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| Jorge Julio López |
El 18 de septiembre de 2006, desaparece en Buenos Aires, Jorge Julio López, testigo clave en el juicio contra Miguel Etchecolatz
El 18 de septiembre de 2006, desapareció en Buenos Aires, Jorge Julio López, testigo clave en el juicio contra Miguel Etchecolatz, que había sido comisario y estaba siendo acusado por crímenes de lesa humanidad durante la dictadura militar (1976-1983). López, detenido y sobreviviente de centros clandestinos, había declarado sobre torturas, homicidios y desapariciones. Su desaparición ocurrió un día antes de una audiencia judicial. Nunca lo hallaron.Nació el 25 de noviembre de 1929 en General Villegas, provincia de Buenos Aires. Fue albañil y militante peronista. Durante la dictadura, lo secuestraron en octubre de 1976. Permaneció detenido en centros clandestinos, como el Pozo de Arana, hasta 1979. Sufrió torturas y presenció ejecuciones. Tras su liberación, se reincorporó a la vida familiar y laboral, pero mantuvo su compromiso con la justicia.En el 2006, se desarrolló el juicio contra Miguel Etchecolatz, que había sido director de Investigaciones de la Policía Bonaerense. Se lo acusó por delitos cometidos en la represión ilegal. El proceso, iniciado tras la anulación de las leyes de Punto Final y Obediencia Debida, marcó un hito en la justicia argentina. López, como testigo, aportó detalles sobre su cautiverio y los crímenes en centros clandestinos.
El 18 de septiembre de 2006, salió de su casa en Los Hornos, La Plata, rumbo al Tribunal Oral Federal 1. Debía asistir a una audiencia del juicio. Fue visto por última vez cerca de su casa, alrededor de las 8 de la mañana. Testigos afirmaron haberlo visto caminando solo. No llegó al tribunal. Su desaparición se denunció ese mismo día.
Se iniciaron investigaciones inmediatas. La Policía Bonaerense y la Justicia Federal intervinieron. Hubo rastrillajes en Los Hornos y alrededores. Se revisaron cámaras de seguridad y se tomaron declaraciones a vecinos. No se hallaron pistas concretas. La hipótesis principal apuntó a un secuestro vinculado a su rol como testigo.
El caso generó conmoción nacional. Organismos de derechos humanos, como Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, exigieron respuestas. Se organizaron marchas en Buenos Aires y La Plata. Se reclamó justicia y la aparición con vida de López. La prensa lo calificó como la primera desaparición en democracia vinculada a juicios por la dictadura.
La Justicia Federal abrió una causa por “desaparición forzada”. Se investigaron posibles vínculos con represores y sectores de la Policía Bonaerense. Etchecolatz, condenado a cadena perpetua en el 2006, fue señalado como posible responsable indirecto. No se encontraron pruebas que lo vincularan directamente.
Se ofrecieron recompensas por información sobre su paradero. En el 2008, el Ministerio de Seguridad estableció una suma de 200.000 pesos. En el 2014, se elevó a 2 millones. No surgieron datos relevantes. La causa acumuló miles de fojas, pero permaneció sin avances significativos.
Organismos internacionales, como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, pidieron la aclaración y, de ser posible, su aparición con vida. En el 2014, se hizo una reconstrucción de los hechos en Los Hornos. Participaron peritos y testigos. No se obtuvieron resultados concluyentes. La desaparición se mantuvo en la agenda de derechos humanos.
A estas alturas del 2025, la causa sigue abierta. No se halló a López ni a los responsables. El caso permanece como símbolo de la lucha por la justicia. Se realizan actos anuales en su memoria. La investigación continúa bajo la carátula de “desaparición forzada”.
Ramírez de Velasco®



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