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Se quiso promover el conocimiento de lo nacional |
El 21 de septiembre de 1988 se sanciona la ley que estableció la enseñanza obligatoria del folklore nacional en las escuelas
El 21 de septiembre de 1988 se sancionó en Santiago del Estero la Ley 5708, que estableció la enseñanza obligatoria del folklore nacional en escuelas primarias, secundarias y terciarias. Surgió en un contexto de valoración cultural. Buscó preservar las tradiciones argentinas. Respondió a iniciativas de educadores y folcloristas. Incorporó danzas, música y costumbres. Se implementó en el sistema educativo provincial. Inspiró acciones similares en otras regiones, promovió la participación estudiantil, reforzó la identidad cultural y marcó un hito en la educación santiagueña.En la década de 1980, Santiago del Estero vivía un momento de revalorización de sus raíces culturales. El folklore, con sus danzas, música y tradiciones, ocupaba un lugar central en la identidad provincial. Diversos sectores de la sociedad impulsaban iniciativas para proteger este patrimonio. La ley nació como respuesta a un movimiento que buscaba integrar estas expresiones en la formación de las nuevas generaciones.Se buscó como objetivo principal preservar y difundir el folklore nacional. Se propuso transmitir a los estudiantes el valor de las tradiciones argentinas, desde las chacareras y zambas hasta las leyendas y artesanías. Se quería que las escuelas fueran espacios donde la cultura popular se vivenciara activamente. El enfoque abarcó tanto el conocimiento teórico como la práctica de estas manifestaciones.
La iniciativa surgió de propuestas presentadas por educadores, folcloristas y artistas. Estos actores destacaron la importancia de educar a los jóvenes en las raíces culturales del país. Sus esfuerzos se canalizaron a través de discusiones en la Legislatura provincial. Los debates resaltaron la necesidad de una ley que garantizara la presencia del folklore en las aulas.
La norma fue aprobada por los legisladores santiagueños en un acto que reflejó el consenso sobre la relevancia del folklore. La sanción se celebró como un paso hacia la protección de la identidad cultural. La ley entró en vigor con el respaldo de la comunidad educativa.
En el texto se incluyó la enseñanza de danzas tradicionales, como la chacarera y el malambo, y de la música folclórica, con instrumentos como la guitarra y el bombo. También abarcó expresiones culturales como las coplas, los relatos populares y las artesanías. Se promovió un enfoque integral que combinara teoría y práctica. Las escuelas debían adaptar sus programas para cumplir con estos lineamientos.
Luego de su sanción, las escuelas primarias, secundarias y terciarias incorporaron talleres, clases y actividades extracurriculares. Los docentes recibieron orientaciones para integrar el folklore en sus asignaturas. El proceso requirió la colaboración de músicos, bailarines y especialistas en tradiciones populares.
Esta ley inspiró iniciativas similares en otras provincias argentinas. Su modelo de enseñanza del folklore como asignatura obligatoria llamó la atención de legisladores y educadores. Algunas regiones adaptaron la idea para fortalecer sus propias tradiciones. El impacto de la norma trascendió las fronteras santiagueñas.
Se fomentó la participación activa de los estudiantes en actividades folclóricas. Festivales, peñas y presentaciones escolares se convirtieron en espacios para mostrar lo aprendido. Los jóvenes interpretaron danzas y canciones, y exploraron las historias detrás de cada tradición. Estas actividades fortalecieron el vínculo con la cultura local.
Fue un acontecimiento importante en la educación de Santiago del Estero. Representó un compromiso con la preservación de la identidad cultural. Las aulas se transformaron en escenarios donde el folklore cobró vida.
Ramírez de Velasco®
En los años '60, en la escuela primaria nos han enseñado las canciones patrias y algo de canto folclórico. En las fiestas patrias había que lucirse cantando zambas y chacareras; no faltaban los bailarines. De un tiempo a esta parte, practican Hallowen y bailan esas cosas que promueve la televisión, con nombres extraños, mientras los docentes que promueven todo eso piden una ley de folclore en las escuelas.
ResponderEliminarEl folklore en Santiago solo sirve para comprar votos y organizar festivales para distraer al "lo trabajadore"
EliminarTodo muy bonito, pero ésta es una Ley más Argentina que NO se cumple!!!
ResponderEliminar¿que no se cumple? si organizan festivales hasta de la Hernia¡¡¡
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