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El 10 de enero de 1520, Fernando de Magallanes divisa Montevideo, un cerro detrás de un puerto natural
El 10 de enero de 1520, Fernando de Magallanes divisó Montevideo, un cerro detrás de un puerto natural. Antes de la llegada de los españoles al continente americano, el territorio que actualmente conocemos como el Uruguay estaba habitado por varias tribus de indios. Entre las más conocidas figuran los charrúas, guenoas, minuanes, bohanes, arachanes y chanáes.Después de divisar lo que hoy es la capital de los uruguayos, Magallanes descubrió un río ancho que, con el tiempo, fue llamado Río de la Plata.
Mientras los colonizadores luchaban por el control de lo que hoy es Uruguay, el territorio fue conocido como la Banda Oriental. Desde 1680, los enfrentamientos se daban principalmente entre españoles y portugueses. Un siglo después, los ingleses comenzaron a protagonizar las invasiones en el Río de la Plata.Bruno Mauricio de Zabala, gobernador del Virreinato del Río de la Plata, fundó Montevideo como una ciudad fortificada en diciembre de 1726. Lo hizo para frenar la expansión portuguesa y, ocasionalmente, la inglesa, en la región.
Sin embargo, el establecimiento de Montevideo había comenzado antes. En 1723, Manuel de Freitas da Fonseca, Mestre de campo portugués, levantó un campamento en la punta este del área que aún no era Montevideo. Aquel asentamiento, con 300 soldados procedentes de Río de Janeiro, se ubicó allí debido a que había agua. Este primer paso marcó el inicio de la fortificación del futuro Montevideo.
Los españoles quienes finalmente forzaron la retirada portuguesa, permitiendo el asentamiento español en 1724. Por ello, el proceso de fundación de la ciudad se debate entre 1724 y 1726, dependiendo de la perspectiva. La mayoría de los historiadores, siguiendo a Raúl Montero Bustamante, fijan 1726 como la fecha oficial de fundación.
Con el tiempo, los acontecimientos históricos se sucedieron: Artigas y sus orientales, la Revolución de Mayo, el Grito de Asencio, la Batalla de Las Piedras, la Provincia Cisplatina, Lord Ponsonby y otros hitos. Montevideo se fundó antes de que existiera el país al que pertenece, lo que plantea preguntas sobre el origen de su nombre.
Según Buenaventura Caviglia, que publicó en 1925 La etimología de Montevideo, no hay una única respuesta clara sobre el origen del nombre de la ciudad. Hay, sin embargo, dos certezas. La primera es que el nombre proviene del diario náutico de Francisco Albo, un marinero griego que acompañó a Magallanes. En su registro aparece la expresión “monte vidi”. La segunda certeza es que “monte” hace referencia al cerro visible desde el barco.
La interpretación de “vidi” genera varias teorías. Una hipótesis cristiana, planteada en 1891 por el padre Schupp y Paul Groussac, sugiere que “vidi” podría referirse a Santo Ovidio, protector de los sordos. Según esta teoría, Magallanes habría nombrado el cerro en honor al santo y, posiblemente, colocado una cruz en su cumbre.
Otra teoría, de Felipe Ferreiro, apunta a los usos lingüísticos de la época. Según él, “vidi” podría ser una abreviatura de las palabras latinas “vi” (vi) y “deo” (lejos), indicando “veo un monte a lo lejos”.
También existe la posibilidad de una influencia de la lengua araucana, en la que “uidi” significa “monte”. Esta hipótesis sugiere una mezcla de lenguas locales y europeas en la denominación.
Una variante italiana sostiene que “veneredi” (viernes) podría haber influido, dado que Magallanes llegó cerca de un viernes. Otros proponen que en español antiguo “vireo” significa “bosque verde”, sugiriendo que el monte podría haber sido descrito por su vegetación.
Finalmente, algunas hipótesis exploran las abreviaturas o combinaciones de palabras: “vi” como número romano (seis), “di” como referencia a días o destinos, e incluso “o” para indicar orientaciones geográficas.
La etimología de Montevideo sigue envuelta en preguntas. Entre todas las hipótesis, lo único claro es que su nombre refleja tanto la percepción de los primeros exploradores como el contexto cultural y lingüístico de la época.
Juan Manuel Aragón
Ramírez de Velasco
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