Edelmiro Farrel |
El 27 de marzo de 1945 la Argentina le declara la guerra a Alemania y Japón, y abandona su política pacifista
El 27 de marzo de 1945 la Argentina le declaró la guerra al Eje. En la fotografía durante el acto en que se hacía el anuncio de que se declaraba las hostilidades contra dos países que el mundo sabía que estaban perdidos, los funcionarios argentinos aparecen con el ceño fruncido, salvo Juan Domingo Perón, que sonríe alegremente.La argentina, con Edelmiro Farrel al frente del gobierno nacional, había roto relaciones con la Alemania nazi 14 meses antes. Perón, ministro de Guerra, hizo el anuncio, que se hizo extensivo a Japón, en nombre del gobierno argentino. La Segunda Guerra Mundial terminó pocas semanas después. La declaración de guerra buscaba que la Argentina, como país beligerante, fuera parte de la Organización de las Naciones Unidas, de cuya fundación participó.En enero de 1945, la Segunda Guerra Mundial estaba terminando. El Ejército Rojo había llegado a Varsovia y se acercaba a la frontera alemana y Berlín estaba bajo ataque. La victoria aliada era inevitable. Perón, hombre fuerte del gobierno argentino, formado en el germanófilo Ejército Argentino se dio cuenta de que los Aliados dominarían la política internacional por décadas y no dudó en abandonar la pacifista posición de la Argentina, por miedo a una futura invasión o a lograr un pobre premio consuelo.A pesar de que la Argentina había resistido la presión de los países aliados, mantener la neutralidad hasta el fin de la guerra dejaría aislado al país o lo haría objeto de ataque militar. Farrel manifestó su conformidad: se restringieron las organizaciones alemanas, se prohibieron las manifestaciones en favor del Eje y se embargaron bienes alemanes. La marina mercante argentina, por su parte, recibió la orden de ignorar el bloqueo alemán.
El 10 de abril de ese mismo año, el Reino Unido, Francia, los Estados Unidos y los otros países latinoamericanos restauraron relaciones diplomáticas con la Argentina. Sin embargo, la hostilidad diplomática se reavivó luego del fallecimiento inesperado de Franklin Roosevelt, sucedido por Harry Truman. El embajador norteamericano en la Argentina Spruille Braden organizó la oposición al gobierno de Farrell y Perón.
La derrota del Eje en Europa fue un mes más tarde. En la Argentina se la recibió con alegres manifestaciones en Buenos Aires. Manifestaciones similares tuvieron lugar en agosto, después de la rendición de Japón, llevando la guerra a su final. Al final, Farrell levantó el estado de emergencia declarado por Castillo después del ataque de 1941 en Pearl Harbor.
©Juan Manuel Aragón
El 10 de abril de ese mismo año, el Reino Unido, Francia, los Estados Unidos y los otros países latinoamericanos restauraron relaciones diplomáticas con la Argentina. Sin embargo, la hostilidad diplomática se reavivó luego del fallecimiento inesperado de Franklin Roosevelt, sucedido por Harry Truman. El embajador norteamericano en la Argentina Spruille Braden organizó la oposición al gobierno de Farrell y Perón.
La derrota del Eje en Europa fue un mes más tarde. En la Argentina se la recibió con alegres manifestaciones en Buenos Aires. Manifestaciones similares tuvieron lugar en agosto, después de la rendición de Japón, llevando la guerra a su final. Al final, Farrell levantó el estado de emergencia declarado por Castillo después del ataque de 1941 en Pearl Harbor.
©Juan Manuel Aragón
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