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1868 ALMANAQUE MUNDIAL Peseta

Francisco Franco, caudillo de España por la Gracia de Dios

El 19 de octubre de 1868 se crea la peseta, moneda oficial en España, en vigencia hasta su retirada definitiva el 28 de febrero del 2002

El 19 de octubre de 1868 se creó la peseta, moneda oficial en España. Estuvo en vigencia hasta su retirada definitiva el 28 de febrero del 2002, cuando fue sustituida por el euro. Durante 133 años, experimentó numerosos cambios históricos, políticos y económicos, siendo testigo de momentos clave de la historia española, como la Restauración borbónica, la Segunda República, la dictadura de Franco, la transición democrática y la entrada de España en la Unión Europea.
Su instauración fue obra del ministro de Hacienda del Gobierno provisional del general Serrano, Laureano Figuerola, que decretó que la peseta se convertiría en la unidad monetaria nacional, reemplazando al escudo. La razón de este cambio fue, en parte, política, pues con la peseta se intentaba borrar los vestigios de la monarquía borbónica derrocada tras la Revolución de 1868, conocida como "La Gloriosa". 
Además, su adopción respondió a motivos económicos, pues España entraba en el sistema métrico decimal y en el contexto de la Unión Monetaria Latina, una iniciativa que buscaba unificar los sistemas monetarios de varios países europeos.
Antes de que la peseta se convirtiera en la única moneda oficial, en España circulaban 21 tipos diferentes de monedas. Aunque la primera peseta oficial fue acuñada en 1868, el término "peseta" ya se utilizaba mucho antes. La primera moneda con ese nombre se emitió en 1808, durante la ocupación napoleónica de España. El término peseta proviene del catalán "peceta", diminutivo de "peça", que significa "piececita" o pequeña pieza.
Durante sus primeros años, las monedas se acuñaron en plata, pero a partir de 1937, durante la Segunda República, comenzaron a fabricarse en metales no preciosos, como el latón. Estas monedas de aleación fueron conocidas como "la rubia" por su color dorado. Tras la Guerra Civil Española y con el gobierno de Francisco Franco, el diseño de las monedas cambió nuevamente. Franco retiró de circulación las monedas de plata y acuñó nuevas piezas, muchas de ellas en aluminio, lo que reflejaba la precariedad económica del país tras el conflicto.
El régimen franquista emitía monedas con valores pequeños como 5 y 10 céntimos, conocidas coloquialmente como "perra chica" y "perra gorda", respectivamente. También se introdujeron nuevas denominaciones, como la moneda de 1 peseta y la de 5 pesetas, llamada popularmente "duro". Experimentó numerosos cambios de diseño y material, adaptándose a las fluctuaciones económicas del país y a la inflación. Hacia finales de la década de 1950, debido a la inflación, se pusieron en circulación monedas de mayor valor facial, como las de 25, 50 y 100 pesetas, esta última fabricada en plata.
Durante la transición española y la llegada de la democracia, las monedas comenzaron a llevar la imagen del rey Juan Carlos I. En 1982, se fabricaron monedas conmemorativas para la celebración de la Copa Mundial de Fútbol en España. También en esa década se emitieron monedas de aluminio para reducir los costos de producción, como las de 1 peseta, que se mantuvieron en circulación hasta la llegada del euro.
A partir de la década del 80, se introdujeron nuevas monedas en diferentes materiales y tamaños, como la moneda de 100 pesetas en bronce-aluminio, que sustituía al billete de esa misma denominación. Igualmente, comenzaron a fabricarse monedas de mayor valor, como las de 200 y 500 pesetas, que también reemplazaron a los billetes. En 1992, se puso en marcha un programa de emisión de monedas temáticas, conmemorativas de los Juegos Olímpicos de Barcelona y la Expo de Sevilla, y más tarde dedicadas a las comunidades autónomas de España.
Los billetes también tuvieron una evolución considerable a lo largo del tiempo. Los primeros, emitidos en 1874, tenían valores faciales muy altos, que solo podían ser manejados por bancos y entidades financieras. No fue hasta la Guerra Civil cuando, debido a la situación de crisis económica, se empezó a imprimir billetes de valores más bajos, como 50 céntimos, 1, 2 y 5 pesetas, para suplir la escasez de metales preciosos.
Con la recuperación económica del país en la década de 1950, los billetes de mayor denominación comenzaron a circular masivamente. En 1976, se emitió por primera vez un billete de 5.000 pesetas, seguido por el de 2.000 pesetas en 1980 y el de 10.000 pesetas en 1985. Estos billetes coexistieron con monedas de igual valor hasta que, a finales del siglo XX, las monedas comenzaron a reemplazar los billetes de baja denominación, dejando solo en circulación los billetes de mayor valor.
El proceso de sustitución de la peseta por el euro comenzó el 1 de enero de 1999, cuando el euro se introdujo como moneda oficial, aunque la peseta siguió circulando hasta el 31 de diciembre de 2001. En ese período, la peseta fue considerada una " fracción no decimal" del euro. El 1 de enero del 2002, los billetes y monedas de euro entraron en circulación y convivieron con la peseta durante dos meses, hasta que esta fue retirada definitivamente el 28 de febrero del 2002.
A pesar de su retirada, aún en el 2020 se estimaba que quedaban en manos de particulares alrededor de 1590 millones de euros en pesetas, lo que refleja el apego de muchos ciudadanos a la antigua moneda. Aunque el Banco de España tenía previsto dejar de cambiar pesetas a euros el 31 de diciembre del 2020, ampliando el plazo hasta junio del 2021, permitiendo a los ciudadanos cambiar las pesetas restantes sin ningún costo adicional.
La peseta ha dejado una huella en el lenguaje y la cultura popular. Se la conocía coloquialmente como "pela" o "rubia", y el término "pesetero" se usaba para referirse a personas excesivamente interesadas en el dinero. Con la llegada del euro, muchos españoles mayores continuaron calculando precios en pesetas, resistiéndose a la nueva moneda.
Juan Manuel Aragón
Ramírez de Velasco®

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