Granaderos de a caballo |
Dos hechos muy importantes del pasado ocurrieron en una fecha como hoy, pero pocos los recordarán porque los chicos no tienen clases
El 3 de febrero de 1813 se libró la Batalla de San Lorenzo. En las tropas realistas formaban milicianos reclutados en Montevideo al mando del capitán de milicias Antonio Zabala, que fue derrotado por el Regimiento de Granaderos a Caballo, al mando de José de San Martín. Esta batalla fue el bautismo de fuego para esta unidad militar, y para San Martín en las guerras de independencia hispanoamericanas.El 3 de febrero de 1852, fue la batalla de Caseros. El ejército de la Confederación Argentina, al mando de Juan Manuel de Rosas —gobernador de la provincia de Buenos Aires y Encargado de las Relaciones Exteriores de la Confederación Argentina—, fue derrotado por el Ejército Grande, que traía fuerzas de Brasil, Uruguay, las provincias de Entre Ríos, Corrientes y Santa Fe y los unitarios exiliados. Fue liderada por Justo José de Urquiza, gobernador de Entre Ríos, sublevado contra Rosas el 1 de mayo de 1851 y tuvo como consecuencia la renuncia inmediata de Rosas al gobierno y su exilio en Gran Bretaña.Se trata de dos importantes efemérides que son ignoradas casi por completo en la Argentina. Tanto, que quizás los únicos que festejen hoy sean los paraguayos residentes en el país, porque hoy es el día de San Blas, patrono del Paraguay.No se trata de un olvido sino de una conveniencia. Las efemérides se recuerdan en la Argentina, de marzo a noviembre, que son los meses que duran las clases. Se trata de días especiales que se usan exclusivamente para hacer turismo, pero si los chicos no tienen clases, no se ve la utilidad de declararlos feriados pues, de todas maneras no irán a la escuela.
Es decir, de manera quizás inconsciente, la escuela argentina fomenta en los alumnos la idea de que los próceres eran tipos que trabajaban solamente en período escolar y les hace creer que podían cambiar actos fundamentales de su vida para adaptarlos a feriados que ocurrirían más de 200 años después.
La comprensión de la historia en muchas escuelas de la actualidad, consiste en una dudosa cronología expresada en una “línea de tiempo”, que no busca entender qué sucedió para que hoy seamos lo que somos, sino solamente justificar el sueldo de los maestros y profesores.
De esta manera, San Martín, Belgrano, Urquiza, son para muchos, leves referencias de gente que vivió hace muchos años en el mejor de los casos. En el peor son nada más que nombres de calles, avenidas, plazas.
El abandono de la enseñanza de la historia como una manera de entender el presente es una constante en muchas escuelas de la Argentina. La materia es tomada como una obligación pasiva, un escollo inútil puesto por el Ministerio de Educación para dificultar el término de la educación primaria o la obtención del título secundario.
Hoy es fecha para recordar hechos del pasado en la Argentina, pero no se recordará y tal vez los chicos crean que es porque los próceres no trabajaban en vacaciones, tomaban licencia y se iban a Mar del Plata o a Miami a tomar sol y comprar baratijas.
©Juan Manuel Aragón
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