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Leopoldo Torre Nilsson |
El 8 de septiembre de 1978 muere Leopoldo Torre Nilsson, cineasta y escritor que dirige 30 películas, entre ellas La casa del ángel y Martín Fierro
El 8 de septiembre de 1978 murió Leopoldo Torre Nilsson, en Buenos Aires. Tenía 54 años. Fue un cineasta y escritor. Nacido el 5 de mayo de 1924, hijo de los directores Leopoldo Torres Ríos y Florentina Nilsson, marcó la cinematografía argentina con más de 30 películas dirigidas, entre ellas La casa del ángel y Martín Fierro. También escribió novelas, cuentos y guiones, colaborando frecuentemente con su esposa, Beatriz Guido.
Su carrera abarcó desde los años 40 hasta finales de los 70, destacándose por su estilo visual y temáticas sociales. Recibió múltiples premios, como el Cóndor de Plata, y participó en festivales internacionales. Fue presidente de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Argentina. Sus últimos trabajos fueron Los siete locos y Piedra libre. Su obra literaria y cinematográfica dejó huella en la cultura argentina. Su vida personal incluyó su matrimonio con Guido y su labor como docente. Fue criado en una familia vinculada al cine. Su padre, Leopoldo Torres Ríos, fue un pionero del cine argentino, y su madre, Florentina Nilsson, también participó en la industria. Desde joven mostró interés por las artes, influenciado por el entorno familiar. Estudió en el Colegio Nacional de Buenos Aires y comenzó su carrera en el cine a los 15 años, como asistente de dirección de su padre.
En 1947 debutó como director con El crimen de Oribe, codirigida con su padre, basada en la novela de Adolfo Bioy Casares. La película marcó su entrada en la industria y mostró su interés por adaptar obras literarias. Durante los años 50, dirigió films como El hijo del crack (1953) y La tigra (1954), consolidándose como una figura promisoria.
En 1957 estrenó La casa del ángel, basada en la novela de Beatriz Guido, con quien colaboró en múltiples proyectos. La película fue seleccionada para el Festival de Cannes y ganó el Cóndor de Plata. Su estilo combinaba un enfoque realista con elementos expresionistas, explorando temas como la decadencia social y la identidad argentina.
Durante los años 60, dirigió La mano en la trampa (1961), que obtuvo el Premio FIPRESCI en Cannes, y Martín Fierro (1968), adaptación del poema épico de José Hernández. Esta última recibió el Cóndor de Plata a Mejor Película. Sus trabajos reflejaban una búsqueda por retratar la complejidad de la sociedad argentina.
Como escritor, publicó novelas como Los siete locos (1973), adaptada al cine por él mismo, y cuentos como El protegido. También escribió guiones para sus películas y para otros directores. Su obra literaria, aunque menos conocida, completó su visión cinematográfica.
En los años 70, continuó dirigiendo películas como Boquitas pintadas (1974), basada en la novela de Manuel Puig, y Piedra libre (1976). Sus films de esta etapa abordaron conflictos familiares y sociales, manteniendo su sello autoral. También participó en coproducciones internacionales.
Fue presidente de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Argentina entre 1970 y 1972. Durante su gestión, impulsó la promoción del cine nacional. Además, se desempeñó como docente, compartiendo su experiencia con nuevas generaciones de cineastas.
Su vida personal estuvo marcada por su matrimonio con Beatriz Guido, escritora con quien colaboró en más de diez películas. La pareja no tuvo hijos, pero su relación fue un pilar en su carrera. Guido escribió novelas que inspiraron varias de sus obras más reconocidas.
Su muerte ocurrió en el Hospital Italiano, donde estaba internado. Hasta sus últimos días, trabajó en proyectos cinematográficos, dejando un extenso catálogo de películas y escritos.
Ramírez de Velasco®
En 1947 debutó como director con El crimen de Oribe, codirigida con su padre, basada en la novela de Adolfo Bioy Casares. La película marcó su entrada en la industria y mostró su interés por adaptar obras literarias. Durante los años 50, dirigió films como El hijo del crack (1953) y La tigra (1954), consolidándose como una figura promisoria.
En 1957 estrenó La casa del ángel, basada en la novela de Beatriz Guido, con quien colaboró en múltiples proyectos. La película fue seleccionada para el Festival de Cannes y ganó el Cóndor de Plata. Su estilo combinaba un enfoque realista con elementos expresionistas, explorando temas como la decadencia social y la identidad argentina.
Durante los años 60, dirigió La mano en la trampa (1961), que obtuvo el Premio FIPRESCI en Cannes, y Martín Fierro (1968), adaptación del poema épico de José Hernández. Esta última recibió el Cóndor de Plata a Mejor Película. Sus trabajos reflejaban una búsqueda por retratar la complejidad de la sociedad argentina.
Como escritor, publicó novelas como Los siete locos (1973), adaptada al cine por él mismo, y cuentos como El protegido. También escribió guiones para sus películas y para otros directores. Su obra literaria, aunque menos conocida, completó su visión cinematográfica.
En los años 70, continuó dirigiendo películas como Boquitas pintadas (1974), basada en la novela de Manuel Puig, y Piedra libre (1976). Sus films de esta etapa abordaron conflictos familiares y sociales, manteniendo su sello autoral. También participó en coproducciones internacionales.
Fue presidente de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Argentina entre 1970 y 1972. Durante su gestión, impulsó la promoción del cine nacional. Además, se desempeñó como docente, compartiendo su experiencia con nuevas generaciones de cineastas.
Su vida personal estuvo marcada por su matrimonio con Beatriz Guido, escritora con quien colaboró en más de diez películas. La pareja no tuvo hijos, pero su relación fue un pilar en su carrera. Guido escribió novelas que inspiraron varias de sus obras más reconocidas.
Su muerte ocurrió en el Hospital Italiano, donde estaba internado. Hasta sus últimos días, trabajó en proyectos cinematográficos, dejando un extenso catálogo de películas y escritos.
Ramírez de Velasco®
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