Ir al contenido principal

IDENTIDAD De los guasapeadores al oquei

Atahualpa Yupanqui, joven

Parafraseando a Atahualpa Yupanqui, hoy se podría decir: “Mi idioma te están cambiando o te han disfrazáu que es pior”

Con las consignas que guasapearon los amigos (anote el verbo guasapear, porfis), se amplió la lista de ayer, con las nuevas formas de hablar de la gente culta, la que está en la pomada. Estas nuevas formas, aclaremos, no son solamente antiargentinas, también son antisantiagueñas, antiprovincianas, anticulturales, antihumanas y antitodo. Vamos a por ellos, amigo, amiga, amigue, amiguis.
La gente moderna no vive, experimenta. No duerme, recarga energías. No sueña, visualiza metas. No piensa, reflexiona en voz alta (casi siempre en podcast). No recuerda, trae a la memoria. No pide perdón, pide disculpas públicas y aquí va un asterisco, no dice “disculpame”, sino: “Si en algo te he ofendido, disculpame” Y no es lo mismo, no señor. No se equivoca, pivotea. No se despide, se desconecta temporalmente. No se cansa, entra en déficit energético.
No juega, gamifica. No camina, transita o se desplaza con propósito. No se cae, se itera en el equilibrio. No se pierde, se desorienta momentáneamente. No se moja ni se baña, se hidrata externamente (esta la oí en la tele, si le digo a mi compadre no va a creer, así que mejor no). No viaja, explora destinos. No se muda, se relocaliza. No guarda, almacena en la nube. No se corta el pelo, se renueva el look. No toma un descanso, hace un reset.
No habla, conecta o networkea. No se ríe, se colapsa de risa. No se divierte, vibra alto. No se reúne, hace meetups (no sé lo que es, lo hallé gugleando, pero es divino). No se abraza, comparte energía positiva. No se pelea, genera fricción constructiva. No grita, eleva el tono. No se calla, se mutea. Y nadie se queja, todos se feedbackea (pronunciar fidbaquea, otro verbo para la lista).
El hombre y la mujer moderna no come dulces, saborea treats. No come una pizza, comparte una experiencia culinaria circular. No toma un helado, degusta un postre frozen. No hace un té, infusiona. No cocina, elabora una experiencia gastronómica. No come un asado, celebra un ritual carnívoro. No se toma vino, degusta un malbec de autor. No bebe, se hidrata (a esta la puse ayer, pero la repito porque es el colmo de lo finioli).
Ya no se estudia, se adquiere conocimientos. No se lee un libro, se consume literatura. No se escribe a mano, se digitaliza la narrativa (es cursi, pero también hermosa, no va a decir que no). No se hace tarea, se proponen consignas. No se aprueba, se acredita. No se suspende, se invita a recursar. Nadie copia, se replican modelos. Nadie aprende de memoria, se adquieren insaits.
No se charla, se intercambia contenido. No se canta, se interpreta. No se toca la guitarra, se performa. No se baila, se hace dance. No se canta en la ducha, se performan vocals en acústico. Nadie cuenta chistes, todos hacen estandap, son estandaperos y andan por la vida estandapeando. Nadie conduce, hostea. Nadie tiene un programa de radio, todos gestionan un podcast. Nadie va al cine, todos viven experiencias inmersivas en estrimin.
No se compra ropa, se adquiere drip. No se compran timbos, se invierte en calzado. No se va a un bar, se asiste a un space (pronuncie espeis y sonará más culto que no sé qué). No se va al almacén, se penetra en un minimarket. No se hace mercado, se explora el retail. No se queda en casa, se hace staycation (significa literalmente “vacaciones en el hogar” y uno se queda pensando qué capos estos ingleses, tienen una palabra para todo). No se planifica, se diseña un roadmap. No se regala, se gestea un detalle.
Los chicos no se portan mal, exploran sus propios límites. No se aburren, entran en modo introspectivo. No juegan al fútbol, performan en la cancha. No dibujan, crean contenido visual. No piden, manifiestan necesidades. No se disfrazan, se cosplayean. No tienen amigos, tienen squads (significa “escuadras o escuadrones”, pero no se aflija, total los patoteros siempre son los vecinos, jamás los hijos de uno). No se asustan, activan el modo alerta.
Las parejas no pelean, atraviesan crisis de comunicación. No se separan, gestionan procesos de desapego. Nadie corta, se redefine el lazo. Nadie engaña, vive una experiencia paralela. Nadie es cornudo, se integra involuntariamente a una relación no monógama consentida. Nadie se enamora, matchea o siente química dos punto cero. Nadie ama, se conecta en frecuencia.
No hay pobres, hay personas en situación de vulnerabilidad. No hay ricos, hay sectores de altos ingresos. No hay delincuentes, hay jóvenes en conflicto con la ley. No hay villas, hay asentamientos. Nadie roba, se apropia indebidamente. Nadie miente, hace storytelling (dicho en criollo te hacen el cuento). Nadie estafa sino que, de manera elegante, gestiona recursos de manera irregular.
No hay viejos, hay adultos mayores. No hay niños, hay menores de edad. No hay pendejos lanudos, hay púberes. No hay jóvenes, hay adolescentes. Y todos, todos, todos, se nombran a sí mismos como “los chicos”. No hay madres, hay personas gestantes (le llegaba a regalar algo a mi mamá por el “Día de la Persona Gestante” y me lo tiraba por la huma, con mucha razón). No hay padres, hay progenitores. Lo de sexo masculino y sexo femenino es una división hetero patriarcal binarie, lo que hay son identidades genéricas en tránsito. Y no hay familia, hay núcleo conviviente.
Al final, nadie dice “nosotros”: todos dicen “el team” (pronuncie “tim”). Porque, obvio, suena más cool y más trendy. Y entre tanto eufemismo, tanta etiqueta y tanto inglés mal masticado, la lengua ya nadie dice lo que quiere decir: solo vomita palabras que no entiende, porque así hablan todos, ¿ha visto? Ya no se nombra: se gestiona. No se comunica: se performa.
Lo peor, amigo, es que el idioma, pobre, cansado de tanto pivotear, un día no va a hablar más, va a tener tan agotada su carga de tonterías que va a apagarse, como celular que le han sacado la pila.
Ahora sí, fin, ¿meta?
No, ahora se dice oquei.
Juan Manuel Aragón
A 17 de septiembre del 2025, en la Avellaneda y Belgrano. Mirando el semáforo.
Ramírez de Velasco®

Comentarios

  1. La falta de sentido comun nos llevara a la ruina. Hay mucha cosa que no se hace comprensible. Qué es, no sé. Hay que ver qué papel tenemos los adultos. Tampoco se dice "ex marido", se dice "ex". O peor, se dice "Rl papá/ o la mamá de mi hijo.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares (últimos siete días)

2016 AGENDA PROVINCIAL Castiglione

Julio César Castiglione El 14 de diciembre del 2016 muere Julio César Castiglione, abogado, doctor en derecho, profesor de sociología, periodista, concejal, funcionario de la Provincia y autor de libros y tratados especializados El 14 de diciembre del 2016 murió Julio César Castiglione. La mezquindad del nuevo tiempo que empezó a vivir en este siglo la Argentina y con particular furia Santiago del Estero, impidieron que tuviera un obituario acorde a sus méritos. Esta breve nota pretende saldar esa deuda. Fue abogado, doctor en derecho, profesor de sociología, periodista, concejal, funcionario de la Provincia y autor de libros y tratados especializados. Había nacido el 9 de abril de 1926. Como abogado, egresó de la Universidad Nacional de Tucumán con altas calificaciones, por lo que fue delegado estudiantil ante el Decanato. Miembro correspondiente de la Academia Nacional de Derecho de Córdoba y de la Academia Nacional de Ciencia de Buenos Aires; profesor de las Universidades Católica y...

HABLAR Clichés que vuelan

Ilustración Lista breve de expresiones usadas todos los días, que quizás tienen autor desconocido, pero funcionan Es casi seguro que alguna vez usté usó alguna frase hecha, un lugar muy común, quizás sin darse cuenta, tal vez sin saber por qué o creyendo que es su autor, aunque la oyó por ahí y se le pegó. Son frases que, en un contexto determinado no caen mal y se entienden perfectamente. A continuación, una breve lista de entre miles que se usan todos los días en las conversaciones comunes. Y, como siempre, va la recomendación de que, si conoce otras, las agregue en los comentarios, como una forma de enriquecer el vocabulario de todos. Estamos al horno con papas. A otra cosa, mariposa. Ando bien… ¿o quieres que te cuente? Nos vidrios. Listo el pollo, pelada la gallina. Y chau pinela. Me fui a la mierda… pero vuelvo. Al toque perro. Mal pero acostumbrado. Vamos viendo. No da. Estamos en el horno, pero contentos. Me fui a la bosta y sin GPS. Me río de Janeiro. Ah, re. Todo bien, todo l...

1861. Pedernera

Juan Esteban Pedernera Nota publicada por primera vez el 12 de diciembre de 1992, en el diario El Liberal Por Juan Manuel Aragón (padre del autor de este blog) A don Cornelio de Saavedra, que preside el primer gobierno propio, no se lo incluye en la lista de presidentes. Dicen que porque no teníamos Constitución. Era provinciano. Y a Rivadavia, que quería aplicar otra Constitución y que las provincias no lo admitieron, sí se lo considera presidente. Era porteño. En la lista de presidentes cuyos retratos aparecían en los australes figuraba Pellegrini (10.000 australes), un porteño vicepresidente que ejerce la presidencia por renuncia del cordobés Juárez. Y en cambio se lo saltea al general don Juan Esteban Pedernera que se hace cargo cuando don Santiago Derqui (10 australes) tiene que dejarla. Pedernera era provinciano, nacido en San José del Morro, San Luis, en 1796. Sus padres lo enviaron a estudiar con los franciscanos en Mendoza, pero en 1815 huye del convento y se incorpora a las t...

SILENCIO Víctimas sin culpa ni historia

A modo de ilustración Persiste el flagelo de asesinar por etnia o creencia, sin embargo, el exterminio quirúrgico de infantes nonatos es la atrocidad moderna más grave Nada impidió ni impide que millones de prisioneros torturados y muertos en todo el mundo griten su dolor: de Alemania a Venezuela, de Cuba a la Argentina, de Chile a Corea del Norte, de Guantánamo a Camboya, de China a Nicaragua. El carcelero lo busca: que griten, porque el grito confirma el sufrimiento; que griten, porque exhibe su impotencia; que griten, aun sabiendo que nadie los oirá; que griten, porque ese clamor, tan audible como inútil, es parte del castigo. Cada día miles de personas son torturadas o asesinadas no por lo que hicieron, no por delitos graves ni leves, no por inducir a otros al mal, sino por algo todavía más banal y más atroz: por lo que son, por lo que sus ideas representan, por mantener viva y en paz su fe religiosa, su convicción política, su identidad. Y a veces ni siquiera por eso: son violados...

CORTESÍA Decí “de nada”

No cuesta mucho Aceptar agradecimientos sostiene la convivencia diaria y evita la falsa modestia disfrazada de humildad Cuando alguien te diga “gracias, amigo”, aceptalo. No cuesta nada y ordena el mundo. Respondé con la misma fórmula que te enseñaron de chico: “De nada”. Es fácil, es simple, es llano. Si alguien te hizo un favor, vos lo reconoces con un “gracias” o un “muchas gracias”. Y si te lo dicen a vos, no queda bien contestar con esas frases que parecen humildes, pero suenan mal: “No, no es nada”, “no me agradezcas”, “era mi deber”. No lo son. Aceptar el agradecimiento es un acto de cortesía básica. Y rechazarlo con esas fórmulas rebuscadas es, en el fondo, una grosería. A nadie le hicieron una reverencia profunda. Nadie se arrodilló para devolver un favor. Solo te dijeron “gracias”, y vos haces muy bien si respondes con un corto y contundente: “De nada”. Cuando dices “no hice nada”, desmereces al otro, que tiene derecho a expresar gratitud del modo natural que aprendió de niño...