Apúrese, no espere más |
El consejo económico y financiero del mes o quizás del año:qué debe comprar para toda su familia
Ante la consulta de numerosas mujeres, preocupadas por la situación y que preguntan cómo hacer para que el sueldo dure hasta fin de mes, inauguramos la sección: “Consejos útiles para el ama de casa moderna”.No le diremos que invierta en Lebacs, bonos del Tesoro, dólares, euros o pesos bolivianos, no señora. Compre bicicletas, una para cada integrante de la familia que actualmente se desplace en motocicleta, auto, taxi o colectivo. ¿Entiende?, bicicletas. Se lo separo en sílabas por si no lo entendió bien: bi-ci-cletas. Una para cada uno, si deben salir a la misma hora, y una para todos si tienen cómo turnarse.
Míreme a los ojos, doña, compre bicicletas para que usted y su marido vayan al trabajo y para que sus hijos no falten a la escuela.
Y no me desvíe la mirada, no trate de cambiar de conversación, no se haga la tonta. Usted pidió un consejo y se lo estamos dando, después haga lo que quiera, pero por lo menos ahora oiga esto un poquito, le conviene.
No opino sobre los beneficios para la salud de andar en bicicleta ni sobre el corazón, el colesterol malo, quemar grasas y otras yerbas medicinales, porque no soy médico. Sólo digo que es el medio de traslado más económico que hay, después de caminar, obvio. Si vive en el Vinalar, en el Siglo XXI o tiene que venir todos los días de La Banda, deje de pagar el colectivo o el remís y pedalee.
No me salga con que la motito le sale casi gratis, porque un día cualquiera la deja de a pie porque se echó a perder y tiene que andar renegando con mecánicos y meterse en cuotas para comprar una nueva, al tiempo de nuevo los problemas y así sucesivamente. En cambio, una bicicleta no necesita casi mantenimiento, es fácil de usar, no le pone nafta, mezcla o aceite, nada.
Se lo repito, compre bicicletas, aproveche ahora que están más o menos baratas y todavía se consiguen. Dentro de un tiempo saldrán todos a las disparadas a adquirir una y van a aumentar de precio hasta llegar a las nubes, yo sé lo que le digo. Aproveche ahora. Si ya tiene la suya, póngala en condiciones, fijesé si hay que cambiarle o arreglarle los frenos, comprarle cámaras y cubiertas nuevas y listo.
Mi consejo, si lo acepta, es que no acepte una con cambios, de esas para cruzar montañas o hacer piruetas. Siempre es mejor una de doble caño, también llamadas balón o balonas, con frenos de varillas fabricados en la India. A pesar de su aspecto, son mucho más cómodas que las otras y más livianitas también, es decir no hay que pedalear tanto, no son tan cansadoras. No se olvide de comprarle un candado y nunca la deje sola en la calle sin llave. Si puede, también compre un casco de ciclista, ponga en una mochila lo que tiene que llevar al trabajo y láncese a la aventura a surfear el tránsito de Santiago.
Se vienen tiempos difíciles, jodidos, en eso coinciden la oposición interna del oficialismo y la externa también. Si cuando andaban peleados ya nos hacían renegar, imagine ahora que coinciden: no son buenos los tiempos que se vienen. No quiero ser agorero, pero hágame caso, compre una bicicleta y empiece a ahorrar desde ahora, no espere a que escaseen y no se consigan, como pasa ahora con el aceite de girasol o el gasoil.
Oiga, míreme a los ojos cuando le hablo, no se haga la tonta, consiga una bicicleta, ¿entiende lo que le quiero decir o tengo que deletrear cada palabra? Después, cuando sus vecinos lo miren con envidia, cuénteme. Pero vaya corriendo a la bicicletería, termine de leer esta nota y salga a las disparadas, ¿qué espera?
©Juan Manuel Aragón
No opino sobre los beneficios para la salud de andar en bicicleta ni sobre el corazón, el colesterol malo, quemar grasas y otras yerbas medicinales, porque no soy médico. Sólo digo que es el medio de traslado más económico que hay, después de caminar, obvio. Si vive en el Vinalar, en el Siglo XXI o tiene que venir todos los días de La Banda, deje de pagar el colectivo o el remís y pedalee.
No me salga con que la motito le sale casi gratis, porque un día cualquiera la deja de a pie porque se echó a perder y tiene que andar renegando con mecánicos y meterse en cuotas para comprar una nueva, al tiempo de nuevo los problemas y así sucesivamente. En cambio, una bicicleta no necesita casi mantenimiento, es fácil de usar, no le pone nafta, mezcla o aceite, nada.
Se lo repito, compre bicicletas, aproveche ahora que están más o menos baratas y todavía se consiguen. Dentro de un tiempo saldrán todos a las disparadas a adquirir una y van a aumentar de precio hasta llegar a las nubes, yo sé lo que le digo. Aproveche ahora. Si ya tiene la suya, póngala en condiciones, fijesé si hay que cambiarle o arreglarle los frenos, comprarle cámaras y cubiertas nuevas y listo.
Mi consejo, si lo acepta, es que no acepte una con cambios, de esas para cruzar montañas o hacer piruetas. Siempre es mejor una de doble caño, también llamadas balón o balonas, con frenos de varillas fabricados en la India. A pesar de su aspecto, son mucho más cómodas que las otras y más livianitas también, es decir no hay que pedalear tanto, no son tan cansadoras. No se olvide de comprarle un candado y nunca la deje sola en la calle sin llave. Si puede, también compre un casco de ciclista, ponga en una mochila lo que tiene que llevar al trabajo y láncese a la aventura a surfear el tránsito de Santiago.
Se vienen tiempos difíciles, jodidos, en eso coinciden la oposición interna del oficialismo y la externa también. Si cuando andaban peleados ya nos hacían renegar, imagine ahora que coinciden: no son buenos los tiempos que se vienen. No quiero ser agorero, pero hágame caso, compre una bicicleta y empiece a ahorrar desde ahora, no espere a que escaseen y no se consigan, como pasa ahora con el aceite de girasol o el gasoil.
Oiga, míreme a los ojos cuando le hablo, no se haga la tonta, consiga una bicicleta, ¿entiende lo que le quiero decir o tengo que deletrear cada palabra? Después, cuando sus vecinos lo miren con envidia, cuénteme. Pero vaya corriendo a la bicicletería, termine de leer esta nota y salga a las disparadas, ¿qué espera?
©Juan Manuel Aragón
Buen consejo para lo que viene
ResponderEliminarMuy acertado el consejo, Juan manuel!!!
ResponderEliminarY compre en la casa de Lucho. O luchando porque hay que pasar el invierno
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