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| Ilustración |
Sin vaca, burro ni ovejas, los genios de la biodiversidad sustentable y sostenible están organizando una imposible recordación
Al Pesebre de la Navidad Ecológica que han inventado en varios organismos, como la Mnicipalidad de la Capital, le van a faltar la vaca, el burro y las ovejas. La emisión de metano generada por su sistema digestivo (la fermentación entérica), representa un vector clave de vulnerabilidad climática que compromete la agenda 2030 en el cuadrante de Belén. Se debe aplicar el Principio de Precaución Ambiental y reubicarlos inmediatamente en un santuario ético, evitando su participación en cualquier evento de marketing tradicionalista. Además, no hay que olvidarse de la agricultura regenerativa, que solo funciona si nadie come nada.Los pañales descartables con algodón orgánico, que deben ser comprados con blockchain para asegurar su trazabilidad, demuestran que San José no tenía el poder adquisitivo de clase media-alta progre, necesario para la paternidad sostenible. Es un fallo de inclusión financiera verde. Olvídese de los pañales de antes, pues la gestión hídrica en ese tiempo era lamentable.Si no hay ovejas, desmantele a los pastores. ¿Qué quiere que pastoreen?, ¿el aire descarbonizado? Olvídese del burrito para el viaje de vuelta; mejor entrégueles un scooter eléctrico o un carrito tipo cartonero con etiqueta de bajo impacto ambiental para que ahí transporten al recién nacido (evitemos el término "Niño Dios" por su sesgo machista y hetero patriarcal).
¿Le hicieron una cuna con pastito? No, señor, no se puede. Debe garantizarse la integridad ecosistémica del pasto, promoviendo su desarrollo sostenible endógeno bajo la doctrina del buen vivir vegetal. En su lugar, póngale cartones reutilizables certificados, optimizando así la huella de carbono neta cero.
Los Reyes Magos mejor que lleguen en vehículos 4x4 híbridos de alta gama (versión full), con la etiqueta de "Baja Emisión" y un certificado de compensación de CO₂. Vienen de hacer un taller de empoderamiento femenino en Jerusalén y transportan los regalos en contenedores marítimos de bajo impacto (que, por supuesto, llegaron por avión y contaminaron lo mismo que un pueblo pequeño, pero ¡eso es mitigación!). Vestidos con los colores del Arco Iris, porque la ecología va siempre de la mano con los colectivos vulnerados (LGBTQIA+XYZ) y la defensa de la infancia con perspectiva de género, ¿no?
¿Y la nieve de telgopor? ¡Un horror de residuo no procesable! Consiga una máquina de nieve industrial, como las de las pistas de esquí del sur argentino, siempre que sea alimentada con energía solar certificada, instalada en un megaparque fotovoltaico que, irónicamente, desplazó a varias especies endémicas. Esto es crucial para el desarrollo sostenible y sustentable del medio ambiente y la resiliencia ambiental.
Eso sí: unos meses antes, no olvide contactar a la persone gestante (la Virgen María). Recuérdele que su cuerpo es un territorio autónomo y que el niño, si nace, representará un déficit en la huella demográfica global que comprometerá el futuro de su jubilación. Explíquele qué quiere decir "muerte al machote", "mi cuerpo, mi decisión" y toda esa otra parafernalia de frases hechas. Si logra que no tenga ese niño, se ahorran más de dos mil años de fatal cristianismo, guerras, Edad Media, y la consecuente huella teológica asociada. Hoy los hombres seguirían peleando de caverna a caverna, pero felices y con un equilibrio demográfico más ajustado.
Saque todas las lucecitas LED del pesebre (contaminación lumínica), apague el arbolito y deje que se críe en libertad el lechón (liberación animal compensatoria) que pensaba asar. Esa noche, practique un consumo responsable auditado: coma arroz con sal y unas gotas de aceite ecológico premium. Ese aceite, que no se consigue en el almacén de la esquina, le será entregado en botellas descartables con certificado de bioplástico a precio de oro, porque siempre hay que tener en cuenta la gestión de residuos, la eficiencia energética, los servicios ecosistémicos, la mitigación del cambio climático, y la producción limpia.
Luego de aplicar todos los protocolos de deconstrucción social, logrará reducir el tradicional Pesebre de Belén a una instalación artística conceptual que cumplirá con todas las normativas de la Eco-burocracia Global, vacía de cualquier significado que no sea la autocomplacencia de su creador.
¡Feliz Navidad o, mejor dicho, Feliz Solsticio de Consumo Responsable y Huella de Carbono Cero!
Juan Manuel Aragón
A 20 de diciembre del 2025, en lo de mi suedra. Preparándome.
Ramírez de Velasco®
¡Feliz Navidad o, mejor dicho, Feliz Solsticio de Consumo Responsable y Huella de Carbono Cero!
Juan Manuel Aragón
A 20 de diciembre del 2025, en lo de mi suedra. Preparándome.
Ramírez de Velasco®



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