Carlos Ernesto Abregú Virreira |
El 16 de diciembre de 1891 una ley de Santiago del Estero concede gratuitamente a la empresa del Ferrocarril de San Cristóbal a Tucumán cuatro lotes de tierra fiscal
El 16 de diciembre de 1891 una ley de la provincia de Santiago del Estero concede gratuitamente a la empresa del Ferrocarril de San Cristóbal a Tucumán cuatro lotes de tierra fiscal destinados a casas para camineros. Según la ley, los lotes, de una hectárea de tierra cada uno, debían estar ubicados entre Bandera y Averías, Averías y Tacañitas, Tacañitas y Simbol Bajo y Melero.Otra ley santiagueña de esa misma fecha, Alfredo Bousquet, representante de la empresa, obtuvo otro beneficio, la explotación de madera de quebracho colorado “para el exclusivo uso de durmientes para la línea referida”.Según cuenta Carlos Abregú Virreyra, en el suplemento del diario El Liberal por los 50 años de su fundación: “Este valiosísimo material se extrajo de los imponentes bosques de Simbol Bajada y sus alrededores, cuando había quedado limpia de quebrachos la extensión de terrenos cedida por ley del 14 de diciembre de 1888, a las empresas constructoras de ferrocarriles, consistente en una lonja de terreno de 30 metros de ancho, a todo lo largo de sus líneas por todo el territorio provincial”.
Dos años después del descarrilamiento de Simbol Bajada, cuenta Abregú, el riel llegaba a la ciudad de Tucumán, punto terminal de la línea. Pero en el corazón del Gran Chaco, quedaría palpitanto un pueblo joven, con ansias de vida y de progreso: Añatuya.
El suplemento del cincuentenario del diario El Liberal describe a Abregú como “un positivo valor de la cultura argentina”, y dice de él que “es uno de los santiagueños que quiere entrañablemente a su tierra”, pues “en ella ha madurado para la noble devoción de las letras”.
Lo cierto es que se llamaba Carlos Ernesto Abregú Virreyra y era nacido en Cochabamba, Bolivia, en 1896, fue escritor, educador y periodista. Muy joven se vino a vivir a la Argentina y fue profesor de castellano e historia.
Ocupó varios cargos públicos como subsecretario de Hacienda y obras públicas de Santiago del Estero, de 1924 a 1925, ministro interino de Hacienda en 1925, e intendente de Santiago en 1946.
Fue director del Museo de Motivos Argentinos y de la biblioteca del folklore ‘José Hernández’, director del Museo Municipal de Artes Plásticas ‘Eduardo Sivori’ de Buenos Aires hasta 1950. Además, ocupó el cargo de subsecretario de Informaciones de la Presidencia de la Nación, fue director de la Escuela Argentina de Periodismo entre 1958 y 1959.
©Juan Manuel Aragón
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