1908 ALMANAQUE MUNDIAL Modelo T

Ford T

El jueves 1 de octubre de 1908 Henry Ford presentó el modelo T, un auto asequible, fácil de manejar y duradero; fue uno de los primeros vehículos de producción en masa

El jueves 1 de octubre de 1908 Henry Ford presentó el modelo T. Su creador quería que fuera asequible, fácil de manejar y duradero. Fue uno de los primeros vehículos de producción en masa, lo que le permitió lograr su objetivo de fabricar el automóvil universal.

El Modelo T se fabricó en la línea de montaje móvil de Ford Motor Company en la revolucionaria planta de Ford en Highland Park. Debido a la producción en masa del vehículo, Ford Motor Company pudo venderlo por entre 260 y 850 dólares, pues Ford transfirió los ahorros de producción a sus clientes.

Fue probado por primera vez por el propio Ford, que lo llevó a un viaje de caza a Wisconsin y el norte de Michigan. El Modelo T se hizo famoso por las acrobacias que podía realizar, como subir las escaleras del Capitolio del Estado de Tennessee y llegar a la cima de Pikes Peak. Después de probar su propio producto, el vehículo fue enviado a su primer cliente el 1 de octubre de 1908.

El auto revolucionario vio la colocación del volante en el lado izquierdo, permitiendo a los pasajeros un fácil acceso hacia y desde los autos. El vehículo también fue el primero en tener el bloque del motor y el cárter fundidos como una sola unidad, el primero en tener una culata extraíble para facilitar el acceso y el primero en hacer un uso tan amplio de la aleación liviana pero resistente conocida como acero de vanadio.
La ágil transmisión del Modelo T hizo que cambiar de marcha fuera fácil para todos. Estas mejoras e innovaciones permitieron que el mundo avanzara hacia una forma de vida más urbana.
El primer modelo T venía con un juego de herramientas, guardaba el tanque de gasolina debajo del asiento del pasajero delantero, entregaba un parabrisas como opción (antes de que se estandarizara) y había que girarlo para ponerlo en marcha.
Un mito común es que todos los modelos T eran negros. Si bien Henry Ford dijo: "Cualquier cliente puede pintar un automóvil del color que desee, siempre que sea negro", la política se puso en marcha únicamente por eficiencia y uniformidad.
El automóvil solo se ofreció en negro entre 1914 y 1925; sin embargo, antes y después se podían comprar varios modelos del vehículo en una variedad de colores, incluidos azul, rojo, gris y verde.
También se hizo famoso por su apodo único: Tin Lizzie. Hay varios relatos de cómo el modelo T adquirió este apodo. Entre los posibles orígenes se suele mencionar la popularidad del nombre femenino "Lizzie" durante ese período para un famoso auto de carreras Modelo T llamado Old Liz. A pesar de la popularidad del apodo Tin Lizzie, el modelo T tenía otros sobrenombres.
Era tan popular que Henry Ford dijo una vez: "No sirve de nada intentar adelantar a un Ford, porque siempre hay otro justo delante". A principios de la década de 1920, más de la mitad de los automóviles matriculados en el mundo eran Ford. Se construyeron y vendieron más de 15.000.000 del modelo T. En mayo de 1927 se celebró una ceremonia para conmemorar el fin de su producción. Era el fin de una era.
Si bien el vehículo tiene más de 100 años, su legado es atemporal. Tenía muchas características nuevas que eran únicas para su época. El bajo precio permitió que mucha gente se convirtiera en propietaria de un Ford, en caso de que lo eligieran, y provocó que Ford Motor Company se convirtiera en un nombre familiar.
©Juan Manuel Aragón

HISTORIA La Casa de los Taboada

La Casa de los Taboada, recordada en El Liberal del cincuentenario Por qué pasó de manos de una familia de Santiago al gobierno de la provincia y los avatares que sucedieron en la vieja propiedad Los viejos santiagueños recuerdan que a principios de 1974 se inundó Santiago. El gobernador Carlos Arturo Juárez bautizó aquellas tormentas como “Meteoro”, nombre con el que todavía hoy algunos las recuerdan. Entre los destrozos que causó el agua, volteó una pared del inmueble de la calle Buenos Aires, que ya se conocía como “Casa de los Taboada”. Y una mujer que había trabajado toda la vida de señora culta, corrió a avisarle a Juárez que se estaba viniendo abajo el solar histórico que fuera de la familia más famosa en la provincia durante el siglo XIX. No era nada que no pudiera arreglarse, aunque ya era una casa vieja. Venía del tiempo de los Taboada, sí, pero había tenido algunas modernizaciones que la hacían habitable. Pero Juárez ordenó a la Cámara de Diputados que dictara una ley exprop

RECUERDOS Pocho García, el de la entrada

Pocho García El autor sigue desgranando sus añoranzas el diario El Liberal, cómo él lo conoció y otros muchos siguen añorando Por Alfredo Peláez Pocho GarcÍa vivió años entre rejas. Después de trasponer la entrada principal de El Liberal, de hierro forjado y vidrio, había dos especies de boxes con rejas. El de la izquierda se abría solo de tarde. Allí estaba Juanito Elli, el encargado de sociales; se recibían los avisos fúnebres, misas, cumpleaños. Cuando Juanito estaba de franco su reemplazante era, el profesor Juan Gómez. A la derecha, el reducto de Pocho García, durante años el encargado de los avisos clasificados, con su ayudante Carlitos Poncio. Pocho era un personaje. Buen tipo amantes de las picadas y el vino. Suegro de "Chula" Álvarez, de fotomecánica, hijo de "Pilili" Álvarez, dos familias de Liberales puros. A García cuando salía del diario en la pausa del mediodía lo esperaba en la esquina de la avenida Belgrano y Pedro León Gallo su íntimo amigo Orlando

HOMBRE San José sigue siendo ejemplo

San José dormido, sueña Un texto escrito al calor de uno de los tantos días que el mundo secularizado ideó para gambetear a los santos Todos los días es día de algo, del perro, del gato, del niño, del padre, de la madre, del mono, del arquero, de la yerba mate, del bombo, del pasto hachado, de la madrastra, del piano de cola, de la Pachamama, del ropero, de la guitarra, del guiso carrero, de la enfermera, del abogado, del pañuelo usado. Todo lo que camina sobre la tierra, vuela en el cielo, nada en el agua, trepa las montañas, nada en las lagunas, patina en el hielo, surfea en las olas o esquiva a los acreedores, tiene su día. Nada como un día sin connotaciones religiosas, sólo nuestro, bien masón y ateo, para recordar a los panaderos, a las mucamas, a los canillitas, a los aceiteros, a los carpinteros, a los periodistas a los lustrines, a los soderos, a los mozos, a los vendedores, a los empleados públicos, a los policías, a los ladrones, a los jugadores, a los abstemios y a los tomad

Ramírez de Velasco

Buscar este blog