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2013 ALMANAQUE MUNDIAL Hugo Chávez

El finado Presidente

El 5 de marzo del 2013 falleció el político y militar venezolano creador del “socialismo del siglo XXI”


El 5 de marzo del 2013 murió Hugo Rafael Chávez Frías en Caracas, Venezuela. Este político y militar venezolano, nacido en Sabaneta, el 28 de julio de 1954, fue presidente de Venezuela desde 1999 hasta su fallecimiento. Fue también líder del Movimiento Quinta República desde su fundación en 1997 hasta 2007, cuando se fundó el Partido Socialista Unido de Venezuela, que dirigió hasta el 2012.
Se presentaba a sí mismo como el líder de la “Revolución Bolivariana”, un programa político socialista para gran parte de América Latina, que lleva el nombre de Simón Bolívar, héroe de la independencia sudamericana. Aunque el enfoque de la revolución ha estado sujeto a cambios dependiendo de los objetivos de Chávez, sus elementos clave incluyen el nacionalismo, una economía centralizada y un fuerte ejército comprometido activamente en proyectos públicos. Su ideología llegó a ser conocida por muchos simplemente como chavismo.
En 1971 ingresó a la Academia Militar de Venezuela en Caracas, no porque quisiera ser soldado sino porque soñaba con convertirse en beisbolista profesional, y la academia tenía buenos entrenadores de béisbol. Planeaba inscribirse, sobresalir en el béisbol y luego abandonar. Pero si bien era un hábil lanzador zurdo, no era lo suficientemente bueno para jugar profesionalmente, por lo que continuó sus estudios. Sin embargo, era un estudiante pobre y rebelde, y finalmente se graduó entre los últimos de su clase en 1975.
Comenzó su carrera militar como segundo teniente del ejército. Su primera misión fue capturar a los guerrilleros de izquierda restantes. Pero a medida que los perseguía comenzó a simpatizar con ellos, viéndolos como campesinos que luchaban por una vida mejor.
En 1977 estaba listo para dejar el ejército disgustado cuando descubrió que su hermano Adán estaba trabajando en secreto con los insurgentes. Hizo arreglos para reunirse con Douglas Bravo, jefe del Partido de la Revolución Venezolana, movimiento clandestino. “Él me inspiró y me di cuenta de que no dejaría el ejército”, dijo Chávez más tarde sobre Bravo.
En 1982, Chávez y algunos otros militares formaron en secreto el Movimiento Bolivariano 200 para difundir la ideología revolucionaria de los insurgentes dentro de las fuerzas armadas. Su objeto era tomar el poder en un golpe de Estado cívico-militar.
El 4 de febrero de 1992, Chávez y un grupo de militares encabezaron un intento de derrocar al gobierno del presidente Carlos Andrés Pérez. Pero la rebelión se derrumbó rápidamente. Mientras los otros líderes rebeldes capturaron con éxito sus bases militares seleccionadas, Chávez no completó la parte clave de la operación: la captura del presidente Pérez.
Atrapado en el Museo de Historia Militar cerca del palacio presidencial, Chávez se dio cuenta de que era inútil seguir luchando y accedió a rendirse con la condición de que se le permitiera dirigirse a sus cómplices por televisión.
Chávez se paró frente a las cámaras y les dijo a sus compañeros “camaradas” que lamentablemente —“por ahora”, dijo— su objetivo de tomar el poder no se podría lograr, y les suplicó que depusieran las armas para evitar más derramamiento de sangre. Habló menos de dos minutos, pero fue el comienzo de su vida como político.
En ese tiempo muchos venezolanos estaban frustrados con sus líderes electos, se inspiraron en Chávez y elogiaron sus audaces ideas para reformar el país. Su discurso se hizo conocido como el discurso “Por ahora” porque muchos tomaron esa frase como una promesa de regreso.
Estuvo preso sin sentencia judicial por el intento de golpe hasta 1994, cuando el presidente Rafael Caldera Rodríguez, cediendo ante la creciente popularidad de Chávez, retiró los cargos en su contra. Chávez luego fundó el partido político Movimiento de la Quinta República, alistando a muchos activistas socialistas y oficiales militares. Capitalizó el descontento generalizado con los partidos políticos establecidos de Venezuela, y en diciembre de 1998 ganó las elecciones presidenciales con el 56 por ciento de los votos.
Asumió el cargo en febrero de 1999. El primer año en el cargo, su índice de aprobación alcanzó el 80 por ciento y su plataforma, que abogaba por el fin de la corrupción, el aumento del gasto en programas sociales y la redistribución de la riqueza petrolera del país, fue aplaudida.
Aprovechando la popularidad, Chávez supervisó la redacción de una nueva constitución que le otorgó un control mayúsculo sobre los tres poderes del Estado. La nueva constitución requería nuevas elecciones para todos los funcionarios electos del país. En esta “mega-elección” del 2000, Chávez fue reelegido por un período de seis años. También aumentó su poder en la Asamblea Nacional, pero su partido no alcanzó la mayoría de dos tercios necesaria para el control absoluto. Sin embargo, la mayoría pro-Chávez fue lo suficientemente grande como para aprobar una ley habilitante que permitía al presidente poner en marcha ciertas leyes por decreto; la Asamblea Nacional también nombró a todos los nuevos jueces (pro-Chávez) para la Corte Suprema.
Si bien muchos venezolanos habían apoyado a Chávez como una alternativa al corrupto sistema bipartidista que había gobernado desde 1958, otros estaban en contra de su agenda cada vez más radical. Formó lazos íntimos con Castro y manifestó su intención de llevar a Venezuela por un camino similar al de Cuba. Continuó aprobando leyes controvertidas por decreto y se movió para limitar la prensa independiente. También se echó en contra a Estados Unidos y a otros países al forjar vínculos estrechos con Irak, Irán y Libia y al criticar la invasión norteamericana de Afganistán luego de los ataques del 11 de septiembre del 2001.
A principios de 2002, su índice de aprobación había descendido al 30 por ciento, y las marchas anti-Chávez se habían convertido en algo habitual. Además, muchos de sus aliados, incluidos algunos militares, comenzaron a volverse en su contra.
El 11 de abril del 2002, una manifestación de cerca de un millón de personas marchó hacia el palacio del presidente para exigir su renuncia. La manifestación se encontró con hombres armados pro-Chávez y tropas de la Guardia Nacional, y estalló un tiroteo, dejando muertos y heridos en ambos lados. La violencia provocó una revuelta militar y, en un movimiento ampliamente condenado como un golpe de estado ilegal, los militares detuvieron a Chávez.
Al día siguiente, los militares establecieron un gobierno interino y eligieron a Pedro Carmona, jefe de una federación nacional de empresas privadas y opositor de Chávez, como presidente interino. Pero Carmona causó revuelo cuando inmediatamente disolvió la mayoría de las instituciones democráticas de Venezuela y suspendió la constitución.
Los militares venezolanos, por temor a una dictadura de derecha, retiraron su apoyo al nuevo gobierno y el 13 de abril reconocieron al vicepresidente de Chávez, Diosdado Cabello, como legítimo sucesor. Una vez juramentado, Cabello restauró a Chávez en el poder y Chávez regresó al palacio presidencial en la mañana del 14 de abril.
El golpe fue el primero de una serie de conflictos entre el gobierno de Chávez y la oposición, enfrentamientos que continuaron polarizando a la sociedad venezolana en dos bandos: los partidarios de Chávez (chavistas) y los miembros de la oposición (escuálidos), término acuñado por Chávez, pero adoptado rápida y orgullosamente por la oposición.
En diciembre del 2002, la oposición inició un paro nacional diseñado para obligar a Chávez a renunciar. En el centro de la huelga estaba la compañía petrolera estatal, Petróleos de Venezuela, que representaba el 80 por ciento de los ingresos por exportaciones de Venezuela. En respuesta, Chávez despidió a los trabajadores de Petróleos de Venezuela en huelga, aproximadamente la mitad de los 38,000 empleados de la empresa, y trajo trabajadores no sindicalizados y cuadrillas petroleras extranjeras para mantener la producción. Para febrero de 2003, la huelga había terminado y Chávez tenía el control total de la empresa estatal.
A lo largo del 2003 y la primera mitad de 2004, la oposición se centró en un referéndum revocatorio que expulsaría al presidente de su cargo a mitad de su mandato, pero Chávez, ahora con los ingresos del petróleo a su disposición y el precio mundial del petróleo en alza, comenzó a dar dinero a la gente, con iniciativas de alfabetización y atención de la salud.
Su índice de aprobación se recuperó y, a pesar de las acusaciones de fraude, Chávez derrotó el referéndum revocatorio en agosto de 2004. En diciembre de 2005, para protestar por lo que consideraban corrupción en el Consejo Nacional Electoral (la institución que supervisa las elecciones), dominado por Chávez, los candidatos de la oposición boicotearon las elecciones legislativas. Pero las elecciones transcurrieron sin ellos y la coalición de Chávez obtuvo el control total de la Asamblea Nacional. A algunos analistas políticos les parecía que cuanto más atacaba la oposición a Chávez, más fuerte se volvía.
En diciembre del 2006 Chávez fue elegido presidente por tercera vez, con el 63 por ciento de los votos. Con otros seis años asegurados en el poder, impulsó los planes para el “socialismo del siglo XXI” mediante la nacionalización de industrias clave, incluidas la electricidad y las telecomunicaciones, así como lo que quedaba del sector petrolero privado. También se volvió más furibundo en su retórica antinorteamericana, particularmente en sus ataques contra el presidente George W. Bush, a quien llamó “el Diablo” frente a la Asamblea General de las Naciones Unidas.
En el 2007, patrocinó un paquete de cambios a la constitución venezolana. Si bien los analistas señalaron que las nuevas disposiciones incluían ciertas "complacencias colectivas", como una jornada laboral máxima de seis horas, la mayoría de los cambios habrían aumentado el poder del poder ejecutivo, incluido darle un mayor control sobre el Banco Central y permitirle apoderarse de propiedad sin sentencia judicial. La disposición más controvertida, sin embargo, habría permitido la reelección indefinida del presidente. En diciembre del 2007, el paquete de enmiendas fue derrotado por un estrecho margen en un referéndum popular por un margen de 51 a 49 por ciento, la primera derrota de Chávez en las urnas.
En febrero del 2009 se aprobó en referéndum popular un paquete más moderado de cambios constitucionales que allanaron el camino para la reelección perpetua de Chávez. Alentado por la victoria, el gobierno lanzó un programa agresivo para sofocar la disidencia, arrestando a opositores políticos clave, cerrando docenas de radios de la oposición y cerrando Globovisión, la única estación de televisión que seguía siendo crítica con el gobierno.
En junio de 2011 Chávez fue operado en Cuba para extirparle un tumor canceroso. No se reveló la naturaleza de su cáncer, pero, después de regresar a Venezuela a principios de julio, regresó a Cuba dos veces (primero en julio y luego a principios de agosto) para un tratamiento con quimioterapia. Aunque crecieron las especulaciones sobre si podría presentarse físicamente a la reelección en el 2012, Chávez montó una campaña agresiva contra su retador Henrique Capriles Radonski, popular gobernador del estado de Miranda, que encabezó una oposición unida con 30 partidos de todo el espectro político. Las elecciones de octubre de 2012 no fueron tan reñidas como se esperaba, aunque el margen de victoria de Chávez (el 10 por ciento) fue considerablemente menor que el de su triunfo en 2006, cuando obtuvo casi dos tercios de los votos.
En diciembre del 2012 se sometió a su cuarta operación de cáncer en Cuba. Antes de partir hacia Cuba, había designado al vicepresidente Nicolás Maduro como su sucesor en caso de que no sobreviviera a la cirugía. Chávez permaneció en Cuba hasta el año nuevo para recuperarse, aparentemente de una infección pulmonar que fue consecuencia de la cirugía. Sin embargo, el gobierno fue criticado por la oposición por no ser más comunicativo con los detalles sobre la salud del presidente. Mientras tanto, Maduro actuó como líder de facto del país. Cuando Chávez no estaba lo suficientemente bien como para regresar a Venezuela para su toma de posesión programada en enero de 2013, se convirtió en un problema constitucional. La Asamblea Nacional votó a favor de retrasar la jura del presidente y la Corte Suprema confirmó la constitucionalidad de esa acción. Los líderes de la oposición, que habían pedido que el jefe de la Asamblea Nacional fuera nombrado presidente interino en ausencia de Chávez, aceptaron a regañadientes la decisión de la corte.
Chávez murió el 5 de marzo y Maduro se convirtió en presidente interino. Maduro luego derrotó a Capriles en la elección especial del 14 de abril para elegir un presidente que cumpliría el resto del mandato de Chávez.
©Juan Manuel Aragón

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