Ir al contenido principal

PROPIEDAD PRIVADA Tripa de gallina

Nuestra isla

“En ocasiones nos imaginamos que somos náufragos, el río es el océano Pacífico y la carpa es una choza de ramas”


Los fines de semana apago las luces, cierro la casa, dejo un cartelito en la puerta: “Aquí no vive nadie” y me mando a mudar mi isla del Dulce. No me va a creer si le digo que la descubrimos de casualidad, con mi mujer, una vez que fuimos a Villa Robles a visitar a unos amigos, y salimos a pasear, nos enamoramos del lugar al instante.
Los viernes a la tarde cargo en el Jeep la conservadora con las bebidas y la carne, la caña de pescar, la carpa, el carbón, el termo, el mate, las ojotas y un libro, por si me aburro, pero casi nunca sucede. Y partimos rumbo al paraíso. Qué me hablan de Las Termas, Villa La Punta, Ojo de Agua.
La llamamos Escondida y, si fuera por nosotros se quedará para siempre de esa manera, oculta a los ojos del resto del mundo. De hecho, está disimulada detrás de un recodo del río, desde la barranca del río, si usted mirase para ese lado, quizás pensaría que es la otra orilla.
Al principio nadie nos molestaba, no se veía un alma por los alrededores. Podría andar desnudo todo el día, sobre todo en otoño, cuando el tiempo está hermoso, pero mi mujer no lo permite, me dice que alguien me va a ver y nos denunciará. Un día hallamos unos pescadores que habían hecho un fuego a la orilla del agua, les dijimos que era propiedad privada y que, si no se mandaban a mudar inmediatamente llamaríamos a la policía. Levantaron sus cañas y se fueron asustados.
A veces, cuando volvemos después de dos o tres semanas que no hemos ido, la isla ha cambiado un poco. Los compañeros de la oficina dicen que es porque en realidad se trata de un banco de arena. Cada vez que me dicen eso les pregunto: “¿Vos has estado?”. “No”. “Entonces no hables”. Listo, discusión terminada.
¿En qué cambió, pregunta? Bueno, las costas no son iguales, se viene desmoronando de a poco del lado que viene el agua. Además, en ocasiones nos damos con rastros recientes de gente, quizás vecinos que andan curioseando, pescadores o linyeras, quién le dice. El otro día se paró a descansar una tropa de remeros que venía en piragua, todos gritones. Nos escondimos y los mirábamos de lejos, mientras tratábamos de adivinar cuál era el jefe a ver si lo encarábamos para pedirle que lleve lejos a su gente. En eso estábamos cuando decidieron irse. No nos vieron, por suerte.
En ocasiones nos imaginamos que somos náufragos, el río es el océano Pacífico y la carpa es una choza de ramas, a mi mujer se le hundió el buque y yo soy un ermitaño que estaba desde antes en la isla, a quien dejaron ahí por equivocación cuando viajaba como marinero en un carguero de bandera panameña.
Hay noches en que dormimos al sereno, mirando las estrellas, inventando nuevas constelaciones, mirando pasar los satélites o esperando que aparezca la luna. De vez en cuando ella me ceba un mate y me hace comentarios del barrio, en Santiago: que a la vecina de al lado la han visto con un tipo, lo cara que se ha puesto la mercadería o que deberíamos pintar la pared del fondo del patio porque da mala vista. Cosas así, ¿ha visto?
Tirado en la cama, boca arriba, mirando el techo, me dice que me duerma, que la deje descansar, es tarde y mañana trabajamos. Le pido que me deje un ratito más, por favor, no molesto a nadie. “¿En qué piensas?”, pregunta. “Como siempre en el último tiempo, fantaseo con la isla del Dulce”, le respondo. Se despierta del todo, me mira: “¿Sigues con eso?”, se asombra. Al rato me duermo.
Después me sueño pescando bagres. Uso como carnada tripa de gallina.
©Juan Manuel Aragón
Camino de la costa, 24 de noviembre del 2022

Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares (últimos siete días)

EFEMÉRIDES SANTIAGUEÑAS Del 8 de julio

¿Mengele o Ascher? En 1985, el juez del crimen de La Banda empieza un expediente para dilucidar si un criminal nazi había vivido en esa ciudad El 8 de julio de 1985, el juez del crimen de La Banda Andrés Francisco Miotti inicia una investigación para saber si Gualterio o Walter Ascher era el criminal de guerra nazi José Mengele. Unos días antes, el diario El Liberal había publicado una sensacional historia, casi una confirmación de la leyenda urbana que sostenía que un criminal de guerra nazi, había vivido en La Banda con un nombre supuesto. Walter o Gualterio Ascher había vivido en La Banda entre fines de la década del 40 y principios del 50 y se sospechaba que podría haber sido un nazi prófugo de los tribunales de Núremberg. Para iniciar su investigación, el fotoperiodista Jesús del Carmen Martínez, conocido como “Chito”, amplió una fotografía de Mengele, tomada de un libro sobre la II Guerra Mundial y la mostró a quienes decían haber conocido a Ascher. Les preguntaba si sabían ...

TRENES Voces de madrugada

Johny Barrionuevo canta en el Urquiza Un cantor santiagueño recorre el Roca llevando canciones del alma, recuerdos del pago y la memoria de los amigos que quedaron atrás Todos los días salgo de mi casa, Pellegrini 1458, Burzaco, bien de madrugada. Trabajo en el tren Roca, pero no soy ferroviario. Soy el que ameniza el viaje de los pasajeros, cantando canciones que quizás les quedaron prendidas en el alma como abrojo en la tira de las zapatillas, y les recuerdo su infancia, su juventud, allá lejos, algún bosque norteño, con los parientes que se quedaron para siempre jóvenes en sus pensamientos. También voy a fiestas; me llaman para amenizar asados, celebraciones, esas cosas. Fue mucho mi penar andando lejos del pago Tanto correr pa' llegar a ningún lado Y estaba donde nací lo que buscaba por ahí. Me despierto a las cinco de la mañana y a las seis y media ya estoy en el tren, siempre cantando lo mismo. "La del Puente Carretero" y "Añoranzas" no pueden faltar; cuan...

ÉPOCA Viejos son los viejos

Un viejo Uno tiene solamente la edad que marca el almanaque: porque la juventud no es una cuestión de voluntad sino del reloj ¿De qué tiempo sos?, me preguntan a veces mis hijos. No sé, no tengo idea, respondo; de este, creo, y seguirá siendo mi tiempo hasta que me muera. Bueno, de qué tiempo vienes, aclaran, porque ahora son todos de la “generación X”, la “generación Y” o la “generación Z”. No, les digo. Vengo de una época en que a veces los hombres tomaban hasta emborracharse deltodamente y caer desmayados, pero una dama, una señorita, una mujer, a lo sumo sorbía una copita y se alegraba un poco, nada más. No como ahora, que los domingos a la mañana andan tiradas por las calles, y el lunes no sabrán qué hicieron, con quién o con cuántos ni dónde ni —peor todavía— cómo. En esos tiempos una mujer era más bella cuando más mujer era, no cuando se parecía a los hombres; a esas les decíamos “marimachos”, así, redondamente. Vengo del tiempo en que la gente se miraba cara a cara para hablar,...

BICHOS Me presento, soy la juanita

Hedionda juanita Breve historia de un molesto bicho que todos los veranos vuelve a los pueblos con su historia a cuestas Yo soy la juanita, así nomás, con minúsculas, porque soy nombre genérico, como león, torcaza, omeprazol. Nada de delicadezas ortográficas para mí. Las únicas que llevan mayúscula son Juanita Simón, Juanita Viale, Juanita Tinelli, Juanita Repetto, sor Juana Inés de la Cruz. A nosotras nadie nos invita a una foto ni a una alfombra roja; con suerte ligamos un chancletazo bien aplicado. En las tradiciones argentinas, al menos, no figuramos como protagonistas de ninguna leyenda, cuento, mito, fábula, novela o quimera. Ni siquiera se dignaron a inventarnos una superstición digna, de esas que asustan changuitos. Y eso que nuestra pestilente presencia, si algo tiene, es potencial narrativo. Sin embargo, apenas ocupamos un rincón mínimo del acervo pop-folklórico del país. En la Sociedad Argentina de Autores y Compositores hay contadas canciones que llevan mi nombre —con o sin...

1999 CALENDARIO NACIONAL Menem

Rubén Ale, "La Chancha" El 3 de diciembre de 1999, Carlos Saúl Menem visita Tucumán por última vez, como presidente de la Nación, lo custodian los Ale El 3 de diciembre de 1999, Carlos Saúl Menem realizó su última visita oficial a Tucumán como presidente de la Nación. Asistió a actos institucionales y partidarios en medio de un fuerte operativo de seguridad, en el que participó activamente el clan Ale, grupo con influencia en la provincia. El desplazamiento se produjo pocos días antes de dejar la Casa Rosada tras dos mandatos consecutivos. La presencia de figuras vinculadas al entorno criminal local quedó registrada en informes judiciales y periodísticos de la época. La visita tuvo como eje principal la inauguración de obras públicas y la participación en un acto político del Partido Justicialista. Menem llegó al aeropuerto Benjamín Matienzo en horas de la mañana y fue recibido por el gobernador Julio Miranda, junto a funcionarios provinciales y dirigentes partidarios. El via...