Estas adivinanzas fueron recogidas por don Julián Cáceres Freyre en una investigación realizada en varios puntos de Santiago del Estero, en 1948.
Objetos
Una mulita blanca con un lacito en las ancas. La aguja.
Un caballo blanco lleva un lazo en la cola. La aguja.
Una yegüita blanca, con rienditas negras en la cola. La aguja.
Con el pico picotea, con la cola tironea. La aguja.
Yo tengo una mulita que cuando entra al monte sale con la cola más cortita. La aguja y el hilo.
Nace gordito, muere flaquito. El almanaque.
Nazco el primero de año y muero el de diciembre; yo te guío todos los días y te indico cuándo es. El almanaque.
Dos negritas caminan a la par; cuando se hacen viejitas abren los ojitos. Las alpargatas.
Dos hermanitas nacieron juntitas. Al envejecer abren los ojitos. Las alpargatas o los zapatos.
Redondo, redondo, no tiene tapa ni fondo. El anillo.
Redondo, redondo, barril sin fondo. El anillo.
Un barrilito de San Borombón, que no tiene tapa ni tapón. El anillo.
Aquel que lo hace, lo hace para vender; el que lo compra no lo usa, el que lo usa no lo vé. El ataúd.
El que lo compra no lo usa, el que lo usa no lo vé; por más bonito que sea, nadie lo desea. El ataúd.
El que lo compra no lo usa; el que lo usa no lo paga. El ataúd.
Soy un pesado metal, soy de la vida instrumento, soy más ligero que el viento y sirvo del bien y del mal. La bala.
Objetos
Una mulita blanca con un lacito en las ancas. La aguja.
Un caballo blanco lleva un lazo en la cola. La aguja.
Una yegüita blanca, con rienditas negras en la cola. La aguja.
Con el pico picotea, con la cola tironea. La aguja.
Yo tengo una mulita que cuando entra al monte sale con la cola más cortita. La aguja y el hilo.
Nace gordito, muere flaquito. El almanaque.
Nazco el primero de año y muero el de diciembre; yo te guío todos los días y te indico cuándo es. El almanaque.
Dos negritas caminan a la par; cuando se hacen viejitas abren los ojitos. Las alpargatas.
Dos hermanitas nacieron juntitas. Al envejecer abren los ojitos. Las alpargatas o los zapatos.
Redondo, redondo, no tiene tapa ni fondo. El anillo.
Redondo, redondo, barril sin fondo. El anillo.
Un barrilito de San Borombón, que no tiene tapa ni tapón. El anillo.
Aquel que lo hace, lo hace para vender; el que lo compra no lo usa, el que lo usa no lo vé. El ataúd.
El que lo compra no lo usa, el que lo usa no lo vé; por más bonito que sea, nadie lo desea. El ataúd.
El que lo compra no lo usa; el que lo usa no lo paga. El ataúd.
Soy un pesado metal, soy de la vida instrumento, soy más ligero que el viento y sirvo del bien y del mal. La bala.
Adivinanza, adivinanza, que no tiene tripas ni panza. La balanza.
Animalito bermejo, costillas sobre el pellejo. El barril.
Tengo cola y no soy animal; aunque subo alto, muy alto, de las alas del ave estoy falto y no puedo a mi antojo volar. El barrilete.
Pajarito volando, con las tripas colgando. La pandorga, o el barrilete.
En el campo nació, verde se cría, y en el cabildo le hacen la cortesía. El bastón.
Balanza balanza, no tiene tripa ni panza. La boleadora.
Nace en el monte y vive en el agua. El bote.
Dentra por uno, sale por dos. El calzoncillo.
Tiran del hilito, grita el pajarito. La campana.
Entre pared y pared hay una santa mujer, que con el diente llama a la gente, con las muelas a las mozuelas, con los colmillos a los chiquillos. La campana.
Una vieja con un diente que llama a toda la gente. La campana de la iglesia.
Fui por un caminito, encontré un nidito; en el nidito había un huevito; en el huevito, un hilito; tiré el hilito y sonó el huevito. La campana.
Fui por un caminito, encontré un quimilito; dentro del quimilito encontré un nidito; dentro del nidito encontré un huevito, cada vez que lo toco chiquetea como diablito. La campana.
Chiquito como un ratón, guarda la casa como un león. El candado.
En aquel rinconcito hay un viejecito sacándose la tripita, poquito a poquito. El candil.
Colorado como el tomate, en medio las piernas se bate. El carpincho.
Campo blanco, semillas negras, cinco vacas y una ternera. La carta.
Corre sin tener pies, habla sin tener lengua. La carta.
No tiene pies y camina, no tiene boca y habla. La carta.
Soy blanca como la paloma, negrita como la pez; hablo y no tengo lengua, corro y no tengo pies. La carta.
Se va al agua; sin tomar vuelve. El cencerro.
Va al campo y no come, va al agua y no bebe, y siempre vive cantando. El cencerro.
Va al agua y no bebe; va al monte y no pastia. El cencerro.
Bajo al agua, no tomo agua; voy al campo, no como pasto. El cencerro.
Un mocito de ropa blanca y gorrita colorada. El cigarrillo.
Verde fue mi nacimiento y de blanco me vestí; sufrí padecimientos para darte el gusto a ti. El cigarrillo.
Indio amortajado, culo colorado. El cigarrillo.
Me golpeas en la cabeza y nunca me matarás, seré tu esclavo eterno; tonto si no adivinás. El clavo.
Un cucurruquito con cien y mil mallas, le gusta a las damas y también las doncellas sábenlo estimar, sábenlo querer; dime cucurruquito, dime lo que es. El dedal.
Qué es una cosa hueca que tiene toda mujer, mete los dedos por dentro cuando tiene algo que hacer. El dedal.
Salgo de la sala, voy a la cocina, meneando mi cola como una gallina. La escoba.
Alforjitas al hombro, colla no es; aunque anda por las cuevas, vizcacha no es. La escopeta.
Voy por un camino y encuentro una mula cargada, la carga se le dispara y la mula queda parada. La escopeta.
Yo y vos, que eres, que somos los dos. El espejo.
Si me miras te ves, si me rompes te desgracias; soy indispensable a las damas, adivina cual es mi gracia. El espejo.
En todas partes estoy, y cuando me necesitan me pegan. La estampilla de correos.
Todo el invierno me tienen agasajada; en el verano me arrinconan porque no sirvo. La estufa.
Como el barrilete vuela por los aires, y el juguete que yo les digo no es el barrilete; redondito redondito, ¿qué será? El globo.
Rasga buchi y torci oreja. La guitarra.
Se le tuerce la oreja, se le rasca la barriga. La guitarra.
Una viejita muy viejita, en la boca tiene tripas, en la frente tiene dientes; adivina si la sientes. La guitarra.
En el monte grita, en la pampa se calla. El hacha.
Entra en el monte y grita, sale a la pampa y se calla. El hacha.
En el monte grita, en la casa se calla. El hacha.
Dando vueltas se empreña. El huso de hilar.
Si un secreto quieres guardar, me tendrás que quemar. El lacre.
Largo, larguero, Martín Caballero. El látigo.
Hojas tengo sin ser árbol; lomo, y caballo no soy; no tengo boca ni lengua, pero mil consejos doy. El libro.
Juana se asienta y Rosa se levanta. Los lizos del telar.
Fui por un caminito, encontré un diablito, se dio de malito, me hice a un ladito. La locomotora.
Tamaño como un ratón y guarda la casa como un león. La llave.
Mi dueño me tiene amor, y aunque soy mujer honrada, me suele tener atada y guardada mi señor. La llave.
Tengo un sacapuntas que no es sacapuntas, ¿qué será? ¿quién lo adivinará? El llilé Gillette.
En el monte anda; en la casa está. La marca de la hacienda.
Un peludo y un pelado, y otro del mango agarrado. La mula, el arado y el hombre.
Se pone en la mesa, se corta y se sirve, pero ninguno come. El mazo de naipes.
Blanco fue mi nacimiento y soy de muchos colores; he causado varias muertes y he arruinado muchos señores. El naipe.
Si al principio es de oro y tiene el fin del papel, averigüe quién es él. El oropel.
Cuatro frailes van a Francia, corren y corren y no se alcanzan. El ovillador.
Se va al galope y termina el poncho. El ovillador.
Lo tiro al suelo, no se rompe; lo tiro al agua, se deshace. El papel.
Cielo blanco, estrellas negras, cinco toros y una tambera. El papel, las letras, los dedos y la lapicera.
Campo blanco, semillas negras, cinco toros y una tambera. La lapicera.
Voy por un caminito, encuentro una alita. Le alzo la pollerita y le toco la cosita. El paraguas.
Largo y peludo, mejor para el culo. El pellón.
Me dieron el nacimiento con negro y me rayan con blanco. El pizarrón.
Negrita caliente, compone a la gente. La plancha.
Una negrita muy inteligente que compone a la gente. La plancha.
Una vieja caliente que arregla a toda la gente. La plancha.
Soy larguito, bien finito y pego a los tontitos. El puntero.
No soy humana y sé hablar, no soy música y hago música, doy las horas sin ser reloj y digo las cosas que busquen. La radio.
Doce damas tengo, cada una tiene sus cuartos, todas tienen medias y ninguna tiene zapatos. El reloj.
A mi casa vino un gran señor; es petizo y barrigón; lleva paraguas así llueva o haga sol. ¿Quién será este gran señor? El reloj despertador.
Una mulita negra cargada, la carga se le dispara, la mulita queda parada. El revólver.
Tiro un hilito, suena un pajarito. La roldana.
Dos muchachitos, corren y corren, nunca se alcanzan. Las ruedas.
Cuatro hermanitas van hacia Francia, corre que te corre y nunca se alcanzan. Las ruedas del automóvil.
Soy blanco de nacimiento, pero después todos me ensucian, me dan mensajes, noticias, para llevar al momento. El sobre de carta.
Fui por un caminito, encontré una niñita; le levanté el vestidito, le toqué la cosita. La sombrilla.
Una casita con un sólo horcón. La sombrilla.
Ramadón, con un sólo horcón. La sombrilla.
Saltaba, brincaba y no se contentaba. La taba.
Saltaba, brincaba y estaba. La taba.
En Salta estaba, aquí estaba, y siempre estaba. La taba.
Aquí estaba, allá estaba, en Salta estaba. La taba.
Pisa abajo, pisa arriba, dele barriga la pitardía. El telar.
Dos señoritas van al compás, con los pies adelante, los ojos atrás. La tijera.
Tras, tras, la cabeza para atrás. La tijera.
Largo largo como lazo, en cada paso da un martillazo. El tren.
Para bailar me pongo la capa porque sin capa no puedo bailar; para bailar me quito la capa porque con capa no puedo bailar. El trompo.
Con la espalda camina y con el pecho también. La ushuta.
Una señora alta y seca, que le corre la manteca. La vela.
Una vieja larga y seca, que le corre la manteca. La vela.
Un señor alto, blanco, con una sola tripa. La vela.
Una dama muy delgada y de palidez mortal, que se alegra y se reanima cuando la van a quemar. La vela.
Maravilla, maravilla: en el monte se crió y en el altar se acabó. La vela de cera.
Dos peludos y un pelado, y otro que camina al lado. La yunta de mulas, el arado y el hombre.
Dos hermanitos muy igualitos; cuando llegan a viejos abren los ojitos. Los zapatos.
Animalito bermejo, costillas sobre el pellejo. El barril.
Tengo cola y no soy animal; aunque subo alto, muy alto, de las alas del ave estoy falto y no puedo a mi antojo volar. El barrilete.
Pajarito volando, con las tripas colgando. La pandorga, o el barrilete.
En el campo nació, verde se cría, y en el cabildo le hacen la cortesía. El bastón.
Balanza balanza, no tiene tripa ni panza. La boleadora.
Nace en el monte y vive en el agua. El bote.
Dentra por uno, sale por dos. El calzoncillo.
Tiran del hilito, grita el pajarito. La campana.
Entre pared y pared hay una santa mujer, que con el diente llama a la gente, con las muelas a las mozuelas, con los colmillos a los chiquillos. La campana.
Una vieja con un diente que llama a toda la gente. La campana de la iglesia.
Fui por un caminito, encontré un nidito; en el nidito había un huevito; en el huevito, un hilito; tiré el hilito y sonó el huevito. La campana.
Fui por un caminito, encontré un quimilito; dentro del quimilito encontré un nidito; dentro del nidito encontré un huevito, cada vez que lo toco chiquetea como diablito. La campana.
Chiquito como un ratón, guarda la casa como un león. El candado.
En aquel rinconcito hay un viejecito sacándose la tripita, poquito a poquito. El candil.
Colorado como el tomate, en medio las piernas se bate. El carpincho.
Campo blanco, semillas negras, cinco vacas y una ternera. La carta.
Corre sin tener pies, habla sin tener lengua. La carta.
No tiene pies y camina, no tiene boca y habla. La carta.
Soy blanca como la paloma, negrita como la pez; hablo y no tengo lengua, corro y no tengo pies. La carta.
Se va al agua; sin tomar vuelve. El cencerro.
Va al campo y no come, va al agua y no bebe, y siempre vive cantando. El cencerro.
Va al agua y no bebe; va al monte y no pastia. El cencerro.
Bajo al agua, no tomo agua; voy al campo, no como pasto. El cencerro.
Un mocito de ropa blanca y gorrita colorada. El cigarrillo.
Verde fue mi nacimiento y de blanco me vestí; sufrí padecimientos para darte el gusto a ti. El cigarrillo.
Indio amortajado, culo colorado. El cigarrillo.
Me golpeas en la cabeza y nunca me matarás, seré tu esclavo eterno; tonto si no adivinás. El clavo.
Un cucurruquito con cien y mil mallas, le gusta a las damas y también las doncellas sábenlo estimar, sábenlo querer; dime cucurruquito, dime lo que es. El dedal.
Qué es una cosa hueca que tiene toda mujer, mete los dedos por dentro cuando tiene algo que hacer. El dedal.
Salgo de la sala, voy a la cocina, meneando mi cola como una gallina. La escoba.
Alforjitas al hombro, colla no es; aunque anda por las cuevas, vizcacha no es. La escopeta.
Voy por un camino y encuentro una mula cargada, la carga se le dispara y la mula queda parada. La escopeta.
Yo y vos, que eres, que somos los dos. El espejo.
Si me miras te ves, si me rompes te desgracias; soy indispensable a las damas, adivina cual es mi gracia. El espejo.
En todas partes estoy, y cuando me necesitan me pegan. La estampilla de correos.
Todo el invierno me tienen agasajada; en el verano me arrinconan porque no sirvo. La estufa.
Como el barrilete vuela por los aires, y el juguete que yo les digo no es el barrilete; redondito redondito, ¿qué será? El globo.
Rasga buchi y torci oreja. La guitarra.
Se le tuerce la oreja, se le rasca la barriga. La guitarra.
Una viejita muy viejita, en la boca tiene tripas, en la frente tiene dientes; adivina si la sientes. La guitarra.
En el monte grita, en la pampa se calla. El hacha.
Entra en el monte y grita, sale a la pampa y se calla. El hacha.
En el monte grita, en la casa se calla. El hacha.
Dando vueltas se empreña. El huso de hilar.
Si un secreto quieres guardar, me tendrás que quemar. El lacre.
Largo, larguero, Martín Caballero. El látigo.
Hojas tengo sin ser árbol; lomo, y caballo no soy; no tengo boca ni lengua, pero mil consejos doy. El libro.
Juana se asienta y Rosa se levanta. Los lizos del telar.
Fui por un caminito, encontré un diablito, se dio de malito, me hice a un ladito. La locomotora.
Tamaño como un ratón y guarda la casa como un león. La llave.
Mi dueño me tiene amor, y aunque soy mujer honrada, me suele tener atada y guardada mi señor. La llave.
Tengo un sacapuntas que no es sacapuntas, ¿qué será? ¿quién lo adivinará? El llilé Gillette.
En el monte anda; en la casa está. La marca de la hacienda.
Un peludo y un pelado, y otro del mango agarrado. La mula, el arado y el hombre.
Se pone en la mesa, se corta y se sirve, pero ninguno come. El mazo de naipes.
Blanco fue mi nacimiento y soy de muchos colores; he causado varias muertes y he arruinado muchos señores. El naipe.
Si al principio es de oro y tiene el fin del papel, averigüe quién es él. El oropel.
Cuatro frailes van a Francia, corren y corren y no se alcanzan. El ovillador.
Se va al galope y termina el poncho. El ovillador.
Lo tiro al suelo, no se rompe; lo tiro al agua, se deshace. El papel.
Cielo blanco, estrellas negras, cinco toros y una tambera. El papel, las letras, los dedos y la lapicera.
Campo blanco, semillas negras, cinco toros y una tambera. La lapicera.
Voy por un caminito, encuentro una alita. Le alzo la pollerita y le toco la cosita. El paraguas.
Largo y peludo, mejor para el culo. El pellón.
Me dieron el nacimiento con negro y me rayan con blanco. El pizarrón.
Negrita caliente, compone a la gente. La plancha.
Una negrita muy inteligente que compone a la gente. La plancha.
Una vieja caliente que arregla a toda la gente. La plancha.
Soy larguito, bien finito y pego a los tontitos. El puntero.
No soy humana y sé hablar, no soy música y hago música, doy las horas sin ser reloj y digo las cosas que busquen. La radio.
Doce damas tengo, cada una tiene sus cuartos, todas tienen medias y ninguna tiene zapatos. El reloj.
A mi casa vino un gran señor; es petizo y barrigón; lleva paraguas así llueva o haga sol. ¿Quién será este gran señor? El reloj despertador.
Una mulita negra cargada, la carga se le dispara, la mulita queda parada. El revólver.
Tiro un hilito, suena un pajarito. La roldana.
Dos muchachitos, corren y corren, nunca se alcanzan. Las ruedas.
Cuatro hermanitas van hacia Francia, corre que te corre y nunca se alcanzan. Las ruedas del automóvil.
Soy blanco de nacimiento, pero después todos me ensucian, me dan mensajes, noticias, para llevar al momento. El sobre de carta.
Fui por un caminito, encontré una niñita; le levanté el vestidito, le toqué la cosita. La sombrilla.
Una casita con un sólo horcón. La sombrilla.
Ramadón, con un sólo horcón. La sombrilla.
Saltaba, brincaba y no se contentaba. La taba.
Saltaba, brincaba y estaba. La taba.
En Salta estaba, aquí estaba, y siempre estaba. La taba.
Aquí estaba, allá estaba, en Salta estaba. La taba.
Pisa abajo, pisa arriba, dele barriga la pitardía. El telar.
Dos señoritas van al compás, con los pies adelante, los ojos atrás. La tijera.
Tras, tras, la cabeza para atrás. La tijera.
Largo largo como lazo, en cada paso da un martillazo. El tren.
Para bailar me pongo la capa porque sin capa no puedo bailar; para bailar me quito la capa porque con capa no puedo bailar. El trompo.
Con la espalda camina y con el pecho también. La ushuta.
Una señora alta y seca, que le corre la manteca. La vela.
Una vieja larga y seca, que le corre la manteca. La vela.
Un señor alto, blanco, con una sola tripa. La vela.
Una dama muy delgada y de palidez mortal, que se alegra y se reanima cuando la van a quemar. La vela.
Maravilla, maravilla: en el monte se crió y en el altar se acabó. La vela de cera.
Dos peludos y un pelado, y otro que camina al lado. La yunta de mulas, el arado y el hombre.
Dos hermanitos muy igualitos; cuando llegan a viejos abren los ojitos. Los zapatos.
Animales
Vaquita hosca, colita rosca. El alacrán.
En alto vive, en alto mora, en alto teje la tejedora. La araña.
Randa por randa y andadorita, teje que teje tejedorita. La araña.
Sombrero sobre sombrero y tapa sobre tapa, como corazón de vaca. La bala de las avispas.
Clavado de pies y manos, herido en la cruz está; no es Dios ni su semejanza; adivine quién será. El caballo.
Me llaman babosa porque ando sin piernas, y voy caminando con mi casa a cuestas. El caracol.
Como desconfío de los alquileres tan caros, viajo llevando mi casa y en cualquier sitio me instalo. El caracol.
Animalito bravo, piquito doblao, sombrerito bayo, ponchito listao. El carancho.
Torito overo, piquito de acero. El pájaro carpintero.
¿Cuál es la comunidad que sin regla expresa vive, y notable utilidad con sus trabajos recibe de ella la comunidad? La colmena de abejas.
Un convento muy cerrado, sin campanas y sin torres, muchas monjitas adentro haciendo dulces de flores. La colmena.
Dentro de una torre hay muchas monjas haciendo dulces de flores. La colmena.
Espejito delicioso, pueblito de gente mala. La colmena.
Qué cama tan hermosa, con tantas cadenas de oro; para ser la vaca tan brava cuernos ha de tener el toro. La colmena y las abejas.
Fue blanco mi nacimiento, negra mi mocedad, se me pela la cabeza y no sé por qué será. El cóndor.
Una señora muy aseñorada, con muchos remiendos y ninguna puntada. La gallina.
Pico de cuerno, ala de ave, las rodillas para atrás y camina adelante. La gallina.
Del peludo sale un pelado y del pelado sale un peludo. La gallina, el huevo y el pollito.
Alto altanero, gran caballero, gorra de grana, espuela de acero. El gallo.
Corona ves en mi cabeza, calzo espuela pavonada, tengo barba colorada; mi sueño muy presto empieza y madrugo a la alborada. El gallo.
Garra pero no de cuero, pata pero no de vaca. La garrapata.
Gola que gola arriba, drina que no camina, tonto serás si no adivinas. La golondrina.
Por un caminito va una filita de cosas chiquitas. Las hormigas.
Hileras van, hileras vienen, en el camino se entretienen. Las hormigas.
Muchas damas en un agujero, todas visten de negro. Las hormigas.
A lo lejos polvareda y ya cerca pajarito. La langosta.
Polvo viene, no es polvo; pájaro viene, no es pájaro. La langosta.
Cuál es el hijo que nace cuando la madre está ausente. La langosta.
De lejos parece una polvareda y de cerca una humareda. La manga de langostas.
Tapa sobre tapa, corazón de vaca. La lechiguana.
Un indio colgao, con muchos soldaos. La lechiguana.
Bichito rulo rulo, se da vuelta, se mira el culo. La lechuza.
Hay un animal que habla como una persona. ¿Qué será? ¿Qué será? El loro.
Hablo y no pienso; lloro y no siento; río sin razón y miento sin intención. El loro.
Bichito vira vira, que por una herida pierde su vida. La mosca.
Una señora muy aseñorada va en el tranvía sin pagar nada. La mosca.
Quién es ese caballero, el de las piernas peladas, que toca el chiribitín y le dan de bofetadas. El mosquito.
Que digan los estudiantes de tanta sabiduría, cuál es el ser volador que pare, da el pecho y cría. El murciélago.
En el campo me crié gritando como una loca, me ataron de pies y manos para quitarme la ropa. La oveja.
Voy y vengo en mi mansión, pero vienen a prenderme; mi casa escapa por la ventana y yo me quedo en prisión. El pescado en la red.
Si lo pillo me quedo sin él, si no lo pillo me quedo con él. El piojo.
Cuál es el animal que camina con las patas sobre la cabeza. El piojo.
Fui por un caminito, encontré muchas monjas, más arriba dos ovillos, más arriba dos luceros, más arriba una plaza donde andan los caballeros. Los piojos.
Cuál es aquel caballero, que no sale de su casa si no la rompe primero. El pollito.
Mi madre me labró casa sin puertas y sin ventanas, y cuando quiero salir rompo la blanca muralla. El pollito.
Un cazador salió a cazar; lo que mató, dejó, lo que no mató, lleva. La pulga.
Saltaba y brincaba y no se contentaba. La pulga.
Saltarín, saltarín, granito de oro. La pulga.
Saltarín, saltarín, como granito de anís. La pulga.
Ovillejo, ovillejo, cara de indio viejo. El quirquincho.
Traca, que traca, tras la petaca. El ratón.
Fui por un caminito, encontré un pan de jabón; diciendo que era mi tío le pedí la bendición. El sapo.
Barranca barranca, pichanillas blancas. El suri.
Tranca barranca, mechones blancas. El suri.
Zancos barrancos, mechones blancos. El suri.
En el monte grita y no es pampero, pega el martillazo sin ser zapatero. El tero.
Cuatro tinajas boca hacia abajo. Las tetas de la vaca.
Cuatro botijitas boca para abajo y no se vuelcan. Las tetas de la vaca.
En un camino topé con un hombre muy moreno, no era cura ni sacristán sino lo que dije primero. El topo.
Cuatro horcones, sala con teja. La tortuga.
Casa entejada, con cuatro pilares. La tortuga.
En un monte espeso, una niña saca el pescuezo. La tortuga.
Retrato de la pereza dicen que es cierto animal, porque anda poco y despacio y no quiere trabajar. La tortuga.
Humo pero no de fuego; cutis, pero no de vaca. El umucuti .
Palito liso que Dios lo hizo. La víbora.
Palito liso que Dios lo hizo, cada vez que le veo me atemorizo. La víbora.
Lisa, lisa, que atemoriza. La víbora.
Quieta de día, de noche inquieta. La vizcacha.
Largo larguero, Martín Caballero, picasito de overo pero no es ternero. El zorro.
Vaquita hosca, colita rosca. El alacrán.
En alto vive, en alto mora, en alto teje la tejedora. La araña.
Randa por randa y andadorita, teje que teje tejedorita. La araña.
Sombrero sobre sombrero y tapa sobre tapa, como corazón de vaca. La bala de las avispas.
Clavado de pies y manos, herido en la cruz está; no es Dios ni su semejanza; adivine quién será. El caballo.
Me llaman babosa porque ando sin piernas, y voy caminando con mi casa a cuestas. El caracol.
Como desconfío de los alquileres tan caros, viajo llevando mi casa y en cualquier sitio me instalo. El caracol.
Animalito bravo, piquito doblao, sombrerito bayo, ponchito listao. El carancho.
Torito overo, piquito de acero. El pájaro carpintero.
¿Cuál es la comunidad que sin regla expresa vive, y notable utilidad con sus trabajos recibe de ella la comunidad? La colmena de abejas.
Un convento muy cerrado, sin campanas y sin torres, muchas monjitas adentro haciendo dulces de flores. La colmena.
Dentro de una torre hay muchas monjas haciendo dulces de flores. La colmena.
Espejito delicioso, pueblito de gente mala. La colmena.
Qué cama tan hermosa, con tantas cadenas de oro; para ser la vaca tan brava cuernos ha de tener el toro. La colmena y las abejas.
Fue blanco mi nacimiento, negra mi mocedad, se me pela la cabeza y no sé por qué será. El cóndor.
Una señora muy aseñorada, con muchos remiendos y ninguna puntada. La gallina.
Pico de cuerno, ala de ave, las rodillas para atrás y camina adelante. La gallina.
Del peludo sale un pelado y del pelado sale un peludo. La gallina, el huevo y el pollito.
Alto altanero, gran caballero, gorra de grana, espuela de acero. El gallo.
Corona ves en mi cabeza, calzo espuela pavonada, tengo barba colorada; mi sueño muy presto empieza y madrugo a la alborada. El gallo.
Garra pero no de cuero, pata pero no de vaca. La garrapata.
Gola que gola arriba, drina que no camina, tonto serás si no adivinas. La golondrina.
Por un caminito va una filita de cosas chiquitas. Las hormigas.
Hileras van, hileras vienen, en el camino se entretienen. Las hormigas.
Muchas damas en un agujero, todas visten de negro. Las hormigas.
A lo lejos polvareda y ya cerca pajarito. La langosta.
Polvo viene, no es polvo; pájaro viene, no es pájaro. La langosta.
Cuál es el hijo que nace cuando la madre está ausente. La langosta.
De lejos parece una polvareda y de cerca una humareda. La manga de langostas.
Tapa sobre tapa, corazón de vaca. La lechiguana.
Un indio colgao, con muchos soldaos. La lechiguana.
Bichito rulo rulo, se da vuelta, se mira el culo. La lechuza.
Hay un animal que habla como una persona. ¿Qué será? ¿Qué será? El loro.
Hablo y no pienso; lloro y no siento; río sin razón y miento sin intención. El loro.
Bichito vira vira, que por una herida pierde su vida. La mosca.
Una señora muy aseñorada va en el tranvía sin pagar nada. La mosca.
Quién es ese caballero, el de las piernas peladas, que toca el chiribitín y le dan de bofetadas. El mosquito.
Que digan los estudiantes de tanta sabiduría, cuál es el ser volador que pare, da el pecho y cría. El murciélago.
En el campo me crié gritando como una loca, me ataron de pies y manos para quitarme la ropa. La oveja.
Voy y vengo en mi mansión, pero vienen a prenderme; mi casa escapa por la ventana y yo me quedo en prisión. El pescado en la red.
Si lo pillo me quedo sin él, si no lo pillo me quedo con él. El piojo.
Cuál es el animal que camina con las patas sobre la cabeza. El piojo.
Fui por un caminito, encontré muchas monjas, más arriba dos ovillos, más arriba dos luceros, más arriba una plaza donde andan los caballeros. Los piojos.
Cuál es aquel caballero, que no sale de su casa si no la rompe primero. El pollito.
Mi madre me labró casa sin puertas y sin ventanas, y cuando quiero salir rompo la blanca muralla. El pollito.
Un cazador salió a cazar; lo que mató, dejó, lo que no mató, lleva. La pulga.
Saltaba y brincaba y no se contentaba. La pulga.
Saltarín, saltarín, granito de oro. La pulga.
Saltarín, saltarín, como granito de anís. La pulga.
Ovillejo, ovillejo, cara de indio viejo. El quirquincho.
Traca, que traca, tras la petaca. El ratón.
Fui por un caminito, encontré un pan de jabón; diciendo que era mi tío le pedí la bendición. El sapo.
Barranca barranca, pichanillas blancas. El suri.
Tranca barranca, mechones blancas. El suri.
Zancos barrancos, mechones blancos. El suri.
En el monte grita y no es pampero, pega el martillazo sin ser zapatero. El tero.
Cuatro tinajas boca hacia abajo. Las tetas de la vaca.
Cuatro botijitas boca para abajo y no se vuelcan. Las tetas de la vaca.
En un camino topé con un hombre muy moreno, no era cura ni sacristán sino lo que dije primero. El topo.
Cuatro horcones, sala con teja. La tortuga.
Casa entejada, con cuatro pilares. La tortuga.
En un monte espeso, una niña saca el pescuezo. La tortuga.
Retrato de la pereza dicen que es cierto animal, porque anda poco y despacio y no quiere trabajar. La tortuga.
Humo pero no de fuego; cutis, pero no de vaca. El umucuti .
Palito liso que Dios lo hizo. La víbora.
Palito liso que Dios lo hizo, cada vez que le veo me atemorizo. La víbora.
Lisa, lisa, que atemoriza. La víbora.
Quieta de día, de noche inquieta. La vizcacha.
Largo larguero, Martín Caballero, picasito de overo pero no es ternero. El zorro.
(Continuará)
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