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| Clarisa Lea Place |
El 23 de diciembre de 1948 nace Clarisa Lea Place, guerrillera, que milita en el Ejército Revolucionario del Pueblo
El 23 de diciembre de 1948 nació Clarisa Rosa Lea Place, en Tucumán. Fue una guerrillera, cuya militancia en el Partido Revolucionario de los Trabajadores y en el Ejército Revolucionario del Pueblo la llevó de la actividad estudiantil a la acción armada, un camino que combinó convicción con rigidez ideológica y que terminó abruptamente en la Masacre de Trelew, el 27 de agosto de 1972.Hija de una familia de clase media tucumana, creció en un entorno en que la educación tenía un peso importante. Su buen desempeño escolar la llevó a participar en actividades académicas competitivas y a destacarse como lectora aplicada, rasgo que más tarde influiría en su inclinación por la política universitaria.Al llegar a la Universidad Nacional de Tucumán para estudiar Derecho, se incorporó al ambiente de debates que caracterizaba a las facultades durante los años sesenta. Allí tomó contacto con militantes del Partido Revolucionario de los Trabajadores, una organización que impulsaba una transformación radical de la sociedad argentina.
Su incorporación al Partido Revolucionario de los Trabajadores no fue casual: encontraba en la disciplina interna del partido una propuesta clara, aunque exigente, que la condujo a adoptar posturas cada vez más tajantes. Difundía publicaciones políticas en facultades, repartía volantes y participaba de la Tendencia Antimperialista Revolucionaria, el sector estudiantil del partido, que promovía la lucha armada como vía de cambio.
Con el tiempo, y siguiendo la línea doctrinaria de su partido, decidió proletarizarse: abandonó la vida universitaria para trabajar en una fábrica y acercarse a la clase obrera. Era un paso que varios militantes consideraban prueba de entrega total, aunque también mostraba la dureza de un esquema que exigía renunciar a casi todo en nombre de la causa.
Esa entrega la llevó a involucrarse en acciones operativas como la toma de una repetidora de radio en Tucumán, operación destinada a transmitir consignas partidarias. Estos episodios buscaban exhibir capacidad de acción, pero también revelaban el aislamiento creciente de las organizaciones armadas respecto del resto de la sociedad.
Su primera detención, en 1971, la puso en una situación de tensión constante. Fue herida en un intento fallido de rescate y liberada más tarde en otro procedimiento, circunstancias que mostraban la espiral de riesgos a la que su propio partido la había expuesto, muchas veces sin un plan realista detrás.
En agosto de 1972 participó en la fuga del penal de Rawson, una operación audaz que solo logró completarse parcialmente. Quienes no pudieron abordar el avión que debía llevarlos a Chile se rindieron ante las fuerzas de la Armada, entre ellos Lea Place, convencidos de que el trato respetaría las normas básicas aplicables a detenidos legales.
Tras la rendición fueron trasladados a la base Almirante Zar. Allí, una madrugada, diecinueve presos políticos fueron muertos en sus celdas. Entre ellos estaba Clarisa Rosa Lea Place, de veintitrés años, cuyo cuerpo presentó múltiples disparos a corta distancia.
Con el tiempo, su figura fue evocada por distintos sectores, algunos resaltando su compromiso, otros señalando la rigidez y los métodos que abrazó. Su historia quedó así marcada por la combinación de idealismo, decisiones extremas y un desenlace violento que definió una de las páginas más oscuras de la historia política argentina.
Ramírez de Velasco®


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