Perón en la Secretaría |
El 27 de noviembre de 1943, por iniciativa de Juan Domingo Perón, se crea la Secretaría de Trabajo y Previsión
El 27 de noviembre de 1943, por iniciativa de Juan Domingo Perón, se creó la Secretaría de Trabajo y Previsión mediante un decreto-ley. Dependía del Poder Ejecutivo Nacional y jerarquizó el Departamento Nacional del Trabajo e incorporó dependencias que anteriormente funcionaban en otros organismos de gobierno.La norma comenzó una nueva etapa en la relación entre el Estado y el movimiento obrero que comenzó a tener una presencia cada vez más central en la sociedad argentina.Fe el primero de los grandes “beneficios” que tuvieron los trabajadores, que terminaron en lo que hoy gozan, el desempleo generalizado, irregular y en condiciones de miseria. Entre otros adelantos se creó el Estatuto del Peón rural, que estableció un salario mínimo y procuró mejorar las condiciones de alimentación, vivienda y trabajo de los trabajadores del campo.También se estableció el seguro social obligatorio, a cargo de entidades nacionales o provinciales con autonomía financiera y económica, administradas por los interesados con participación del Estado, sin que deba existir superposición de aportes.
Se fijaron mejoras de salarios, se estableció el aguinaldo y las vacaciones anuales pagas, para todos los trabajadores.
Se decidió que los trabajadores serian indemnizados por accidentes laborales y que no tuvieran jornadas de trabajo de más de ocho horas diarias.
El primer discurso de Perón como Secretario fue el 2 de diciembre de 1943, cuando dejó en claro el camino y la intencionalidad policía que llevaría adelante en los años venideros:
“El Estado se mantenía alejado de la población trabajadora. No regulaba las actividades sociales como era su deber. Solo tomaba contacto en forma aislada, cuando el temor de ver turbado el orden aparente de la calle, le obligaba a descender de la torre de marfil de su abstencionismo suicida.
“No advertían los gobernantes que la indiferencia adoptada antes las contiendas sociales facilitaba la propagación de la rebeldía, porque era precisamente el olvido de los deberes patronales que, libres de la tutela estatal, sometían a los trabajadores a la única ley de su conveniencia.
“Con la creación de la Secretaría de Trabajo y Previsión se inicia la era de la política social argentina. Atrás quedará para siempre la época de la inestabilidad y del desorden en que estaban sumidas las relaciones entre patrones y trabajadores.
“De ahora en adelante, las empresas podrán trazar sus previsiones para el futuro desarrollo de sus actividades, tendrán la garantía de que, si las retribuciones y el trato que otorgan a su personal concuerdan con las sanas reglas de convivencia humana, no habrán de encontrar por parte del Estado sino el reconocimiento de su esfuerzo en pro del mejoramiento y de la economía general y por consiguiente del engrandecimiento del país.
“Los obreros, por su parte, tendrán la garantía de que las normas de trabajo que se establezcan, enumerando los derechos y deberes de cada cual, habrán de ser exigidas por las autoridades del trabajo con el mayor celo, y sancionando con inflexibilidad su incumplimiento. Unos y otros deberán persuadirse de que ni bajo la astucia ni la violencia podrán ejercitarse en la vida del trabajo, porque una voluntad inquebrantable exigirá por igual el disfrute de los derechos y el cumplimiento de las obligaciones.”
Comenzaba una nueva era en las relaciones de las empresas con sus obreros y empleados.
©Juan Manuel Aragón
Es muy triste el mundo de injusticia, para obligar al hombre a vivir en el " Perón "
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