Migrantes en Estados Unidos |
“Hay mujeres que llegan con chicos en brazos, otras están embarazadas, familias numerosas, gente enferma y otra que se enfermó en el camino”
Escribir para entender un problema, recomiendan los maestros. Dicen que cuando se lo pone en un papel, el asunto se aclara. Debe desmontarlo para ver sus piezas una por una. Como esos mecánicos que no entienden un motor hasta que no le sacan la última tuerca. Hay que descubrir el drama de los migrantes que intentan entrar en los Estados Unidos, como una manera de reflexionar que a cualquiera podría sucederle algo parecido. Ahí va.Los gobernantes de algunos estados y ciudades del sur de Estados Unidos no quieren recibir venezolanos que llegan en oleadas cada vez más nutridas. Dicen que les plantean problemas logísticos, es decir, no tienen donde instalarlos hasta que vayan a los lugares que tenían pensado ir, les salen muy caros.El sur es mayormente republicano, según lo que entendemos aquí, a miles de kilómetros de distancia. Y sus autoridades están con la teoría de Donald Trump, que quiere separarse de Méjico con un alto muro que frene a miles de americanos del sur del río Bravo, que sueñan con la prosperidad que conseguirán en el país del “Tío Sam”. O eso creen.Los venezolanos huyen —con desesperación de arrinconados— de uno de los países que podría haberse convertido en la Arabia Saudita de América del Sur. Está sobre la más grande reserva de petróleo probada del mundo y es uno de los principales proveedores de Estados Unidos. Pero sucesivos malos gobiernos de Hugo Rafael Chávez Frías primero, y Nicolás Alejandro Maduro Moros después, la sumieron en una pobreza espantosa. Coartaron las libertades civiles, encarcelaron a miles de opositores calificándolos de traidores y propiciaron la huida en masa de 4.800.000 personas, según la agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados. Nada nuevo, esa política figura en el Manual del Buen Socialista para Arruinar un País.
Los venezolanos salen disparados hacia todo el mundo, muchos quisieran irse a Estados Unidos, los frena una selva inclemente que se cobró la vida de cientos de ellos. Los que la sortean, al otro lado empiezan a caminar al lado de salvadoreños, hondureños y, sobre todo, cubanos y nicaragüenses (Cuba y Nicaragua también tienen una Nomenclatura riquísima intentando preservar de la ira del pueblo sus lujos y privilegios). En el norte de Méjico se topan con los “Coyotes”, traficantes de carne humana que los hacen cruzar al otro lado de la frontera, muchas veces cobrándoles una pequeña fortuna.
Para peor, los que intentan pasar por el desierto de Sonora, son perseguidos por la patrulla fronteriza o mueren de hambre y de sed en medio de unos calores y unos arenales que dejan a las Salinas Grandes de Santiago como un verde, amable y húmedo bosque. Muchas veces los detectan de noche con cámaras especiales, los buscan con perros, camionetas y helicópteros, armados hasta los dientes, en una cacería que ha dejado cientos, quizás miles de cadáveres en el camino. A veces se suman civiles a la persecución, y suelen ser mucho más crueles que las fuerzas de seguridad.
Pero muchos al fin llegan al país de la libertad. Luego de un viaje que duró varios meses, cruzaron de punta a punta por países cuyas autoridades estaban aterradas de que se quedaran, están donde querían llegar, Estados Unidos de Norte América.
No los esperan con los brazos abiertos, son muchos y constituyen un problema: les tienen que dar alojamiento, comida, abrigo, remedios. Hay mujeres que llegan con chicos en brazos, otras están embarazadas, familias numerosas, gente enferma y otra que se enfermó en el camino. Y todavía están al sur del país, algunos tienen parientes o amigos que los aguardan quizás a miles de kilómetros más adelante todavía.
Nueva York, según lo que cuentan los diarios de aquí, tiene gobiernos de los llamados “progresistas”, con políticas en favor de todas las minorías, lo mismo que otros estados y ciudades. En el sur son más tradicionalistas, votan a los republicanos y, de alguna manera, temen que los inmigrantes mejicanos o de otros países más al sur, terminen con su cultura, sus costumbres y tradiciones y los terminen convirtiendo en algo parecido a lo que detestan: nosotros.
Hallaron una solución típica de los tiempos de grieta feroz e ideas despiadadas que se viven en todo el mundo: suben a los migrantes a colectivos y los mandan a lugares en que gobiernan los demócratas. Como si les dijeran: “Ustedes quieren a los migrantes, ahí los tienen”. Algunas veces el colectivo los hace bajar en la puerta de la casa de los políticos que los apoyan.
El caso es que, desde abril, han llegado a Nueva York, cerca de 22.000 inmigrantes que debieron ser bien acogidos en la ciudad. En la isla Randalls instalaron durante un mes, una gran carpa para alojarlos. Se calcula que, si los refugiados siguen llegando como hasta ahora, el año que viene podría haber 100.000. El alcalde Eric Adams ha dicho que la ciudad cumplirá su obligación como santuario y ciudad con derecho a la vivienda.
Mientras tanto, cerca de 2.000.000 de escapados de sus países esperan saber qué será de ellos, detenidos en la frontera sur de Estados Unidos.
Una vez puesto el drama en el papel, aún sabiendo que hay cientos de datos que se escapan, hay un somero sostén para seguir armando el rompecabezas. Como que después de organizar un sistema para que entren los refugiados ucranianos, los norteamericanos pusieron en marcha otro para recibir a 24.000 venezolanos. ¿Entiende, amigo? Primero los ucranianos, blancos y rubios, luego los hispanos, morochos con pinta de indios.
¿Los argentinos pueden criticar a los norteamericanos? Capaz que no. La Constitución Nacional después de señalar en el artículo 16 que aquí no se admiten prerrogativas de sangre, ni de nacimiento, en el 25 afirma que “El Gobierno Federal fomentará la inmigración europea”. O sea, nada de chilenos, bolivianos, peruanos, paraguayos, africanos, chinos o melanesios, sólo europeos, eu-ro-peos. Los constituyentes argentinos también nos querían blanquitos y rubitos. Como algunos gringos.
Para cerrar este escrito, que se ha hecho muy largo, paso a pedirle que, aquí abajo, donde dice: “Escribe tu comentario”, se anime y lo haga, así vamos completando la comprensión de un drama que es universal y antiquísimo, como el de las migraciones. En un mundo volátil, con políticas líquidas y fronteras acribilladas, nadie sabe si un día de estos no deberá marcharse a otro lado a pedir amparo. O un pedazo de pan duro.
©Juan Manuel Aragón
Pozo Betbeder, 3 de diciembre del 2022
😂 Este artículo es un chiste... el socialismo nunca existió... los rusos a la primera de cambio regresaron al capitalismo... los chinos igual... a Cuba, que lo intentaba en serio, los destruyeron en vida, bloqueándole toda posibilidad de progresar... etcétera... así hicieron desde el primer intento -1917- los salvajes países capitalistas del Norte, que mientras tanto no dejaron de saquear al resto del mundo (nosotros y muchos países más) y aniquilar con bombas y misiles a quienes intentaban ser libres... Por lo tanto, aún la humanidad espera nuevas generaciones lúcidas y valientes que se atrevan a construir un verdadero comunismo. Ese que se describe nítidamente en los capítulos 2 y 4 del libros Hechos de los Apóstoles.
ResponderEliminarSiempre el mismo argumento de los comunistas, que para peor, no tiene nada que ver con el artículo de Juan Manuel, que a su vez no tiene nada que ver con la realidad de USA.
EliminarEl argumento es "lo que pasa es que salió mal porque ese no era el verdadero comunismo, si lo hacemos bien, va a ser fantástico". Menos mal que según el que comenta, el comunismo de Rusia, China y Cambodia duró poco....entre Stalin, Mao y Pol Pot, nomás, se mataron a más de 100 millones, no me quiero imaginar el resultado si seguían probando hasta que les saliera bien.
La alusión a la "Biblia comunista" es otra con la que los incautos entran en el mismo delirio de la utopía comunista.
Basta con leer el Manifesto Comunista de Hegel y Marx para enterarse de que la principal premisa era eliminar toda religión. Aquí va, como dato, un párrafo del Manifesto para los comunistas desmemoriados.
"La religión es el opio de los pueblos, es la mira de las criaturas oprimidas, el corazón del mundo descorazonado, y el alma de nuestras condiciones desalmadas".
No da la impresión de haberse inspirado en los apóstoles.
Absurda respuesta. No tiene en cuenta que desde los primeros siglos de organización social, prevaleció el crimen por sobre cualquier noción de justicia. Sin embargo, sirve para constatar cómo los criminales han logrado instalar, hoy, en muchos cerebros, la mentira como verdad. Pese a esto, la Humanidad viene avanzando penosamente, de revolución en revolución, hacia un mundo mejor. La revolución protagonizada por las masas católicas abolió el esclavismo. La revolución de las masas hambreadas durante el feudalismo generó el capitalismo, un sistema menos opresivo que la servidumbre feudal. El socialismo de Rusia, China, Cuba, Argelia, Vietnam, Corea y Venezuela, humanizaron a millones de trabajadores. Hasta entonces exprimidos sin límites por la avaricia capitalista. Hoy se avecinan grandes luchas. Que podrán terminar en la desaparición de gran parte -quizá de toda- la humanidad. O en su mayor avance -que viene ocurriendo desde 1917- hacia formas de relaciones humanas cada vez más socialistas. Respecto de la religión: Jesús, Cristo, en unidad con el Padre y el Espíritu Santo, es un Dios comunista. Todos formamos parte de él, porque su presencia en el Universo es infinita. Por lo tanto, Dios quiere que los humanos compartamos todos los bienes de nuestra Tierra. Sin diferencias jerárquicas de ningún tipo, inventadas por la mezquindad de los peores humanos.
EliminarEsa respuesta lo deja todo bien claro.
EliminarEstimado Juan Manuel.
ResponderEliminarSi hubieras querido equivocarte a propósito en todo lo que escribiste, no te hubiera salido tan errado el artículo. No sé cuáles hayan sido tus fuentes, pero está vez te salió para los caños....con todo respeto.
La próxima vez sugiero preguntar; con más de 32 años viviendo en USA, siendo yo mismo un inmigrante que pasó por el proceso, habiendo gestionado otros trámites para personal de la empresa en la que trabajé 23 años, y viviendo ahora en una " ciudad santuario", puedo darte algunos datos sobre la realidad de la inmigración que te pueden servir.
Sería el doble de largo aclarar tantas impresiones de un artículo tan largo.
Estoy de acuerdo con el artículo de Juan Aragon.
ResponderEliminarCon respecto al comentario de Julio Carreras, me parece absurdo lo de que el "socialismo nunca existio",, argumento Troskista simplemente.
Mario
Aparte Julio Careras se contradice, pues pasa de decir que "el socialismo nunca existió", a decir que gracias al mismo en diversos lugares que menciona se humanizaron infinidad de personas o clases sociales.
ResponderEliminarLos comunistas "socializan" a las personas asesinándolas. Son sinónimos que usan. Se especializan en eufemismos.
EliminarSi cavas cimientos, levantas paredes, llegas hasta la altura del techo... Y por fallas en la construcción se te derrumba una pared... ¿existe una casa? No. Sólo has desarrollado conocimientos y destrezas que te permitirán continuar construyendo cada vez mejor. Es lo que pasó hasta ahora con el Socialismo. No ha tenido lugar su existencia plena. Los canallas capitalistas -y las manadas ignorantes que los aplauden por miedo- evitaron siempre que se pueda construir, más allá de frustrados intentos.
ResponderEliminarY antes de Chávez y demás, que pasaba con Venezuela ?? Nadaban en la abundancia ? Si , unos pocos y los demás corrían la coneja. Porque no la convirtieron en Arabia Saudita, los capitalistas q la gobernaron antes ? O al petróleo lo descubrió Chávez ? Porque , insisto , NO ERA UN PAIS DE AVANZADA. Porque había tan pocos ricos y tantos pobres ? Escucho ofertas...( U opiniones)
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