Ir al contenido principal

1910 CALENDARIO NACIONAL Demare

Lucas Demare

El 14 de julio de 1910 nace Lucas Demare, director de cine, guionista, productor y uno de los fundadores de Directores Argentinos Cinematográficos


El 14 de julio de 1910 nació Lucas Demare en Buenos Aires. Fue director de cine, guionista y productor. Fue uno de los fundadores de Directores Argentinos Cinematográficos en 1958. ​ Escribió y dirigió películas como La guerra gaucha, El cura gaucho, La calle grita, Mi noche triste, Zafra y La boda. Su último trabajo como director fue en Hombres de mar en 1977. Como productor participó en importantes filmes como El muerto falta a la cita de Pierre Chenal, Donde mueren las palabras de Hugo Fregonese, La pícara Cenicienta de Francisco Mugica y La guerra del cerdo, de Leopoldo Torre Nilsson.
Era hijo de Domingo Demare, violinista y Otilia Riccio. Estudió piano y a los 15 años se fue con la familia a París, pues allí su hermano mayor Lucio trabajaba como pianista. Se aburrió y en 1927 volvió a Buenos Aires​ para aprender a tocar el bandoneón con Pedro Maffia, durante seis meses.
En 1928 viajó a España y para entrar como bandoneonista a la Orquesta Típica Argentina, en la que tocaba su hermano Lucio como pianista y director. En 1933 fue intérprete y cantor junto a Agustín Irusta, Roberto Fugazot y Lucio Demare en las películas españolas Boliche y Aves sin rumbo.
Se entusiasmó con el cine, renunció a la orquesta, en la que ganaba mil dólares mensuales, y comenzó a trabajar en los estudios como peón sin sueldo. Aprendió el oficio y ascendió a pizarrero, tercer ayudante, asistente de dirección, y un día lo contrataron para que debutara como director, pero llegó la Guerra Civil y debió salir de España.​
Viajó a Italia con el dúo de los hermanos Marbel, que hacía un número de memoria retentiva, y con una chica que cantaba, a quien él acompañaba. Luego se fue a Lisboa para entrar en la orquesta de Carlos Vicente Geroni Flores.​
Volvió a la Argentina y su hermano Lucio le consiguió un empleo como encargado de piso en los estudios cinematográficos Río de la Plata, que en 1937 lo contrataron como director y guionista para las películas Dos amigos y un amor y en Veinticuatro horas en libertad, en las que actuaba el actor cómico Pepe Iglesias.
En 1939 pasó a Pampa Films, empresa con más presupuesto, para dirigir El hijo del barrio, Corazón de turco ambas en 1940 y Chingolo, en 1941, ellas con guiones propios.​ En Chingolo, con buena crítica de públicoy periodismo, se consolidó el equipo técnico que lo acompañaría en la etapa posterior.​ La siguiente película fue El cura gaucho, en la que inició su relación con Enrique Muiño, pero pese a su éxito comercial fue despedido por Pampa Films.
A comienzos de la década del 40 se reunía con artistas que en ese momento no trabajaban, como Enrique Muiño, Elías Alippi, Francisco Petrone y Ángel Magaña en el café El Ateneo de Carlos Pellegrini y Cangallo (ahora calle Perón) de Buenos Aires. Este grupo junto a Enrique Faustín (h) que también iba a las reuniones hizo una productora para trabajar en cooperativa al estilo de United Artists de los Estados Unidos. Dieron nacimiento el 26 de septiembre de 1941 a Artistas Argentinos Asociados Sociedad Cinematográfica de Responsabilidad Limitada.​
La primera película de la nueva empresa fue El viejo Hucha, dirigida por Lucas Demare, en la que se estrenó el tango Malena, de Homero Manzi y Lucio Demare, interpretado por Osvaldo Miranda, pero la voz era de Juan Carlos Miranda, cantor de la orquesta de Lucio Demare.
Luego dirigió La guerra gaucha, con libreto de Ulyses Petit de Murat y Homero Manzi sobre el libro del mismo nombre de Leopoldo Lugones. Se estrenó el 20 de noviembre de 1942. Se la ha considerado "la película de más éxito del cine argentino, y también una de las mejores".​
Esta cinta fue bien acogida por la crítica, recibió muchos premios y se convirtió en un éxito económico. Bajó de cartel a las diecinueve semanas de exhibición: la vieron 170.000 espectadores, y para entonces llevaba cuatro semanas consecutivas de exhibición en Montevideo. Se cuidó mucho el gasto la producción, pero igual costó 269.000, pesos, una fortuna para ese tiempo y se amortizó en las diecinueve semanas de exhibición en las salas de estreno.
Manzi y Ulyses Petit de Murat (hermano de fray Mario Petit de Murat, sacerdote dominico, tal vez uno de los últimos santos que pasaron por estas tierras y del cual uno de estos días se debería escribir, aunque sea alguito), encararon otra vez el género histórico con Domingo Faustino Sarmiento. Se enamoraron de la figura de su hijo e hicieron el guion de la nueva película que dirigió Lucas Demare y se llamó Su mejor alumno.
La película costó casi el doble que La guerra gaucha. La escenografía era mucho amplia y compleja y la escena de masas del ataque de Curapayty llevó veinte días de filmación, requirió la construcción de puentes, fuertes y demás.
Fue estrenada el 22 de mayo de 1944 en una función a beneficio de los damnificados por el terremoto de San Juan a la que también concurrieron altos funcionarios del gobierno encabezados por el presidente de la Nación. Tuvo una excelente acogida por la prensa y obtuvo los principales premios. En cuanto al público, baste decir que se mantuvo veinte semanas en la sala de estreno y que al año llevaba recaudados 1.500.000 pesos.
En 1945 codirigió con Hugo Fregonese, Pampa bárbara, cinta ambientada en 1833 en el marco de la lucha en la frontera entre indios y blancos pero centrada en la vida de quienes vivían en los fortines y, en especial, de las mujeres, tanto las indias cautivas como las "fortineras" enviadas por el gobierno central para evitar deserciones.
También sobre guion de Manzi y Petit de Murat, Nunca te diré adiós, de 1947 trata del desencuentro amoroso entre un hombre y una mujer casada. Es un melodrama romántico con diálogos cursis y lento desarrollo. La interpretaron Zully Moreno, Ángel Magaña y Orestes Caviglia.
También filmó Como tú lo soñaste, La calle grita Hijo de hombre, Plaza Huincul (Pozo Uno), Mi esqueleto, Detrás de un largo muro, Zafra, El último perro, Sangre y acero, Después del silencio, Mercado de Abasto, Guacho y una larga lista.
Murió en Buenos Aires, de un ataque cardíaco el 6 de septiembre de 1981, a los 71 años de edad.
©Juan Manuel Aragón

Comentarios

Entradas populares de este blog

AÑORALGIAS Santiago querido

La Secco Somera lista (a completar), de lo que hay todavía en la ciudad mágica habitada por los santiagueños, sus sueños y saudades Algunas cosas que antes sabía haber en Santiago y no hay más, se perdieron para siempre, consignadas en este sitio para que al menos quede su recuerdo. Esta lista la publiqué hace algunos años en Feibu y los amigos la completaron. 1 Helados “Kay”, más ricos no hay. 2 El auto Unión, (con motor de dos tiempos, como la Zanella). 3 Las heladeras Vol-Suar. 4 Las prohibidas del Renzi (¡Coca!, cuánto amor). 5 La bilz de Secco (la de ahora no es lo mismo, qué va a ser). 6 El Santa Ana, El Águila, empresa Robert, el Manso llegando desde el fondo del saladillo. 7 Cheto´s bar. 8 El peinado batido de las mujeres. 9 El jopo (ha vuelto, pero como mariconada). 10 La nueva ola y los nuevaoleros. 11 El Tuco Bono. 12 El departamento Matará. 13 Panchito Ovejero vendiendo billetes de lotería. 14 La Porota Alonso. 15 La Gorda de Anelli. 16 Tala Pozo. 17 Mi tata. 18 Panadería L

LEYENDA El remís con chofer sin cabeza

Imagen de Facebook de David Bukret Un misterioso auto circula por las calles de Santiago y La Banda: un caso que está dando que hablar en todos lados Un hombre detiene su motocicleta en el parque Aguirre, lleva una mujer atrás, son las 3 de la mañana. Se apean debajo de un eucalipto, justo cuando empiezan a besarse aparece un auto, un remís que los encandila y se queda parado, como esperando algo. Ella pega un grito: “¡Mi marido!”, suben de nuevo a la moto y se van. Antes de irse, el hombre observa que en el remís no hay nadie, parece vacío, pero ya ha acelerado, a toda velocidad y no se va a detener. Ha pasado varias veces, según cuentan los parroquianos en el café con nombre y apellido, en una historia que va pasando de mesa en mesa, repitiéndose todos los días con más detalles. Las mentas hablan de un remís que aparece de manera impensada, no solamente cuando detecta traiciones amorosas, sino que asustó a varios muchachos que andaban trabajando de noche en casas que no eran las suya

EVOCACIÓN El triste final de la Dama de Hierro

Mercedes Marina Aragonés El recuerdo para quien el autor de esta nota llama Dama de Hierro, algunas anécdotas y la apreciación sobre una personalidad controvertida Por Alfredo Peláez No fue el final que posiblemente soñó en sus años de poder y esplendor. Cuando el nombre Nina paralizaba hasta el más taimao. Se fue en silencio, casi en puntas de pie, como vivió sus últimos años. Muy pocos lloraron a Marina Mercedes Aragonés de Juárez, la dama que supo ser de hierro, en tiempos idos. Seguramente coqueteó en esos años con un funeral al estilo Evita, con su féretro en el salón principal de la Casa de Gobierno, o en el Teatro 25 de Mayo, y largas colas de santiagueños para darle el último adiós. Pero solo fueron sueños de diva. Nada de eso ocurrió. Los diarios santiagueños apenas se hicieron eco de su fallecimiento. Al fin y al cabo, más importante eran los 470 años del pago que ella intento domesticar a rienda corta y chicote. Quedarán miles de anécdotas que la tuvieron como protagonista.