Ir al contenido principal

INFANCIA Eran amigos

Los Reyes Magos

Cómo es. en la niñez, el proceso de darse cuenta de que una verdad fundamental está al alcance de la mano

Nosotros lo veníamos observando desde hacía dos o tres años, esa noche se hacía el tonto, se quedaba hasta tarde y a la mañana siguiente era el primero en levantarse. Después, en el desayuno nos contaba que habían venido del lado del portón grande y hasta nos mostraba los rastros. Con la emoción del momento casi no le prestábamos atención, estábamos en otra cosa, mirando la pelota que nos acababan de dejar en el comedor, en el que había instalado un árbol de Navidad.
La infancia, cualquiera lo sabe, es un mundo en el que caben increíbles hazañas realizadas por seres maravillosos. Algunos adultos se regodean haciendo más bellas esas creencias a los ojos de los niños. Y hay almas que se creen en la obligación de bajarlos de ese mundo, traerlos a este plano, hacerles morder el polvo de la realidad, en una palabra.
La tarde anterior, después de la merienda se empezaba a poner nervioso y nos dejaba los chicos alborotados. Pedía que le llevemos los baldes grandes con agua y llenaba un viejo piletón que había en el patio, después entre tres acarreábamos un fardo de alfa para dar de comer a esos pobres animales, de dónde será que vienen, decía. La abuela, mientras tanto, preparaba tres pedazos de pan con manteca y los ponía en una bandeja. No se olviden de dejarles mucha agua en la jarra, deben venir con mucha sed, indicaba.
A los chicos se nos agolpaban las preguntas en la boca: ¿cómo eran?, ¿cómo hacían para pasar el río los años que venía crecido?, ¿traían un camello para cada uno o también venían con varios de repuesto?, ¿cómo sabían exactamente dónde estábamos nosotros? El primo José, con tres o cuatro años más que nosotros, era el que hacía siempre las preguntas más picantes, a veces la abuela lo fulminaba con la vista y se callaba.
La Navidad la pasábamos en casa. El año que le dijimos a mi mamá que le pondríamos agua al Niño Dios, por si tenía sed, simplemente nos dijo que él era Dios y no necesitaba agua ni nada, porque estaba en el Cielo, y nos dejemos de molestar. Nos conformamos. En cambio, el abuelo nos contaba todos los años la misma historia, a la que iba agregando detalles cada vez más fabulosos. La estrella que siguieron era más grande que las otras y por eso los llevó justito hasta la cueva donde había nacido el niño. Después se agarraron a decir cosas con ese maula de Herodes. En un momento de la discusión, Baltasar, el negro, le reclamó por los Santos Inocentes y hasta lo quiso acuchillar, pero los otros lo agarraron para que no peleen. Al regreso, en el camino, hicieron carreras en el desierto para ver quién llegaba de vuelta primero a su pago. Uno de los tres, nunca nos acordábamos si era Melchor o Gaspar, tenía un camello con dos jorobas, porque venía de la China, donde había esa clase de animales, el otro venía montado en uno con una sola joroba y Baltasar tenía un caballo blanco hermoso.


En verano dormíamos todos en el patio, bajo las estrellas. Algunas noches, cuando nos acostábamos parecía que el cielo se nos desplomaría encima. Casi siempre nos despertábamos con el sol alto y las molestas moscas rondándonos.
Esa mañana del 6 de enero salíamos corriendo, todos en calzoncillo hasta el comedor y ahí estaba, flamante, hermosa y redondamente feliz, la pelota de goma que habíamos pedido los varones y la muñeca de trapo de las chicas.
A la tarde mi primo José nos llamó aparte. Sabía cosas que nosotros no. Sostuvo que había hecho un gran descubrimiento. ¿Sobre qué?, preguntamos. Sobre algo muy importante, respondió. Temerosos, ansiosos, nos acercamos. Sabíamos que estábamos a las puertas de una gran revelación.
Averiguó si no nos parecía sospechoso que el abuelo supiera tantas cosas: ¿ustedes por qué creen que siempre sabe por dónde van a venir, por dónde se van, por qué caminos llegan, esas cosas? No sabíamos. Años después, cuando se acordaba de esa tarde, decía que con la cara que pusimos, no se animó a decirnos lo que tenía que contarnos, entonces nos reveló que en realidad eran amigos del abuelo.
Muy amigos.
¡¡¡Ooohhh…!!!, fue nuestra única exclamación. Eso cambiaba todo lo que sabíamos de ellos, no sabíamos muy bien por qué, pero todo cambiaba, ser conocido era una cosa, ser amigo era otra muy distinta.
Con ese pequeño, invisible gesto, el primo José salvó nuestra infancia para que los Reyes Magos volvieran también al año siguiente por última vez.
Juan Manuel Aragón
A 6 de enero del 2025, en el Cerco del Abuelo. Hondeando urpilas.
Ramírez de Velasco®

Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares (últimos siete días)

TRENES Voces de madrugada

Johny Barrionuevo canta en el Urquiza Un cantor santiagueño recorre el Roca llevando canciones del alma, recuerdos del pago y la memoria de los amigos que quedaron atrás Todos los días salgo de mi casa, Pellegrini 1458, Burzaco, bien de madrugada. Trabajo en el tren Roca, pero no soy ferroviario. Soy el que ameniza el viaje de los pasajeros, cantando canciones que quizás les quedaron prendidas en el alma como abrojo en la tira de las zapatillas, y les recuerdo su infancia, su juventud, allá lejos, algún bosque norteño, con los parientes que se quedaron para siempre jóvenes en sus pensamientos. También voy a fiestas; me llaman para amenizar asados, celebraciones, esas cosas. Fue mucho mi penar andando lejos del pago Tanto correr pa' llegar a ningún lado Y estaba donde nací lo que buscaba por ahí. Me despierto a las cinco de la mañana y a las seis y media ya estoy en el tren, siempre cantando lo mismo. "La del Puente Carretero" y "Añoranzas" no pueden faltar; cuan...

ÉPOCA Viejos son los viejos

Un viejo Uno tiene solamente la edad que marca el almanaque: porque la juventud no es una cuestión de voluntad sino del reloj ¿De qué tiempo sos?, me preguntan a veces mis hijos. No sé, no tengo idea, respondo; de este, creo, y seguirá siendo mi tiempo hasta que me muera. Bueno, de qué tiempo vienes, aclaran, porque ahora son todos de la “generación X”, la “generación Y” o la “generación Z”. No, les digo. Vengo de una época en que a veces los hombres tomaban hasta emborracharse deltodamente y caer desmayados, pero una dama, una señorita, una mujer, a lo sumo sorbía una copita y se alegraba un poco, nada más. No como ahora, que los domingos a la mañana andan tiradas por las calles, y el lunes no sabrán qué hicieron, con quién o con cuántos ni dónde ni —peor todavía— cómo. En esos tiempos una mujer era más bella cuando más mujer era, no cuando se parecía a los hombres; a esas les decíamos “marimachos”, así, redondamente. Vengo del tiempo en que la gente se miraba cara a cara para hablar,...

ESCRITO Bienaventuranzas tucumanas

El Mollar, en Tucumán Nota exhumada del baúl de los recuerdos, sobre una inexistente vivencia en la provincia de la chancaca y la caña de azúcar Antes de que lea amigo, una necesaria explicación. Hace unos años escribía para una página tucumana, cuyo dueño me pedía que no escribiera como santiagueño, porque su audiencia era casi exclusiva de la vecina provincia. Imaginé entonces esta nota, como para mostrar mis conocimientos sobre los pagos de la chancaca. Exhumada entre los recuerdos de un archivo que no llevo, el otro día salió a la luz. La vuelvo a publicar, porque puede ser de interés para lectores de Tucson y Santiago del Esterick. Bienaventurados los que chupan caña, porque de ellos es la golosina más rica de la Tierra. Bienaventuradas las chicas que pasean por el parque 9 de Julio los domingos, porque son dueñas de la belleza más representativa de estos pagos. Bienaventurados los achilateros, que regalan felicidad a las siestas de la gente menuda. Bienaventurados los dueños de c...

HUMO Un día la calle dejó de esperarlos

Imagen de la inteligencia arificial Internet mata distribución, voces y horarios; los diarios buscan sentido propio en un mundo que ya no gira alrededor de ellos ¿Qué debería suceder para que los diarios tradicionales, en papel, recuperasen la preponderancia, la preferencia y la exactitud informativa que solían ostentar? Es una pregunta que quizá ni los mismos propietarios se hacen ya, convencidos de haber perdido la apuesta y de que una vuelta atrás es imposible. Entre otras cosas, porque se cortó el sistema de venta y distribución y cerraron casi todos los quioscos. ¿Los usuarios dejaron de leer? Es relativo. Antes, el diario se leía, a lo sumo, en una o dos horas. Hoy, alrededor del mundo, hay millones de personas no solamente leyendo, sino también mirando y oyendo lo que entregan los abonados a las redes de internet, incluyendo los famosos reels, los canales de streaming, lo que idean los youtubers, este mismo blog y millones de sitios que intentan sobrevivir en medio de una fauna ...

IRLANDA Pasará la Navidad en prisión por negarse a usar pronombres ideológicos

Enoche Burke, preso El profesor evangélico Enoch Burke no quiere referirse a un alumno como “they” y nombrarlo con otro sexo Dublín, 4 de diciembre. El docente evangélico Enoch Burke permanecerá encarcelado durante las fiestas navideñas luego de más de 480 días en la prisión de Mountjoy, en Dublín. El Tribunal Superior irlandés rechazó este viernes su última solicitud de libertad bajo fianza. Burke, de 31 años, fue despedido en 2022 del Wilson’s Hospital School, un internado anglicano del condado de Westmeath, después de negarse a dirigirse a un alumno transgénero con el pronombre “they” y el nombre elegido por el menor. El profesor argumentó que hacerlo vulneraba sus creencias religiosas cristianas. El conflicto comenzó cuando la dirección escolar ordenó al personal emplear los nuevos pronombres del estudiante. Burke interrumpió un acto público del centro para denunciar lo que calificó como “ideología transgénero impuesta”. Tras ser suspendido con goce de sueldo, el docente acudió dia...