Miguel Ángel Briante |
El 25 de enero de 1995 muere Miguel Ángel Briante, escritor, periodista y guionista que deja una huella profunda en el panorama cultural del país
El 25 de enero de 1995 murió Miguel Ángel Briante. Fue una figura emblemática en la literatura argentina. Conocido como escritor, periodista y guionista, su obra literaria, aunque breve, dejó una huella profunda en el panorama cultural del país y más allá. Había nacido el 19 de mayo de 1944 en General Belgrano, provincia de Buenos Aires, el mismo lugar en que murió.Desde muy joven demostró un talento innato para la narrativa. A los 17 años, en 1961, ganó el Concurso de Cuentistas Americanos organizado por la revista El escarabajo de oro con su cuento "Kincón". Este reconocimiento inicial fue un presagio de su futura contribución a la literatura. El jurado, con figuras de la talla de Augusto Roa Bastos, Beatriz Guido, Dalmiro Sáenz y Humberto Costantini, vio en su escritura una voz fresca y prometedora.Sus primeros libros de cuentos, Las hamacas voladoras (1964) y Hombre en la orilla (1968), reflejaban un estilo distintivo, marcado por un realismo amplio y una narrativa que se resistía a las convenciones. Mo solo describía los paisajes y personajes de su pueblo natal, sino que los revestía con un lenguaje que capturaba la esencia del habla cotidiana influido por la oralidad y autores como Faulkner, Onetti y Juan Rulfo.
Paralelamente a su carrera literaria, se sumergió en el periodismo, colaborando con publicaciones como Confirmado, Primera Plana, Panorama, El Porteño, Tiempo Argentino y Página/12. Su trabajo en estos medios le dio una perspectiva única sobre la sociedad de su tiempo, que se filtraba en su escritura con un toque de crítica social y una observación aguda de la vida diaria.
En 1971 coescribió el guion de la película Por los senderos del Libertador, bajo la dirección de Jorge Cedrón, proyecto encargado por el entonces presidente, Alejandro Agustín Lanusse. Este trabajo evidenció su capacidad para transitar entre diferentes formas de narrativa, siempre manteniendo su voz distintiva.
La publicación de su única novela, Kincón (1975), marcó un punto culminante en su carrera. La novela, basada en el cuento homónimo, fue una exploración más profunda de los temas y personajes que habían poblado sus cuentos, presentando una visión más amplia de su universo literario. En 1993, a insistencia de Juan Martini, revisó y reeditó esta obra, demostrando su compromiso con la perfección literaria.
En 1982, junto a Gabriel Levinas y Jorge Di Paola, fundó la revista El Porteño, que se convirtió en un foro para el pensamiento crítico y la cultura. Su tercer libro de cuentos, Ley de juego (1983), continuó explorando su estilo característico, donde el ritmo, el diálogo y la atmósfera eran tan importantes como la trama.
A lo largo de su vida ocupó varios cargos culturales, como asesor y director del Centro Cultural Recoleta, desde el que influyó en la promoción de las artes y la literatura. Su muerte en 1995, por una caída del techo de su casa, fue una pérdida inesperada para la cultura argentina, pero su legado ha continuado a través de publicaciones póstumas como Desde este mundo (2004) y Entrevistas (2019).
Es recordado no solo por su obra, sino por su capacidad para capturar la esencia de un lugar y de sus habitantes, haciendo de cada historia una ventana a una realidad compleja, rica en matices y humanidad. Su narrativa, a través de la elección precisa de las palabras, logró hacer de lo ordinario algo extraordinario, asegurando su lugar como una de las voces más claras y perdurables de la literatura argentina.
Juan Manuel Aragón
Ramírez de Velasco®
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