La empresa privada que reemplazó a la empresa privada En materia de comunicaciones en Santiago del Estero no se avanzó un paso en cien años Los teléfonos nunca fueron del Estado en Santiago del Estero. Antes de Telecom teníamos la Compañía Argentina de Teléfonos (la Cat, para abreviar), que nos daba un servicio más o menos parecido al que entregaba en el resto del país. O algo peor también. Dicen que su dueña era la Corona de Holanda, no una empresa holandesa o el Estado de Holanda, sino directamente sus reyes, monarcas o comoquiera que se llamen. De hecho, Entel nunca pasó por Santiago. Si en el resto del país se empezaba a ver un adelanto, nos conformábamos, pues llegaría dos o tres años después. Como el teléfono con cospeles (aquí seguían funcionando con monedas) o las modernas cabinas de plástico. Ya eran viejas en Buenos Aires y recién las pusieron en Santiago. Antes de Carlos Menem y su ola privatizadora, a la Cat se le venció la concesión de los teléfonos que, obviamente, debían
Cuaderno de notas de Santiago del Estero