Ir al contenido principal

1823 CALENDARIO NACIONAL Rodríguez

Estatua de Cayetano Rodríguez

El 21 de enero de 1823 muere Cayetano José Rodríguez, fraile y sacerdote franciscano y poeta


El 21 de enero de 1823 murió Cayetano José Rodríguez, en Buenos Aires. Fue un fraile y sacerdote franciscano y poeta, nacido en 1761. Fue diputado al Congreso de Tucumán que declaró la Independencia. Como poeta fue autor del primer Himno Nacional, en 1812 y escribió las Odas en honor de Carlos María de Alvear, del Cruce de los Andes y la Victoria de Chacabuco, y el panegírico en honor de Manuel Belgrano y un soneto para Los Colorados de Juan Manuel de Rosas. Como religioso defendió los derechos de la Iglesia católica contra el regalismo y las reformas eclesiásticas que llevó adelante Bernardino Rivadavia.
Estudió con los franciscanos, uniéndose a ellos a los 16 años. Recibió las órdenes menores y mayores en Córdoba de La Nueva Andalucía en 1778.
En 1783 fue ordenado sacerdote. Entró en la Universidad de Córdoba y dictó las cátedras de Teología y Filosofía entre 1783 y 1790.
En 1790 volvió a Buenos Aires para ser profesor de teología, filosofía, hermenéutica y física en el Convento Franciscano de esa ciudad. Sus enseñanzas se conservan en el convento de San Francisco en Jujuy.
Quedó impresionado por los patriotas y revolucionarios de comienzos del siglo XIX, abrazó su ideario y escribió un poema en 1807 dedicado a los esclavos que defendieron Buenos Aires durante las Invasiones inglesas. Era amigo y maestro de Mariano Moreno.
En 1810 estuvo en los procesos independentistas y fue nombrado director de la Biblioteca Pública de Buenos Aires hasta 1814. Fue nombrado Superior Provincial de la orden Franciscana.
En 1811 fue elegido ministro de la provincia y en 1813 lo designaron en la Asamblea de ese año, encargándose de redactar los diarios de las sesiones hasta su disolución en 1815.
Lo eligieron representante de Buenos Aires para el Congreso de Tucumán que en 1816 reunió a las Provincias Unidas en Sud América y fue uno de los 29 diputados que suscribieron el acta de la Declaración de la Independencia, el 9 de julio.
Después del Congreso volvió a sus responsabilidades. En 1822 fundó el periódico El oficial del día, opuesto a la Reforma eclesiástica de Rivadavia que preveía la supresión de varias órdenes religiosas. Luego de la promulgación de las leyes de Rivadavia se retiró de la vida pública, dedicándose a sus deberes religiosos.
Falleció el 21 de enero de 1823 en el convento franciscano de Buenos Aires, a los 62 años.
En 1903 se inauguró un monumento de bronce en la plaza que lleva su nombre, en San Pedro, provincia de Buenos Aires, su lugar de nacimiento.
©Juan Manuel Aragón

Comentarios

  1. Uno ni podría imaginarse a un político de hoy, con todas las ventajas organizacionales y tecnológicas con que se cuenta, que llegara a alcanzar un céntimo de los logros de este hombre.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

AÑORALGIAS Santiago querido

La Secco Somera lista (a completar), de lo que hay todavía en la ciudad mágica habitada por los santiagueños, sus sueños y saudades Algunas cosas que antes sabía haber en Santiago y no hay más, se perdieron para siempre, consignadas en este sitio para que al menos quede su recuerdo. Esta lista la publiqué hace algunos años en Feibu y los amigos la completaron. 1 Helados “Kay”, más ricos no hay. 2 El auto Unión, (con motor de dos tiempos, como la Zanella). 3 Las heladeras Vol-Suar. 4 Las prohibidas del Renzi (¡Coca!, cuánto amor). 5 La bilz de Secco (la de ahora no es lo mismo, qué va a ser). 6 El Santa Ana, El Águila, empresa Robert, el Manso llegando desde el fondo del saladillo. 7 Cheto´s bar. 8 El peinado batido de las mujeres. 9 El jopo (ha vuelto, pero como mariconada). 10 La nueva ola y los nuevaoleros. 11 El Tuco Bono. 12 El departamento Matará. 13 Panchito Ovejero vendiendo billetes de lotería. 14 La Porota Alonso. 15 La Gorda de Anelli. 16 Tala Pozo. 17 Mi tata. 18 Panadería L

LEYENDA El remís con chofer sin cabeza

Imagen de Facebook de David Bukret Un misterioso auto circula por las calles de Santiago y La Banda: un caso que está dando que hablar en todos lados Un hombre detiene su motocicleta en el parque Aguirre, lleva una mujer atrás, son las 3 de la mañana. Se apean debajo de un eucalipto, justo cuando empiezan a besarse aparece un auto, un remís que los encandila y se queda parado, como esperando algo. Ella pega un grito: “¡Mi marido!”, suben de nuevo a la moto y se van. Antes de irse, el hombre observa que en el remís no hay nadie, parece vacío, pero ya ha acelerado, a toda velocidad y no se va a detener. Ha pasado varias veces, según cuentan los parroquianos en el café con nombre y apellido, en una historia que va pasando de mesa en mesa, repitiéndose todos los días con más detalles. Las mentas hablan de un remís que aparece de manera impensada, no solamente cuando detecta traiciones amorosas, sino que asustó a varios muchachos que andaban trabajando de noche en casas que no eran las suya

EVOCACIÓN El triste final de la Dama de Hierro

Mercedes Marina Aragonés El recuerdo para quien el autor de esta nota llama Dama de Hierro, algunas anécdotas y la apreciación sobre una personalidad controvertida Por Alfredo Peláez No fue el final que posiblemente soñó en sus años de poder y esplendor. Cuando el nombre Nina paralizaba hasta el más taimao. Se fue en silencio, casi en puntas de pie, como vivió sus últimos años. Muy pocos lloraron a Marina Mercedes Aragonés de Juárez, la dama que supo ser de hierro, en tiempos idos. Seguramente coqueteó en esos años con un funeral al estilo Evita, con su féretro en el salón principal de la Casa de Gobierno, o en el Teatro 25 de Mayo, y largas colas de santiagueños para darle el último adiós. Pero solo fueron sueños de diva. Nada de eso ocurrió. Los diarios santiagueños apenas se hicieron eco de su fallecimiento. Al fin y al cabo, más importante eran los 470 años del pago que ella intento domesticar a rienda corta y chicote. Quedarán miles de anécdotas que la tuvieron como protagonista.