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El león de la Metro |
El 30 de junio del 2010, Metro-Goldwyn-Mayer se declara en bancarrota tras deber 3500 millones de dólares
El 30 de junio de 2010, Metro-Goldwyn-Mayer (la Metro), uno de los estudios cinematográficos más antiguos de Hollywood, se enfrentaba a una crisis financiera severa. Fundado en 1924 por Marcus Loew, el estudio acumulaba una deuda cercana a los 3500 millones de dólares. Ese día, aunque no se formalizó la bancarrota, marcó un punto crítico en los esfuerzos de reestructuración financiera que culminarían meses después.La Metro, conocida por su logo del león rugiente y películas como El mago de Oz y la saga de James Bond, había sido adquirida en el 2005 por un consorcio liderado por Sony, Comcast y firmas de capital privado, en una compra apalancada de 4.800 millones de dólares. Esta operación cargó al estudio con una deuda insostenible, agravada por la caída en las ventas de DVD y la recesión económica del 2008 y el 2009.En agosto de 2009, la Metro contrató a Stephen F. Cooper, un experto en reestructuraciones que había manejado la quiebra de Enron. Cooper negoció con los acreedores un aplazamiento de pagos de intereses de septiembre a noviembre del 2009, extendido hasta diciembre. Sin embargo, la deuda seguía creciendo, con 250 millones de dólares en intereses anuales y un crédito de 250 millones que vencía en abril de 2010.
El 3 de noviembre de 2010, MGM Holdings, Metro-Goldwyn-Mayer y 160 afiliadas presentaron una solicitud de bancarrota bajo el Capítulo 11 en la Corte de Bancarrotas del Distrito Sur de Nueva York. La solicitud traía un plan preacordado con los acreedores, liderados por JPMorgan Chase, Credit Suisse y fondos como Anchorage Advisors. Este plan buscaba eliminar cerca de 4.000 millones de dólares de deuda a cambio de capital en la compañía reorganizada.
El plan de bancarrota fue aprobado por los acreedores el 2 de diciembre del 2010. Como parte de la reestructuración, Gary Barber y Roger Birnbaum, de Spyglass Entertainment, fueron nombrados copresidentes y directores ejecutivos de la Metro. El estudio redujo su capacidad de producción, eliminó operaciones de distribución y despidió a unos 50 empleados el 17 de diciembre de 2010.
La Metro salió oficialmente de la bancarrota el 20 de diciembre de 2010, con 500 millones de dólares en nuevo capital para financiar operaciones, entre ellas futuros proyectos como El Hobbit y películas de James Bond. Los acreedores, con Carl Icahn, tomaron el control de la compañía, dejando sin participación a los propietarios anteriores, como Sony y Providence Equity Partners.
A pesar de la reestructuración, la Metro no cerró sus estudios por completo en el 2010, aunque redujo significativamente sus operaciones. La compañía trasladó su sede de Century City a Beverly Hills en el 2011, ocupando un espacio más económico. Su biblioteca de 4.000 títulos, aunque afectada por la caída del mercado de DVD, siguió generando ingresos.
La crisis de 2010 marcó un punto bajo para la Metro, que había sido un pilar de Hollywood durante casi nueve décadas. La bancarrota permitió al estudio sobrevivir, pero con una estructura más pequeña y centrada en coproducciones, dejando atrás su antigua gloria como productora independiente de grandes éxitos cinematográficos.
Juan Manuel Aragón
Ramírez de Velasco®
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