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| Imagen reciente del canal |
El 20 de diciembre de 1989 se reabre el Canal de Panamá tras haber sido cerrado durante las primeras horas de la invasión norteamericana
El 20 de diciembre de 1989 fue reabierto el Canal de Panamá tras haber sido cerrado durante las primeras horas de la invasión norteamericana iniciada ese mismo día, en una decisión operativa destinada a asegurar la zona interoceánica y restablecer el control pleno de la navegación comercial. La reapertura devolvió la actividad regular al tránsito marítimo, interrumpido de manera excepcional desde el inicio del conflicto.La invasión norteamericana, llamada Operación Causa Justa, comenzó en la madrugada del 20 de diciembre cuando fuerzas militares de Estados Unidos ingresaron a Panamá con el objetivo declarado de detener al general Manuel Antonio Noriega y asegurar la integridad de los tratados vigentes sobre el canal. Las hostilidades afectaron el funcionamiento inmediato de la vía, lo que llevó al cierre operativo en las primeras horas del día.El Canal de Panamá, administrado entonces por la Comisión del Canal de Panamá bajo jurisdicción norteamericana según lo establecido por los Tratados Torrijos-Carter de 1977, mantenía un régimen estricto de seguridad. Ante la irrupción militar, las autoridades responsables ordenaron detener temporalmente el tránsito para evitar riesgos a los buques y al personal que operaba las esclusas.
Desde temprano, la Comisión del Canal dispuso que las operaciones quedaran suspendidas hasta que la situación militar fuera evaluada y se garantizara que el tráfico pudiera reanudarse sin peligro. Este cierre excepcional, de duración limitada, afectó a embarcaciones que se encontraban en espera en ambos océanos, a la altura de Colón en el Atlántico y de Balboa en el Pacífico.
La reapertura se concretó en el mismo 20 de diciembre, tras confirmarse que las instalaciones no habían sufrido daños estructurales y que el personal técnico podía retomar las tareas habituales de vigilancia, funcionamiento de esclusas y asistencia a la navegación. La comunicación oficial señaló que la vía quedaba restablecida para permitir el paso gradual de buques en condiciones seguras.
El tránsito marítimo recuperó su ritmo, aunque con controles reforzados y presencia militar en puntos estratégicos del área canalera. Las autoridades remarcaron que la prioridad era garantizar la protección de las esclusas, centrales eléctricas, sistemas de bombeo y estaciones de control, considerados esenciales para evitar cualquier interrupción posterior.
Aquel día, la situación política y militar de Panamá atravesaba un punto crítico debido a los combates registrados en Ciudad de Panamá y en áreas circundantes a instalaciones estadounidenses. Sin embargo, el canal permaneció bajo supervisión directa y continuó operando a partir de la reapertura sin daños que afectaran su capacidad técnica.
El restablecimiento de la navegación reafirmó la importancia estratégica del canal en el tráfico marítimo mundial. A pesar del conflicto, la infraestructura mantuvo su integridad, lo que permitió que los buques retomaran sus travesías programadas tras el breve período de suspensión.
Durante toda la jornada del 20 de diciembre se monitoreó la situación operativa con especial atención a los pasos por las esclusas de Gatún, Pedro Miguel y Miraflores. La Comisión informó que los convoyes comenzaron a circular bajo un cronograma ajustado y supervisado por personal especializado.
La reapertura del canal quedó registrada como un hecho puntual dentro de un día marcado por acontecimientos militares y políticos de gran intensidad. Para las autoridades encargadas de la vía interoceánica, la prioridad fue restaurar el flujo marítimo con la mayor rapidez posible, lo que permitió normalizar la circulación en una fecha que dejó constancia de la relevancia estratégica del Canal de Panamá para el comercio internacional.
Ramírez de Velasco®


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