Raúl Scalabrini Ortiz. Había nacido en Corrientes, el 14 de febrero de 1898 y fue historiador, filósofo, periodista, escritor, ensayista y poeta, además de agrimensor e ingeniero. Amigo de Arturo Jauretche y Homero Manzi, con quienes fue parte de FORJA, adhirió a la corriente revisionista de la historiografía argentina y al nacionalismo.​
Era hijo del naturalista Pedro Scalabrini, nacido en Italia, que dirigió el museo de Paraná, Entre Ríos. Su madre, Ernestina Ortiz, había nacido en la provincia de Entre Ríos, y venía de una familia criolla descendiente de los primeros conquistadores españoles.
Viajó a Buenos Aires para estudiar Ingeniería en la Facultad de Ciencias Exactas, y se acercó al círculo de intelectuales y escritores que se reunían en torno a Macedonio Fernández.
Su primera publicación fue una colección de cuentos breves reunidos en el libro La Manga en 1923.
En 1931 publicó El hombre que está solo y espera. Obtuvo un claro reconocimiento de los círculos intelectuales y el Premio Municipal. Pero en vez de convertirse en un laureado escritor, comenzó su monumental investigación socioeconómica e histórica nacional. Su obra estuvo desde entonces, cruzada con estas investigaciones.
Se destacó como ingeniero y diseñador ferroviario. Hizo prototipos de locomotoras de alta velocidad y perfil aerodinámico, pero sus proyectos no tuvieron apoyo institucional.
Fue parte, con otros intelectuales, de la revolución radical de 1933, liderada por el teniente coronel Gregorio Pomar. Cuando los derrotaron, fue desterrado a Europa.
Lejos de convertirse en un liberal, allá aclaró su visión sobre el sometimiento de la Argentina a Gran Bretaña, al descubrir que los diarios en Italia y Alemania se referían a la Argentina como una colonia del Imperio británico.​
En Europa comenzó a publicar ensayos sobre la cuestión nacional y el imperialismo británico, en el Frankfurter Zeitung,​ uno de los pocos periódicos democráticos de Alemania en ese tiempo, y el único que no llegó a controlar del todo el Gobierno nazi.​
En 1934, a los 36 años, volvió a la Argentina, y se aproximó a FORJA, movimiento creado por Arturo Jauretche, Gabriel del Mazo, Luis Dellepiane, Homero Manzi, Darío Alessandro, Roque Raúl Aragón y otros. Escribió y publicó numerosos estudios en los Cuadernos de FORJA.
Dio muchas conferencias sobre temas relacionados con la dependencia argentina y sobre cómo se mueven los hilos del poder económico del país. Su tema principal serán los ferrocarriles ingleses, a los que consideraba claves para el funcionamiento colonial.
En 1943, renunció a la FORJA, que había apoyado el levantamiento que luego llevaría al poder a Juan Domingo Perón. Durante la época de Perón le taparon la boca Ni un diario le abría sus columnas. Ni una revista. Ni una tribuna. Sólo alcanzó a dar tres conferencias en un centro obrero y Borlenghi lo hizo clausurar.​
De todas maneras, también estuvo en contra del derrocamiento de Perón en 1955 y se opuso a la Revolución Libertadora, en la que veía el retorno al poder de las oligarquías que se beneficiaban de la dependencia económica de la Argentina. Desde la revista Qué! criticó las medidas del gobierno que consideraba un retroceso.
Dicen que murió de tristeza, amargado por lo que sucedía en la Argentina de Arturo Frondizi y los radicales, que habían vuelto, como torna la cigüeña al campanario. Luego de su muerte, los liberales siguieron escupiendo sus ideas y los peronistas se quisieron apoderar del enorme legado de ideas que dejó. Ni unos ni otros llegaron a saber cuál era su obra, de qué trataba y qué significaba para el país.
©Juan Manuel Aragón

Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares (últimos siete días)

CUENTO Los negros de abajo

Imagen de ilustración nomás Que narra lo que sucedió el día que en la oficina decidieron instalar cámaras de vídeo para ver qué hacían los empleados Un buen día pusieron cámaras en el trabajo. Las ubicaron estratégicamente, una en cada oficina y dos en la que le decíamos “La Perrera”. Roberto, que siempre amagaba con levantarle la pollera a la Patri, sólo para ver qué color de bombacha llevaba, dejó de hacerlo; Sonia no lo imitó más a Fallon cuando salía del baño secándose las manos con el pañuelo y Mariano, que siempre se levantaba de la silla para hacer ejercicios físicos y desentumecerse, se abstuvo de sus sesiones de gimnasia. Decían que el dueño tenía el televisor en su despacho y se divertía mirándonos. Alguno comentó, medio en serio, medio en broma, que había dicho: “Los esclavos de abajo trabajan bien, pero si se lo controla son inmejorables”. Aunque eso de los esclavos o los negros de abajo era cierto, siempre lo decía casi con satisfacción. Su oficina quedaba arriba, obviamen...

1988 AGENDA PROVINCIAL Ávila

Eduardo Ávila, el hijo más conocido de Orlando El 12 de julio de 1988 muere Orlando Ávila, folklorista y director del conjunto “Los Ávila”, que deja una huella imborrable en la música tradicional El 12 de julio de 1988 murió Orlando Ávila, destacado folklorista santiagueño y director del conjunto “Los Ávila”, que dejó una huella imborrable en la música tradicional de la provincia. Nacido en Santiago del Estero, dedicó su vida a la difusión de las tradiciones musicales de la provincia, particularmente la chacarera, género que llevó a diversos escenarios del país. Su liderazgo al frente del conjunto familiar consolidó un estilo auténtico, profundamente arraigado en la cultura santiagueña. “Los Ávila” se formaron en el seno de una familia apasionada por el folklore. Orlando, como cabeza del grupo, guio a sus integrantes, entre ellos su hijo Eduardo Ávila, conocido como “El Santiagueño”. El conjunto se destacó por interpretar chacareras, zambas y vidalas, géneros que reflejaban la esencia ...

QUIMERAS El sabor del vacío

Pobre náufrago Una reflexión sobre cómo la búsqueda de gozo lleva a consumir la vida, pero nos deja a la deriva en un océano sin faro La felicidad, ese anhelo antiguo que prometía plenitud, ha sido el motor de innumerables gestas y tragedias. En su nombre se alzaron banderas, se trazaron fronteras y, no pocas veces, se derramó sangre. Porque la felicidad de unos, en su voracidad, a menudo se nutre de la desdicha de otros. Alguien, en algún rincón del mundo, mueve los engranajes del contento ajeno, y en ese girar frenético no hay sosiego, sino un eco de dolor. Con el tiempo, los herederos de esa quimera abandonaron la felicidad como meta inalcanzable. En su lugar, abrazaron la diversión, un refugio más ligero, más inmediato. Llegaron los años 80 y 90, cuando la vida se midió en una dicotomía simple: divertida o aburrida. Nadie, por supuesto, quiso quedarse en el tedio. El jolgorio, las risas, la música atronadora y las luces titilantes se coronaron como el nuevo fin del hombre. Ya no se...

1586 CALENDARIO NACIONAL Rojas

Español en América (idea aproximada) El 15 de julio de 1586 llegó a Santiago Mateo Rojas de Oquendo, conquistador que escribió los primeros versos de estas tierras, considerado el primer poeta santiagueño y riojano El 15 de julio de 1586 llegó a Santiago del Estero, Mateo Rojas de Oquendo. Fue el conquistador español que escribió los primeros versos de estas tierras, considerado el primer poeta santiagueño y riojano. Se supone que nació en 1559, probablemente en Sevilla, según surge de sus propios poemas y se pierde noticia de su vida en 1612, en tiempos en que no todo se registraba en papel y la vida tenía mucho menos valor que en los tiempos presentes. El interés literario por su obra radica en el misterio en torno a su poema “Famatina”, que se ha perdido. El nombre completo de este poema, de veintidós cantos y de trecientas hojas, es “Famatina y conquista y allanamiento de la provincia de Tucumán desde la entrada de Diego de Rojas hasta el gobierno de Juan Ramírez de Velasco”. Es ca...

1938 AGENDA PROVINCIAL Olaechea

Olaechea (gentileza de Antonio Castiglione) El 16 de julio de 1938 muere Pedro Pablo Olaechea y Alcorta, destacado abogado, juez federal, senador y académico El 16 de julio de 1938 murió Pedro Pablo Olaechea y Alcorta, en Buenos Aires. Fue un destacado abogado, juez federal, senador y académico. Nacido en Santiago del Estero el 20 de marzo de 1855, era hijo de Pedro Pablo Olaechea y Carmen Alcorta. Su familia, de profunda raigambre santiagueña, enfrentó persecuciones durante el régimen de Juan Felipe Ibarra, lo que marcó su infancia. Estudió en el Colegio Nacional de Santiago del Estero, destacándose por su dedicación, y luego cursó Derecho en la Universidad de Buenos Aires, donde se graduó en 1879. Inició su carrera como abogado en Santiago, especializándose en casos civiles y comerciales. En 1883 fue designado juez de primera instancia en su provincia natal, cargo que desempeñó con notable rigor. En 1890 ascendió a juez federal, resolviendo casos de relevancia nacional con un enfoque...