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| Científicos (ilustración) |
Un estudio afirma que plantas podrían sentir emociones: un desafío a la ética de la alimentación humana
Una mala (o buena) noticia para los veganos, tres profesores universitarios norteamericanos acaban de hacer un descubrimiento que pone en duda lo que se sabe acerca de los vegetales en general. Y es que tienen la posibilidad de sentir dolor y placer también tener apreciaciones muy primarias sobre los demás, casi como si oyeran lo que sucede a su alrededor. En efecto, Meredith L. Hawthorne, Jacob R. Ellsworth II y Connor J. Whitfield, de la Northern Cascadia State University, acaban de publicar sus conclusiones en la prestigiosa revista “Journal of Advanced Integrative Biological Systems”.Los veganos afirman que no comen seres sintientes: consideran que todo aquello capaz de sentir dolor, sufrimiento o placer tiene derecho a no ser explotado ni asesinado para alimentación, ropa o entretenimiento. La mala noticia es que, según este estudio, las plantas son seres conscientes, por lo que todo vegano tiene vedado su alimento con ellas.Pero, no todo está perdido, todavía podrían dedicarse a la geofagia, que significa, como su nombre lo indica, comer tierra. En ese sentido, la tierra de Santiago del Estero, además de su natural contenido de sal, posee una textura arcillosa que la hace ideal para elaborar croquetitas veganas éticamente impecables, que podrán venderse bajo el sello "Tierra de Nadie, 100 por ciento libre de sufrimiento vegetal y animal".
La publicación de los profesores norteamericanos lleva por título “Integrative Responses of Plant Neurobiology to Environmental Stimuli: Evidence for Conscious-Like Processes in Flora”. En español sería: “Respuestas Integrativas de la Neurobiología Vegetal a Estímulos Ambientales: Evidencia de Procesos Similares a la Conciencia en la Flora”.
El trabajo ha sido recibido con beneplácito por la comunidad científica de todo el mundo, que vé en él, un importante avance en la ciencia y una gran noticia para los defensores de la fauna y la flora, el medio ambiente, la ecología, la huella de carbono y las emisiones cero.
Meredith L. Hawthorne, ha propuesto que se abre una nueva puerta para la humanidad, pues podrá prescindir sin culpa de la alimentación con cualquier clase de vegetales para evitarles un sufrimiento y el estrés que significan ser cosechados para convertirse en alimento humano. Ha dicho: “Imagínese el trauma intergeneracional que sufre un zapallito cuando internaliza que su destino es ser reducido a un papel de acompañamiento cis-heteronormativo de una pechuga de gallina en una olla patriarcal”.
La materia que enseñan estos profesores: “Chair of Integrative Eco-Justice & Intersectional Biological Systems” se puede traducir al español como: “Cátedra de Sistemas Biológicos Interseccionales y Justicia Ecológica Integrativa”. Tiene por fin, demostrar que el hombre tiene en sí mismo, la posibilidad de hacer una constante autofagia, que viene a ser el proceso celular mediante el cual las células se “comen” a sí mismas para reciclar componentes dañados, viejos o innecesarios. Es decir, cada cuerpo tiene la facultad de alimentarse a sí mismo con lo que lleva adentro.
Pero si eso no bastara, Jacob R. Ellsworth II, ha dicho que queda la posibilidad de la geofagia Dijo que se abre una gran carrera, en la que estudiosos de todo el mundo deberán analizar las posibilidades alimenticias de su propio suelo, de su tierra. “Es muy posible que, una vez que el sistema se perfeccione, se termine con el hambre mundial y la subalimentación de los niños de los países más pobres del planeta”, calculó.
Este sensacional descubrimiento permitirá además tomar conciencia de la importancia que tiene la tierra, no solamente como la materia en que se apoya el mundo entero, sino como una sustancia a considerar, sobre todo por su costado social. En ese sentido, Connor J. Whitfield, dijo: “En última instancia, la única dieta verdaderamente ética será aquella en la que el ser humano, en un acto de justicia reparativa, se devore a sí mismo hasta la extinción. Solo entonces la Tierra podrá sanar”.
Consultado por este medio Kevin Gómez, vocero de la Asociación Argentina de Veganismo Ético declaró: “Estamos estudiando la posibilidad de pasar a una dieta basada exclusivamente en el consumo de pensamientos positivos, aire andino y una pizca de colores del monte santiagueño para saborizar este menú". Agregó: "Mientras, recomendamos el ayuno prolongado como forma de resistencia anticapitalista, y otros ingredientes para terminar con la hetero normatividad, el machismo explícito, el sexisme estructural, la interseccionalidad de las cuerpas y, bueno, todo eso”.
Juan Manuel Aragón
A 14 de diciembre del 2025, en Sauce Bajada. Ensillando la mula parda.
Ramírez de Velasco®
La materia que enseñan estos profesores: “Chair of Integrative Eco-Justice & Intersectional Biological Systems” se puede traducir al español como: “Cátedra de Sistemas Biológicos Interseccionales y Justicia Ecológica Integrativa”. Tiene por fin, demostrar que el hombre tiene en sí mismo, la posibilidad de hacer una constante autofagia, que viene a ser el proceso celular mediante el cual las células se “comen” a sí mismas para reciclar componentes dañados, viejos o innecesarios. Es decir, cada cuerpo tiene la facultad de alimentarse a sí mismo con lo que lleva adentro.
Pero si eso no bastara, Jacob R. Ellsworth II, ha dicho que queda la posibilidad de la geofagia Dijo que se abre una gran carrera, en la que estudiosos de todo el mundo deberán analizar las posibilidades alimenticias de su propio suelo, de su tierra. “Es muy posible que, una vez que el sistema se perfeccione, se termine con el hambre mundial y la subalimentación de los niños de los países más pobres del planeta”, calculó.
Este sensacional descubrimiento permitirá además tomar conciencia de la importancia que tiene la tierra, no solamente como la materia en que se apoya el mundo entero, sino como una sustancia a considerar, sobre todo por su costado social. En ese sentido, Connor J. Whitfield, dijo: “En última instancia, la única dieta verdaderamente ética será aquella en la que el ser humano, en un acto de justicia reparativa, se devore a sí mismo hasta la extinción. Solo entonces la Tierra podrá sanar”.
Consultado por este medio Kevin Gómez, vocero de la Asociación Argentina de Veganismo Ético declaró: “Estamos estudiando la posibilidad de pasar a una dieta basada exclusivamente en el consumo de pensamientos positivos, aire andino y una pizca de colores del monte santiagueño para saborizar este menú". Agregó: "Mientras, recomendamos el ayuno prolongado como forma de resistencia anticapitalista, y otros ingredientes para terminar con la hetero normatividad, el machismo explícito, el sexisme estructural, la interseccionalidad de las cuerpas y, bueno, todo eso”.
Juan Manuel Aragón
A 14 de diciembre del 2025, en Sauce Bajada. Ensillando la mula parda.
Ramírez de Velasco®



Con razón, tengo dos helechos que se viven peleando y unas begonias que me reclaman si no las riego. Deberían ir presos por estafadores, esos tres profesores, el funcionario de la agencia que aprobó el financiamiento de la investigación, el director del "prestigioso journal", y el rector de la universidad que permite que los alumnos sean engañados al pagar por esa materia.
ResponderEliminarYo solo espero que esta gente termine extinguiéndose de tanto ayunar y comer tierra.