Termo Lumilagro “Nadie te impone que, si sos mujer consigas un novio hombre y viceversa, si te da bola, metele para adelante” Va de nuevo, por las dudas. A nadie le importa cómo te gusta fornicar, con quién lo haces o qué es lo mejor para vos cuando estás en la cama con otra persona… o con lo que sea. Es tu gusto, es tu drama, es tu felicidad, es tu goce, es tu vida. En serio, es poco importante si sos varón y lo haces con tu vecino o sos mujer y te encanta hacerlo con tu vecina. Nadie quiere saber si les gusta más la cama, el sofá del living, la mesa de la cocina, la bañera, el patio, el gallinero, la galería. Por definición es un “acto íntimo”, casi tanto como limpiarse después de cagar: algunos prefieren el papel rugoso, otros quieren que sea suave, los hay que piden de doble hoja y están los amantes del bidé que, a su vez, puede ser con agua fría o tibia. Es irrelevante, porque, ¿de nuevo hay que decirlo?, a nadie le interesa. Es tu elección o, como decían las viejas de antes: “Hac
Cuaderno de notas de Santiago del Estero