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| Alfonsín y Menem |
El 8 de noviembre de 1993 se sella el acuerdo entre Carlos Menem y Raúl Alfonsín que sienta las bases para la reforma constitucional de 1994
El 8 de noviembre de 1993 se selló el acuerdo entre Carlos Menem y Raúl Alfonsín que sentó las bases para la reforma constitucional de 1994, con la posibilidad de reelección presidencial, la elección directa mediante doble vuelta y cambios en la estructura institucional del país. El pacto fue el resultado de intensas negociaciones entre los líderes de los dos principales partidos políticos, que buscaron compatibilizar sus diferencias y garantizar un marco legal estable para la democracia argentina.La firma se produjo tras un período de fuerte reconfiguración política, marcado por la victoria del justicialismo en las elecciones legislativas de octubre de 1993, que fortaleció la posición de Menem en el Congreso. Alfonsín, por su parte, había asumido nuevamente la conducción de la Unión Cívica Radical y buscaba asegurar que la reforma incorporara mecanismos de control y equilibrio del poder presidencial.Las negociaciones se centraron en un "Núcleo de Coincidencias Básicas" que estableció los principios fundamentales de la reforma. Entre ellos se acordó reducir el mandato presidencial de seis a cuatro años, habilitar una reelección consecutiva, crear la figura del Jefe de Gabinete responsable ante el Congreso y garantizar la autonomía de la Ciudad de Buenos Aires.
Se estableció también la incorporación de un tercer senador por la minoría, la creación del Consejo de la Magistratura para la designación de jueces y la regulación de los decretos de necesidad y urgencia. La reforma amplió los derechos humanos y eliminó el requisito confesional para acceder a la presidencia, buscando equilibrar el presidencialismo con un mayor control institucional.
Tras la firma del acuerdo, el Congreso aprobó la ley que habilitaba el proceso de reforma constitucional, y se convocaron elecciones para convencionales constituyentes en abril de 1994. La nueva Constitución fue sancionada en agosto de ese mismo año, consolidando los cambios acordados entre Menem y Alfonsín.
La reforma introdujo cambios significativos en el sistema político argentino, modificando la duración de los mandatos, creando nuevos órganos institucionales y fortaleciendo los derechos ciudadanos. Su puesta en marcha fue posible gracias al consenso alcanzado entre las principales fuerzas políticas, que priorizaron la negociación sobre la confrontación.
El proceso evidenció un momento de madurez política, en el que la negociación y el diálogo permitieron superar diferencias ideológicas y avanzar hacia un marco institucional más estable. La firma del pacto mostró la capacidad de los líderes de ambos partidos para alcanzar acuerdos en temas de relevancia nacional.
La figura de Raúl Alfonsín se destacó por su disposición al diálogo y su rol constructivo, aun siendo líder de la oposición. Su participación fue clave para asegurar que la reforma incluyera mecanismos de equilibrio del poder y protección de la democracia.
Carlos Menem, por su parte, logró consolidar su liderazgo y garantizar la posibilidad de presentarse nuevamente como candidato presidencial en 1995, lo que marcó un precedente en la historia política argentina al habilitar la reelección presidencial en un contexto democrático.
En síntesis, el 8 de noviembre de 1993 marcó el inicio de un proceso que culminó con la reforma constitucional de 1994, un acuerdo que modernizó la estructura política del país y consolidó un marco institucional más equilibrado, resultado del diálogo y la negociación entre Menem y Alfonsín.
Ramírez de Velasco®



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