Ir al contenido principal

1706 ALMANAQUE MUNDIAL Nace Benjamín Franklin

El inventor norteamericano

En 1706 nació uno de los Padres Fundadores de Estados Unidos, escritor, científico, inventor, estadista, diplomático, impresor, editor, y filósofo político


El 17 de enero de 1706 nació Benjamín Franklin. Fue un erudito norteamericano, escritor, científico, inventor, estadista, diplomático, impresor, editor, y filósofo político. Se contó entre los principales intelectuales de su tiempo, fue uno de los Padres Fundadores de los Estados Unidos, redactor y firmante de la Declaración de Independencia de los Estados Unidos y primer director General de Correos de los Estados Unidos.
Era el hijo menor de Josiah Franklin y Abiah Folger y se formó para ser clérigo. Pero la educación en la Nueva Inglaterra colonial era costosa y, a sus diez años, dejó la educación formal y entró a trabajar como asistente en el comercio de su padre. Luego fue aprendiz de impresor en la imprenta de su hermano mayor James. Mientras trabajaba ahí, tomó prestados libros de sus amigos y aprendió aritmética, gramática, filosofía y navegación.
Después de un desacuerdo con su hermano, dejó Boston. Con 17 años y solo, llegó a Filadelfia en 1723 y halló trabajo en una imprenta. Un año después, en 1724, Benjamin se fue de Filadelfia a Inglaterra: esperaba ganar dinero para comprar equipos de impresión y emprender su propio negocio. Cuando ganó suficiente dinero, volvió a Filadelfia, montó su propia imprenta y comenzó a publicar su propio periódico, The Pennsylvania Gazette.
Cuando regresó a Filadelfia, se casó con Deborah Reed. Dirigían un comercio que vendía de todo un poco. Siguió con su negocio de imprenta y fue nombrado Imprenta Pública para Pensilvania, Delaware, Maryland y Nueva Jersey. Tuvo tanto éxito que a los 42 años vendió su negocio y se dedicó a sus otros intereses, sobre todo a sus experimentos científicos.
Fue un experimentador e inventor toda su vida. Lo fascinaba la electricidad. Desarrolló gran parte del vocabulario básico de la electricidad, incluidos términos como "batería", "conductor" y "electricista". Hizo muchos experimentos. El más famoso fue el del vuelo de barriletes, en 1752, cuando demostró que el rayo es electricidad. Inventó el pararrayos.
Obtuvo reputación al publicar su trabajo sobre electricidad: “Experiments and Observations on Electricity Made at America en Filadelfia”. Científicos de Europa probaron sus experimentos. Un sueco fue alcanzado por un rayo y murió cuando intentaba un experimento propio con barriletes
Además de la ciencia tenía otros intereses. Inventó unas gafas bifocales, una nueva ancla para un barco, una estufa de leña, un sillón que podía convertirse en escalones de biblioteca y muchos más. También inició la primera biblioteca pública en Estados Unidos y apoyó la educación para todos, incluidas las mujeres y los negros.
Ayudó a fundar la Sociedad Filosófica Norteamericana, una organización cuyos miembros compartían nueva información de todo tipo, especialmente sobre el mundo natural. A partir de 1732 logró un gran éxito con Poor Richard's Almanack, una publicación anual que se convirtió en el material de lectura más popular en las colonias después de la Biblia. Los lemas en el almanaque, proverbios como "Acostarse temprano y levantarse temprano hace que un hombre sea saludable, rico y sabio", expresaron sus ideas sobre la mejora de uno mismo. Además, también participó en la compañía de bomberos, el servicio postal y la milicia.
Para 1785 Franklin pertenecía a más de veinte sociedades científicas y era el norteamericano más conocido en Europa. Su fama lo convirtió en una elección natural para representar a Pensilvania en Inglaterra. Mientras estuvo en Londres, instaló máquinas eléctricas en su pensión y atrajo a muchos visitantes de todo el continente.
Pasó de 1757 a 1774 en Inglaterra siendo la voz de las colonias americanas. Cuando Deborah murió en 1774, regresó a Filadelfia con la intención de quedarse en Estados Unidos. Para entonces, su firme apoyo a las colonias y la Revolución Americana en desarrollo lo habían convertido en un invitado no deseado en Inglaterra.
El profundo respeto que Franklin inspiraba como científico, inventor y diplomático se extendió a su carrera política al final de su vida. Era el miembro de mayor edad del Segundo Congreso Continental y en 1776 viajó a Francia para convencer a los franceses de que apoyaran la causa norteamericana. Estuvo en París el resto de la guerra y ayudó a supervisar el tratado de paz de 1783 que reconoció la independencia de Estados Unidos.
En 1785 regresó a Filadelfia y dos años después, a pesar de su mala salud, se desempeñó como delegado en la Convención Constitucional. Cuando murió, el 17 de abril de 1790, la Cámara de Representantes de los Estados Unidos de América y la Asamblea Nacional de Francia se declararon de luto.
©Juan Manuel Aragón

Comentarios

  1. Enriquecida vida de aportes y experiencias al respecto que tuvo preponderancia junto a Madison en la Declaración de Independencia. Realmente un escrito de mucha valía. El pasado cada vez más presente si todos aprenden a reflejarse y ser mejores

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

HISTORIA La Casa de los Taboada

La Casa de los Taboada, recordada en El Liberal del cincuentenario Por qué pasó de manos de una familia de Santiago al gobierno de la provincia y los avatares que sucedieron en la vieja propiedad Los viejos santiagueños recuerdan que a principios de 1974 se inundó Santiago. El gobernador Carlos Arturo Juárez bautizó aquellas tormentas como “Meteoro”, nombre con el que todavía hoy algunos las recuerdan. Entre los destrozos que causó el agua, volteó una pared del inmueble de la calle Buenos Aires, que ya se conocía como “Casa de los Taboada”. Y una mujer que había trabajado toda la vida de señora culta, corrió a avisarle a Juárez que se estaba viniendo abajo el solar histórico que fuera de la familia más famosa en la provincia durante el siglo XIX. No era nada que no pudiera arreglarse, aunque ya era una casa vieja. Venía del tiempo de los Taboada, sí, pero había tenido algunas modernizaciones que la hacían habitable. Pero Juárez ordenó a la Cámara de Diputados que dictara una ley exprop

SAN FRANCISCO Culminó un taller de pesebrismo (con fotos)

Silvia Gómez y Eugenia Acosta, participantes Una bellísima exposición en el salón parroquial del templo de San Francisco, invita a pensar sobre el sentido de la Navidad La vida te da sorpresas. Como que, en el salón parroquial del templo de San Francisco, en la Roca un poco más aquí de la Avellaneda, hay una bellísima exposición de pesebres navideños hechos con tela encolada. Las imágenes son elaboradas con tela encolada. Si todavía no ha ido, apúrese, porque la exposición continúa esta tarde (sábado 23 de noviembre), hasta las 10 de la noche, sigue mañana, domingo, por la mañana y la tarde y termina el lunes. Cada artesano participante puede y de hecho todos lo intentan, hacer las imágenes como más les guste y poner en juego su intuición, su gusto, su inspiración, su sentimiento. Se trabaja con distintos tipos de tela, tiza, cola, bolsas de basura, tutores de madera, alambres. Todos los años, tres meses antes de esta fecha, es decir desde octubre, una vez por semana, una profesora, Ve

ZOCO Nociones de nueva ola

La Jaula, en el Grand Hotel, década del 60 Un escrito para recordar a quien fundara una nueva manera de hacer literatura en Santiago, escribiendo, como los judíos, de adelante para atrás Por Jorge Eduardo Rosenberg No sé cómo habrá sido en otros lugares del mundo, si en Francia tuvo que ver con el arte o no. En Estados Unidos más o menos me lo imagino; pero en Santiago la “nueva ola” llegó con música de Elvis Presley, una chica con vestidito cortito con esa tela espantosa llamada “Yacar” no sé qué, la chica contorneándose con un disco de Jhonny Karen adentro de un ula-ula intentaba seducir sin conseguir resultados. La Catherine Spaak, ella sí que seducía con los pantalones blancos tiro corto y bien oxford, pero en blanco y negro y en el cine Petit. La nueva ola abarca el período que va aproximadamente desde el cierre de la academia de matemáticas del profesor Palomino, situada en la calle Libertad, hasta cuando Acho Colomer empezó a horniarse la nariz sentado en la esquina de la helade