Imagen de ilustración |
José Fernández Molina
I
Tengo aquí mi pretérito imperfecto
debatiéndose en modo subjuntivo.
Es una forma de saberse vivo
Aunque todo enmudezca en el trayecto.
Hay quien supone que el camino recto
siempre ha sido y será definitivo
para el que niega su existencia altivo
la gracia de un futuro que es perfecto.
siempre ha sido y será definitivo
para el que niega su existencia altivo
la gracia de un futuro que es perfecto.
Pero yo permanezco en un pasado
donde todos mis pasos se han perdido
y que el soneto quiere devolverme.
Cuando llegue la luz tendrán que verme
sobre mi propio verso repetido,
ambicioso de días que se han ido.
II
Siempre he creído en la verdad. Las rosas
se mueren de paisajes y rocío.
Y tengo mi verdad; cuando sonrío
es que estoy pisoteando mariposas.
Y es la vida que extiende lastimosas
verdades y mentiras; todo un río
de pájaros inmóviles de frío
en las turbias mañanas andrajosas.
Y sé además que en las ajadas prosas
de los días tan sólo hay un vacío,
y nadie me devuelve lo que es mío.
Que entonces venga Dios, porque estas cosas
tan sólo las resuelve el poderío
de sus viejas palabras milagrosas.
donde todos mis pasos se han perdido
y que el soneto quiere devolverme.
Cuando llegue la luz tendrán que verme
sobre mi propio verso repetido,
ambicioso de días que se han ido.
II
Siempre he creído en la verdad. Las rosas
se mueren de paisajes y rocío.
Y tengo mi verdad; cuando sonrío
es que estoy pisoteando mariposas.
Y es la vida que extiende lastimosas
verdades y mentiras; todo un río
de pájaros inmóviles de frío
en las turbias mañanas andrajosas.
Y sé además que en las ajadas prosas
de los días tan sólo hay un vacío,
y nadie me devuelve lo que es mío.
Que entonces venga Dios, porque estas cosas
tan sólo las resuelve el poderío
de sus viejas palabras milagrosas.
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