Ir al contenido principal

MUNDO A un clic de distancia

La Gioconda profanada

Las más grandes obras de arte viven en peligro gracias a unos descerebrados, capaces de cualquier cosa por mostrarse en internet


El mundo está a un clic de distancia, sólo hay que saber alcanzarlo. Hay sectores de la sociedad en los que es tan extrema la pelea por ese clic, que muchos hacen cualquier cosa, literalmente, con tal de tenerlo. Algunos han salido del cascarón de internet y llevan el afán por un clic a la vida real. Hacen lo que sea para tener fama y, como dicen: “Su lucha se visibilice”. Porque no es la consecución de los ideales lo que se busca, sino que se sepa, que todos lo tengan en cuenta, que el mundo se percate de que las ideas de uno son mejores que las del resto.
Con ese razonamiento, unos descerebrados salidos de no se sabe qué cuevas infectas, se dedican a destruir obras de artes famosas, sólo para que el mundo conozca que, según ellos, está mal comer animales o “alertar” sobre el cambio del clima. Los museos, para protegerse de la horda de modernos vándalos, han puesto vidrios blindados delante de sus mejores obras, contratan ejércitos de guardias e instalan miles de cámaras de televisión, a ver si así los disuaden de su afán destructivo. Casi siempre lo logran, sucedió hace unos días con la Gioconda, de Leonardo Da Vinci y con el Nacimiento de Venus de Sandro Botticelli que, al estar protegidas, no fueron dañadas por estos, a quienes el mote de bárbaros quizás les quede grande.
No les importa, una o varias agencias de noticias internacionales se hicieron eco y lograron los clics que pretendían. Es un menudo favor a su causa, sea cual fuere, si para mostrarla al mundo, deben dañar obras que no son propias de un autor, un museo, una ciudad, un país, sino de la humanidad en su conjunto.
En el fútbol, deporte sacrosanto de todos los pueblos alrededor de la Tierra, la televisión llegó a un consenso: si un descerebrado cualquiera salta al campo de juego con cualquier intención, no se lo filma, no se lo muestra, no se le hace propaganda, sea cual fuere su causa, su motivo. Su acción queda circunscrita a los espectadores que en ese momento están viendo el partido en las tribunas. Es una forma bastante sencilla de desalentar a otros, como esos niños que hacen berrinche mientras tienen quién les lleve el apunte, pero si nadie los mira, se los desarticula y quedan sin su razón para entrar a la cancha a hacer macanas.
Es cierto que los diarios digitales siempre consiguen el vídeo filmado por un asistente al partido y lo repiten hasta el cansancio, pero al menos no tuvieron la enorme repercusión que esperaban si eran pasados en vivo y en directo, en una final de la Champion o de la Copa Libertadores, pongalé.
En el caso de los que intentan destruir obras de arte para mostrar sus destartaladas ideas, no se llegó a un consenso parecido. Es más, los portales de internet están desesperados por pasarlo antes que los demás para conseguir el ansiado clic que les dará de comer. Titularán de manera lo más ingeniosa posible, para ver si usted se ensarta y, a pesar de haberla leído en otra parte, también la cliquea en su sitio.
Todo por un clic, matan o mueren por un clic, dan la vida por un clic. Si en ese afán se destruyen todas las obras maestras del mundo, no les importa, si por conseguir más gente mirando su página deben destruir todo lo existente ni siquiera pondrán una excusa para seguir adelante, lo harán sin ningún remordimiento.
Desde que una mayoría con pensamientos básicos, maniqueos, de lógica infantil y atroz analfabetismo maneja la internet buscando alguien que los mire, el barrio se ha convertido en un lugar peligroso para vivir. Por eso, si quiere, pase de largo esta página, aquí no se cuentan los lectores y poco importa si son pocos o muchos. Cualquier cosa, antes de que alguien la crea cómplice de esos destructores de la belleza, del pudor, del bien, de la moral, de la perfección, de lo justo, de lo apropiado, de la honestidad, de la razón y de la verdad.
Vade retro.
©Juan Manuel Aragón
A 15 de febrero del 2024, en Campo Contreras. Barriendo la vereda

Comentarios

  1. Cuanto daría por estar en el museo en el momento en el que alguno de estos descerebrados hace esa gracia.
    Lo dejaría igual que un cuadro cubista de Picasso. Hasta podría pasar a integrar la colección del museo.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares (últimos siete días)

STEINER El periodista que narró la guerra con precisión y sin concesiones

Natalio Steiner Una voz mostró la crudeza del conflicto desde el primer día, en medio de un escenario confuso, polarizado y sangriento Pocos días después del 7 de octubre de 2023, cuando los terroristas de Hamás perpetraron una incursión feroz y despiadada en territorio israelí, una voz periodística en español —la del argentino israelí Natalio Steiner— comenzó a mostrar con crudeza sin precedentes lo que se avecinaba en la región. Lo hizo con la precisión de quien entiende que la información, en medio de una guerra, puede ser decisiva. El mundo hispanohablante conoció hora a hora lo que ocurría en Israel a través de su grupo de difusión de WhatsApp. Su trabajo no conoció pausas ni descansos. Antes de las seis de la mañana, los teléfonos de sus seguidores ya tenían al menos una noticia suya. Tal vez porque en Medio Oriente el día comienza varias horas antes, tal vez porque la urgencia de informar no admite demoras. Algunas veces incluso envió sus informaciones en sábado, si la gravedad ...

MILITANCIA Voten al abecedario

Los que no tranzan La consigna escrita con rebeldía gramatical expone que, antes de levantar banderas, convendría aprender a escribirlas sin tropezar El diccionario de la Real Academia Española de Letras define “transar”: dice que es transigir, ceder, llegar a una transacción o acuerdo. Por las dudas, dice cuáles son sus sinónimos: ceder, transigir, cejar, claudicar, conceder, acceder, consentir, condescender, permitir, tolerar.  También dice qué significa “tranzar”, es cortar, tronchar o también entretejer tres o más ramales cruzándolos alternativamente para formar un solo cuerpo alargado. Un panfleto que pasó el Movimiento Socialista de los Trabajadores por debajo de la puerta de casa, es confuso o tiene mala ortografía.  Si se piensa bien de quienes lo lanzaron: “Vota a quienes defienden tus derechos y no ´tranzan´”, lo que quisieron decir es que ellos no van tejer entre los derechos, cortándolos para formar una cosa alargada… o algo así, medio confuso, ¿no? Ahora, si se pi...

PERLITAS Cómo parecer más léido (un poquito nomás)

Perón y su esposa Potota Novias, hijos, amores, nombres, lugares, cambios y muchos otros datos para pasar por culto en un sarao importante Así como en otras publicaciones se entregan claves para parecer más joven, más lindo, más exitoso, aquí van algunas perlitas para darse dique de culto. San Martín era José Francisco de San Martín y Matorras. El nombre de Belgrano era Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús. Y fue padre de Pedro Rosas y Belgrano y de Manuela Mónica Belgrano, ambos nacidos fuera del matrimonio. No se casó nunca. Rivadavia, el de la avenida, era Francisco Bernardino Rivadavia y Rodríguez de Rivadavia. ¿Yrigoyen, pregunta?: Juan Hipólito del Corazón de Jesús y el de su tío, Alem, no era Leandro Nicéforo como repiten quienes se dan de eruditos radicales sino Leandro Antonio. Juan Bautista Alberdi dijo “gobernar es poblar” y se quedó soltero. Es el prócer máximo de los abogados y le regalaron el título en la Universidad de Córdoba, en la que no cursó ni una materia. Corn...

El abecedario secreto de los santiagueños (historia juarista)

Juárez asume la gobernación Cómo fue que mucha gente de esta provincia llegó a intervenir en el propio lenguaje y cambiar una letra por otra, en esta nota de nuestro director, que hoy publica Info del Estero . El giro que da esta historia lo sorprenderá amigo. Lea aquí cómo se gestó este particular suceso. Ramírez de Velasco® https://infodelestero.com/2025/10/22/el-abecedario-secreto-de-los-santiaguenos-historia-juarista/

DESCARTE La fragilidad es una condena

Eutanasia En el Canadá, la eutanasia se lleva miles de vidas al año en nombre de la compasión y la autonomía, pero esconde una peligrosa lógica En el Canadá de hoy, morir por eutanasia no es una excepción: es una práctica en expansión. Desde que se legalizó, se ha cobrado más de 90.000 vidas. Solo en el 2024, el 5 por ciento de las muertes en el país fueron por esta vía. Las cifras crecen de año en año, y con ellas también crece un modo de pensar que se disfraza de compasión, pero que responde a una lógica inquietante: la cultura del descarte. Esa cultura considera “desechables” a los sectores más débiles: los ancianos, los enfermos crónicos, los que no se valen por sí mismos. En la legislación canadiense, se incorporó la “fragilidad” como uno de los criterios para acceder a la eutanasia. No se trata de una enfermedad terminal ni de un dolor insoportable, sino de una condición relacionada con la edad o con la salud deteriorada. Es decir, con el solo hecho de ser vulnerables. Según cifr...