Madre atareada (archivo) |
Qué sucede cuando la mujer de la casa tiene a alguien más importante que el resto de la familia, cómo actúan los otros
Si lo tuviera que escribir redactaría Hijo con mayúsculas, porque para ella no tiene nombre, pero es más querido, cuidado y mimado que cualquiera de los que tuvo con el marido. Sabe que cuando él la abandone, algo que puede suceder en cualquier momento, lo va a sentir mucho más que cuando la mujercita o el muchacho se pongan de novios y un buen día le anuncien que casan o se mandan a mudar para vivir en otra parte. Si el marido se le fuera con otra, aunque sea una vecina, una amiga íntima, su propia hermana, no le importaría tanto como la defección del Hijo, algo que podría suceder uno de estos días y por cualquier motivo.Todos los días lo mira. Es blanco, con una blancura tan clara y distintiva que jamás lo confundiría con los otros hijos, pero no es una mujer racista, como podría creer cualquiera, su color estuvo dado así, sabe que lo habría querido igual así hubiera sido negro renegrido, marrón, amarillo o de cualquier otro color.Si va a salir recomienda al resto de la familia que lo traten bien, no lo hagan trabajar mucho y, casi como un chiste agrega: “Miren que de él depende mi felicidad más que de ustedes, ¿eh?” Los hijos y el marido se ríen, porque saben que es cierto: nada ni nadie tiene el poder de cambiar su amor, su cariño, su agradecimiento.
El Hijo es el que más la hace sufrir todos los días, está alerta por si tiene un ronquido distinto, cuando vuelve pregunta a los demás si él estuvo bien, si no le oyeron algo raro. Y cuando le avisan:
—Todo bien mamá, no te preocupes.
Ella suele responder:
—Ustedes se ríen y me cargan, pero saben que es mi regalón y no quiero pensar qué pasaría si un día me faltara…
Algo de celos hay en los hijos, pero nunca hablarán mal de él, jamás le dirán una palabra despectiva y de ninguna manera se permitirían hacerle un daño, mirarlo de mal modo o hacer sentir mal a la madre por el amor que le profesa.
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Toda la familia, incluido el marido, la quiere así a la madre, como es, con el corazón dividido entre ellos por una parte y el Hijo por la otra. No le discuten ni se preguntan por qué lo quiere tanto, porque lo saben.
Ella sabe por qué lo ama: sus movimientos, suaves a veces o violentos al instante, la enamoraron desde el primer día que lo tuvo en casa y él pasó a ser todo para ella, no solamente el Hijo, sino también su amigo, casi su confidente, y hasta podría ser su amante.
Antes de él, cuando todavía no había llegado a su vida, llevar adelante la casa era tarea muy pesada. Ella recuerda la felicidad que vivió el día que su marido llegó a la casa anunciándole que había comprado en cuotas, un lavarropas automático “Drean”.
Desde ese día, es el Hijo.
©Juan Manuel Aragón
A 11 de noviembre del 2023, en Tinajeras. Juntando mistol
Me tuviste engañada tratando de desentrañar de qué hijo se trataba. Lindo. Original.
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