Ernesto de la Cárcova |
El 3 de marzo de 1869 nace Ernesto de la Cárcova, pintor, reconocido por su estilo realista y destacado educador
El 3 de marzo de 1869 nació Ernesto Celedonio Emeterio de la Cárcova. Fue un pintor, reconocido por su estilo realista y un destacado educador. Nació dentro de una familia acomodada de Buenos Aires. Era hijo de Tiburcio de la Cárcova, respetado juez federal vinculado al Partido Autonomista Nacional, y Juana Aurelia de Arrotea, descendiente del rosista Manuel de Arrotea. Murió el 28 de diciembre de 1927.Desde su juventud mostró interés por la pintura, iniciando sus estudios en la Sociedad Estímulo de Bellas Artes en Buenos Aires. Su formación artística se extendió a Europa; estudió en París, Roma y Turín. En esta última, bajo la tutela de Giacomo Grosso en la Academia Albertina, logró éxitos notables, siendo destacada su obra "Cabeza de viejo", adquirida por el rey Humberto I.Volvió a Buenos Aires a los 27 años, en 1893, y completó una de sus obras más aclamadas, "Sin pan y sin trabajo", expuesta en el Salón Ateneo en 1894. Fue adquirida posteriormente por Eduardo Schiaffino para el Museo Nacional de Bellas Artes en 1906, donde aún se conserva.
En 1902, emprendió otro viaje a Europa para desempeñar el cargo de director del patronato de becarios argentinos. Además, fungió como profesor en la Universidad de Buenos Aires, donde, en 1921, diseñó el sello mayor de la institución.
La educación ocupó un lugar central en su vida. Desempeñó papeles públicos cruciales, como Inspector de la enseñanza del dibujo y jurado en la adjudicación de cargos en escuelas primarias y secundarias. También fue responsable de la Cátedra de Historia del Arte en la Universidad de La Plata.
Desde sus primeros días como docente en la Sociedad Estímulo de Bellas Artes en 1894, hasta el establecimiento de la Escuela Superior de Bellas Artes que llevaría su nombre, mostró un profundo compromiso con la formación artística.
Su dedicación a la consolidación de instituciones culturales se reflejó en su empeño por establecer reglas y ordenamientos que respetaran la libertad de búsqueda artística. Esta visión, sin embargo, lo llevó a enfrentamientos con colegas en diversas ocasiones.
La enseñanza del arte acabó por predominar en su vida, relegando su producción pictórica a un segundo plano. Preocupado por el sustento de las instituciones, incluso llegó a vender obras para financiarlas. Durante su gestión, logró que el Estado Nacional asumiera la responsabilidad de la Academia Nacional de Bellas Artes, siendo su primer director, junto a Eduardo Sívori como vicedirector. Su legado perdura en la Escuela Superior de Bellas Artes que lleva su nombre y en el Museo de calcos y escultura comparada, alojado en sus instalaciones.
©Juan Manuel Aragón
Una de las villas más tenebrosas de Buenos Aires lleva su nombre. Queda en José León Suárez...
ResponderEliminarHay muchos que parecen incomprendidos para su etapa personal pero la vida demuestra que hicieron una época. Grandes protagonistas de una Argentina creciente y luminosa detrás de los objetivos de sumar la capacidad y humildad de aprender. Saludos
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